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FESTIVALES

BARS 13th – Críticas – Invasion of Alien Bikini / La Máquina que Escupe Monstruos y la Chica de mis Sueños

Invasion of Alien Bikini (Eillieon Bikini, Corea del Sur, 2011)

Dirección, Guión y Producción: Oh Young-doo Elenco: Ha Eun-jung, Hong Young-geun Duración: 75 minutos

Los coreanos saben

Invasion of Alien Bikini, que con ese título y sin demasiada información se me hacía una beach horror movie, resultó ser otra de esas bestialidades que sólo los coreanos saben filmar. Sabemos que salvajes hay por todas las industrias cinematográficas, pero el cine coreano ha sabido explotar el cuerpo de mil formas, en cuánto género se nos ocurra, para sentirlo, penetrarlo, masticarlo y deformarlo hasta reconvertirlo en objeto de múltiples lecturas. El director es Oh Young-doo y este es su segundo largometraje -en el que vuelve a fusionar diversos géneros como la comedia, las artes marciales y el terror, entre otros-, una película de escaso presupuesto pero sobrada imaginación.

La película empieza en plan de acción con aires de comedia, que deriva en el género romántico, y en la que un casto justiciero “enmascarado” (que se esconde tras unos bigotes postizos muy berretas) rescata a una jovencita bastante bien dotada y calentona de tres aparentes matones. Con esa excusa pasamos gran parte del resto de la historia dentro del pequeño departamento del héroe que no sabe qué hacer ante semejante minón, ya como civil y sumamente vulnerable (vistiendo una llamativa remera con un dibujo de Barak Obama). El tipo que se acaba de cagar a trompadas con otros tres, no puede controlar sus nervios ante una mujer. Pero volviendo al título ya podemos imaginar por dónde viene la mano; la jovencita en cuestión resulta ser una alienígena en busca de un esperma saludable, “el que venís atesorando hace más de treinta años”. Inmediatamente pensé en el primer corto de la found footage V/H/S;

Lo que comienza como juego y diversión, incluso cuando se descubren las verdaderas intenciones de la mujer y en donde todo lo reprimido físicamente se libera a través de la práctica sexual sadomasoquista (porque aunque se presente como una violación, es evidente que él lo está disfrutando), adopta con una sutileza sorprendente un tono oscuro al presentar un flashback del protagonista, haciéndonos pasar de la comedia a la tragedia en un segundo y sin siquiera dar mucho tiempo a reaccionar, lo que desorientó a algunos que no sabían si debían seguir riéndose o no. A mi parecer un signo positivo para un cine que busca constantemente incomodar física e intelectualmente hasta cuando uno menos se lo espera, en una clase B de comedia, terror y ciencia ficción que aborda temas mucho más insondables de lo que aparenta.

La Máquina que Escupe Monstruos y la Chica de mis Sueños (Argentina, 2011)

Dirección, Guión y Producción: Agustín Ross Beraldi y Diego Labat Elenco: Nicolás Maiques, Clara Hails, Lucas Lagré y Laura Cymer Duración: 85 minutos

Sandinista

Originalmente estrenada sólo para internet el 22 de junio, La Máquina que Escupe Monstruos… llega al BARS integrando la sección “Novedades” del Festival. Comedia hecha y derecha, con muy buen ritmo (que decae un poco en el último tercio de la película), tiene como protagonistas a dos amigos, Ricci, que está queriendo dejar a su novia por una fotógrafa bohemia, y Lee, un loser sin novia que vive a la sombra de un hermano al que comparan con Brad Pitt. Pero es justamente este personaje, que en un principio no aparece más que en fotografías, quien les dará la llave de salida: un casco que permite grabar los sueños para después reproducirlos. Paralelamente conocemos a un personaje que toma sentido cerca del final, pero que no desconcierta, resulta muy efectivo, que está atravesando una crisis existencial dado que durante sus últimos doce años se quedó sin guionista para su vida.

Con aires woodyallenianos, Ricci es el único que rompe la cuarta pared y se dirige directamente a nosotros, monologando sobre paranoias y neurosis varias. Porque aunque Lee la ponga menos, sabe lo que quiere, se define, Ricci en cambio es un histérico con todas las ganas.. La introducción del casco que capta sueños y el hecho de que los protagonistas emprendan un negocio con eso (empresa a la que nombran Sandinista “porque es el mejor disco de los Clash”), y lo que va sucediendo a posteriori, le da también un estilo cercano al Charlie Kaufman de la primer época. Hay muchas referencias al cine en general pero sobre todo al dibujo animado –los directores son confesos fanáticos de South Park-, respetando su lógica en más de una secuencia (de los “adultos” sólo vemos parte de su torso y cintura, todo el final son los finales de Scooby Doo), y valiéndose de la animación al inicio para introducirnos a la historia. Si bien para mi gusto le faltó algo de sangre, es muy entretenida y está realmente bien filmada.

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