Club cero, film en Competencia Oficial del Festival de Cannes de la realizadora austríaca Jessica Hausner (Little Joe) seguramente será, por su estilo y contenido, del agrado de Ruben Östlund, presidente del Jurado del 76avo Festival de Cannes y ganador de la Palma de Oro del año precedente. Pero es dudoso que los demás ocho miembros compartan su probable gusto. Y la mayoría del público potencial tampoco lo harán.
Al inicio son presentados un grupo de siete estudiantes adolescentes (dos desertarán luego) que siguen con atención las clases de Miss Novak (Mia Wasikowska), una nueva maestra, quien les imparte entre otros temas clases de Nutrición, en un establecimiento educacional de alto nivel adquisitivo.
Novak sostiene y defiende lo que ella denomina “alimentación autoconsciente”, según sus palabras: “el comer menos es más saludable”. Transmite a los cinco jóvenes su convicción, pudiendo calificarse al grupo de alumnos elegidos de “fundamentalistas new age”. La mayoría aprueba que los alimentos procesados son dañinos a la salud, al contener sustancias químicas peligrosas y muy alejadas de las encontradas en productos naturales como frutas, verduras y fibras.
Lo que el film sobre todo plantea es el conflicto generacional que los cinco estudiantes mantienen con sus parientes, a los que les resulta difícil comprender las decisiones que toman sus hijos. En efecto, a medida que avanzan las clases estos últimos extreman su decisión de comer cada día menos, ante la desesperación de los padres.
Hay una escena particularmente revulsiva, aunque uno podría reconocer que la realizadora no ha buscado que sea provocativa o gratuita, cuando una de las alumnas vomita frente a sus progenitores para luego volver a comer el alimento expulsado. Dicha situación parecería sugerir que habiéndose realimentado de producto “sano”, su nueva ingestión no sería perjudicial para su organismo.
Lo que la maestra revelará a sus discípulos es que en verdad ella pertenece a una autocreada secta, y que, por las razones antes apuntadas sobre el perjuicio de ciertos “venenos” que los alimentos no naturales (la mayoría de lo que comemos) contienen, lo que promueve dicha logia es llegar a prácticamente no comer nada.
Seguramente la mayoría de los seres humanos no compartirán las medidas extremas que la maestra sostiene. Es también el caso de los demás docentes y directivos de la escuela donde Novak ejerce su función de “educadora”, lo que provoca una toma de decisiones del cuerpo superior del establecimiento.
Y si bien el público tampoco saldrá del todo convencido de que el método sugerido prácticamente termina siendo una forma de ayuno contínuo, difícil de concebir, al menos rescatará la probable intención de Hausner de advertirnos que cada día nos alimentamos peor. Al menos este último mensaje llegará a muchos seres humanos que, tratando de preservar la salud y eludir temibles enfermedades que uno evita mencionar, es hora de concientizarnos que como bien se dice “uno es lo que consume”.
(Austria, Reino Unido, Alemania, Francia, Dinamarca, 2023)
Director: Jessica Hausner. Guion: Jessica Hausner, Géraldine Bajar. Elenco: Mia Wasikowska, Sidse Babett Knudsen, Sam Hoare. Producción: Philippe Bober, Mike Goodridge, Johannes Schubert, Bruno Wagner. Duración: 110 minutos.
