Deportados de Neverland
Dirección y dramaturgia: Walter Velásquez. Producción ejecutiva: Andrea Feiguin. Vestuario: Soledad Galarce. Escenografía: Ariel Vaccaro. Diseño de luces: Ricardo Sica. Música original: Luis Sticco. Coreografía: Julieta Cancelli Elenco: Gonzalo Alfonsín, Luciano Cohen, Gustavo Monje, Alejandro Paker, Diego Recagno. Prensa: Tehagolaprensa
Neverland puede ser un lugar mágico plagado de inocencia. También puede ser el lugar donde se asocie a un difunto genio del arte con la pedofilia. La Neverland que vislumbramos en el Teatro del Abasto es mágica, tiene genialidad artística y nos hace reflexionar sobre las miserias humanas.
Una obra que atrapa por donde se la mire “Una desgarradora comedia: una comedia enfadada. Cinco escenas protagonizadas cada una por un personaje distinto, extranjeros de este mundo, en donde se hace algo esperando recibir todo a cambio…”
Pasando por distintos tipos de humor, de lo clownezco al humor negro, con un buen manejo del absurdo, se atraviesan momentos beckettianos. Mientras acontece la acción se espera a alguien o algo, no sabemos a quien o que, tampoco tenemos la certeza de que vendrá, a su vez cada personaje tiene una misión que cumplir. Todas esas expectativas se mantienen hasta el final, mientras tanto lo que no se hace esperar son las situaciones graciosas y los cuadros musicales.
La dramaturgia es original, el argumento es fantástico (léase como adjetivo y como estilo). El texto genera metáforas tanto habladas como visuales, salpica frases que van de lo juguetón a la grandilocuencia. A la hora de pasar del papel al escenario no se escatima en recursos, se utilizan los mecanismos necesarios, más bien simples e ingeniosos, para lograr generar imágenes “hollywoodenses”, efectos que podrían pensarse para cine se logran plasmar en escena.
El elenco es una conjunción de buenos actores. Se los ve seguros, sueltos a la hora de cantar y bailar, pudiendo cada uno protagonizar la escena que les toca con estilo propio.
Por momentos parece que haya más actores de los que hay, logran encarnar distintos personajes en distintas situaciones.
Además de resaltar las buenas actuaciones es admirable el trabajo realizado por todo el staff en general, los arreglos sonoros y musicales, los elementos escenográficos, la iluminación y efectos, cada una de las partes que hace de la obra una producción integra, una obra espectacular.
Mención aparte para el director, en este caso logra combinar a un grupo de buenos actores haciendo que sumen todos para la obra. Sabe como hacer comedia explotando elementos del absurdo, parodia, clown, etc. generando un teatro vivo con sello propio.
A lo largo de su carrera ya dió más que pruebas suficientes, pero esta obra lo re-confirma como un gran director, Walter Velázquez parece tener una formula para generar buenos espectáculos, podemos intuir que es la del trabajo y la de la búsqueda de material digno de presentar, entendiendo que si se aprecia al espectador este va a apreciar la obra.
Mientras intentamos respondernos si existe el lugar donde todo es felíz podemos acercarnos a ver que hacen los Deportados de Neverland.
Teatro: Del Abasto – Humahuaca 3549
Funciones: Martes – 20:30 hs
Entrada: $ 40,00