Dirección: Eduardo Lamoglia. Dramaturgia: Eduardo Lamoglia, Daniel Llermanos. Adaptación: Eduardo Lamoglia, Daniel Llermanos. Producción: Natalia De Cicco, Luciana Llermanos. Escenografía: Alejandro Mateo. Iluminación: Ernesto Bechara. Vestuario: Manuela Mateo. Maquillaje: Beatriz Abrigo. Música original: Sergio Vainikoff. Actúan: Raúl Rizzo, Alfredo Castellani, Fito Yanelli, Paola Papini, Alfredo Allende. Participación especial: Rosario Lufrano. Prensa: Varas & Otero.
Se apagan las luces y uno no sabe muy bien dónde está, pero tiene indicios. El sofá de diván blanco puro y las sillas altas podrían pasar por utilería cotidiana de cualquier semipiso perdido en las torres de Fifth Avenue. Pero en Mario Bravo 948, los que salen a escena son Raúl Rizzo, interpretando a un nervioso Patricio Ruiz Huidobro, y Paola Papini en la piel de la desdichada Elisa Salazar. Su ropa puede intentar engañarnos tanto o algo más que la decoración, pero cuando empiezan a hablar, no caben dudas: son dignos habitantes de la República de Palermo.
En 1971 el autor polaco Jerzy Kosinski trajo a la vida la novela Desde el jardín, que años más tarde popularizaría con un guión cinematográfico escrito por él mismo y llevado a la pantalla grande, semilla de nominaciones Oscar y otros reconocimientos. Para seguir proyectando esta simpática historia, Eduardo Lamoglia decidió, junto a Daniel Llermanos, convertir la obra en una excelente pieza teatral y mostrarla al mundo desde su propia casa, el teatro El Tinglado. Para quien no conoce la historia, el concepto es el mismo: Chance Gardiner –aquí interpretado por Alfredo Castellani- es un hombre que ha dedicado toda su vida al cuidado del jardín de una mansión, conectado al mundo exterior solo por lo que veía en televisión. En su primer viaje fuera de casa, un accidente lo conectará con personas y situaciones antes lejanas: una amante despechada, un detective aficionado y hasta con el presidente de una nación inventada.
Pero la trama montada por Lamoglia tiene algo que comprometerá al público por completo. Rizzo, Castellani, Papini, Fito Yanelli y Alfredo Allende representan a personajes típicamente argentos. El diálogo es entretenido al extremo, inteligente y rioplatense en cada una de sus líneas. El histrionismo que demanda hace transpirar a los intérpretes y logra ganarse la atención constante del público.
La puesta pretende poner al espectador en los zapatos del jardinero. La TV es show y espectacularización a cada segundo y la vida fuera de la pantalla también lo es. Luces y musicalización son esenciales para lograr el cometido, con cortinas que recuerdan a clásicos thrillers hollywoodenses.
Entre los elementos más destacados, resalta el casting. La cara de Rizzo se tiñe de desprecio y furia roja cuando su personaje habla de todos aquellos habitantes de avenida Santa Fe hacia el sur sin necesidad de maquillaje. Y la ingenuidad y gracia de Gardiner interpretada por Castellani recuerda en un espectador fascinado a la genialidad del gran Olmedo.
Si bien lo acertado de la adaptación es aquello que deslumbra a quien ya conocía la obra, el mensaje sigue firme y contundente. Las luchas de poder llevadas al absurdo y la liviandad de lo que sucede delante de cámara son cuestionadas con humor. Para el jardinero, la realidad ficción. Pero en el contacto con lo extraño descubrirá algo distinto. Que, al fin y al cabo, “la TV solo muestra la superficie de las personas. Los pensamientos no se pueden televisar”.
Teatro: Teatro El Tinglado – Mario Bravo 948
Funciones: Jueves – 21:00 hs
Entradas: $ 130,00