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CRÍTICAS

Dentro del bosque

Libro: James Lapine. Letras y música: Stephen Sondheim. Adaptación: Marcelo Kotliar. Coreografía: Milagros Polledo. Imagen y escenografía: Natalia Roscelli. Dirección General: Nicolás Roberto. Dirección musical: Gonzalo Botí. Coreografía: Milagros Polledo. Música en vivo: Leandro Becker. Producción General: Hugo Queija. Actúan: Mario Angelomé, Walter Canella, Romina Casella, Federico Coates, Clara Daray, Lucila Gandolfo, María Hernández, Mariano Muente, Hugo Queija, Florencia Róvere, Silvana Tomé y Patricio Witis.  Prensa: Débora Latcher.

Dentro del bosque es una adaptación del musical de Stephen Sondheim (música y letra) y James Lapine (libro), estrenado en 1987 en Broadway y del que recientemente se ha hecho la versión cinematográfica protagonizada, entre otros, por Meryl Streep. Este divertido musical propone un giro a los famosos cuentos que forman parte del acervo cultural de los Estados Unidos y que han llegado a ser mundialmente conocidos hasta volver a sus personajes arquetípicos (Cenicienta, Rapunzel, Caperucita Roja, Jack y las habichuelas mágicas), y nos hace reflexionar acerca del rol que estos relatos ocupan durante la niñez.

La puesta de Nicolás Roberto, basada en el juego puro, es muy innovadora para el mundo del musical, ya que parece estar en el medio de un musical con producción tradicional del target de la calle Corrientes y una obra del off; y esto es lo que la hace tan única. Su propuesta es la economía de recursos escénicos en todos los sentidos. Por un lado, la escenografía de Natalia Roscelli consta de una arcada realizada con cajas de cartón y algunos elementos, también de este material, que sugieren los distintos espacios en los que suceden acciones paralelas y el espacio del bosque, donde todos se reúnen. La elección del material es llamativa y paradójicamente, tiene un resultado muy efectivo al remarcar la artificialidad de lo que se muestra, a la vez que el aspecto austero lo vuelve más sensato que los telones pintados con los que se resolvió la puesta de Broadway. El cartón vuelve creativamente en distintos momentos en forma de grullas, pajaritos y hasta es el soporte del programa de mano, y nos remite a la materia del bosque: la madera.

Por otro lado, el vestuario, a cargo de Walter Jara, también responde a este principio de síntesis ya que consta de algunos accesorios en muchos casos reversibles para aquellos actores que interpretan a más de un personaje. Esto hace que la obra se apoye mucho en las actuaciones que son realmente excelentes. El elenco entero, integrado por actores/cantantes con grandes trayectorias, es de gran nivel y lo demuestra al estar los dos actos enteros sin perder la energía y la dinámica.

Lo más interesante en esta puesta es la relación que se establece con el narrador omnisciente, también presente en el libro original, quien nos va relatando y comentado, casi a modo de Corifeo, lo que veremos en cada cuadro. Mientras el público ingresa a la sala, se puede ver al narrador repartiendo el papel que cada actor interpretará, incluyendo a la vaca quien es interpretada por Mario Angelomé, la atracción de la noche, que irónicamente se llama Iwish (“I wish” = Yo deseo, frase leitmotiv en el libro original). Esta puesta en evidencia del artificio es su impronta.

Por último, es destacable la interesante adaptación musical que resume la orquestación de la música a un arreglo para un piano y un teclado interpretados en vivo por Leandro Becker y el mismo arreglador Gonzalo Boti, que se completa con los efectos sonoros ejecutados vocalmente por Clara Daray (Rapunzel), lo cual acentúa esta idea creativa que sostiene la puesta: la economía de recursos.

En cuanto a la narración, el musical se desarrolla en dos actos, en el primero se presenta a los personajes, sus deseos y objetivos y cómo deberán afrontar las peripecias correspondientes para alcanzarlo. Al finalizar, todos aparentemente han conseguido lo que querían, pero en el segundo acto se desplegarán las consecuencias de sus acciones que, basadas solamente en una ética individualista, parecen demostrar que desear sin ver más allá del ombligo, tiene su precio. Dentro del bosque demuestra que el musical en Buenos Aires sigue en pie y más vivo que nunca.

Teatro: Paseo La Plaza, sala Pablo Picasso – Av. Corrientes 1660.

Funciones: Martes 20:30 hs

Entradas: $200 – $300

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Por Luciana Morelli

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