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El eternauta

SOÑADO Y VIVIDO

Muchos años se aguardaron por una transposición audiovisual de “El eternauta”, la obra fundamental del cómic hispanoamericano creada por Héctor Germán Oesterheld e ilustrada por Francisco Solano López. La larga espera tiene su explicación en la disputa por los derechos, sufrida por cualquiera que haya iniciado el camino para alguna versión cinematográfica, por ejemplo, el caso de Lucrecia Martel de hace unos años cuando parecía concretarse una posibilidad gracias a unos productores italianos. La segunda dificultad amenazante, es decir como una instancia seguida a la de obtener los derechos de la obra original, se materializa en el trabajo narrativo para transponer y adaptar la imaginería propuesta por Oesterheld y Solano López. Netflix y K&S lograron lo que parecía imposible con lo primero (obtener el permiso de la familia del autor), mientras que Bruno Stagnaro junto a Ariel Staltari concretaron el desafío de hacer un guion de algo que parecía imposible de filmarse para nuestros modos de producción industrial por su caudal de urbanidad, por unos efectos visuales requeridos y, especialmente, por una nevada incesante. 

En seis capítulos el espíritu del texto fuente se esparce, hay más elementos atmosféricos que situaciones replicadas de la viñeta al plano. Sí, Juan Salvo (Ricardo Darín) es el protagonista de una historia de heroísmo colectivo, cuya transformación de su personaje nace de una desesperación por reunirse con su hija tras un evento único y extraordinario como lo es la caída de nieve durante un diciembre caluroso de Buenos Aires, que además provoca la muerte al tomar contacto con la piel. Juan está en la casa de Favalli (un extraordinario César Troncoso) para jugar al truco como lo hace cada semana junto al Ruso y Lucas (Marcelo Subiotto), un quinto integrante es el cuñado del Ruso (Ariel Staltari), recién llegado de Estados Unidos. Las tensiones no tardan en presentarse frente a un desconocimiento total de lo que sucede puertas afuera, sin información oficial y sobrecargados de paranoia. Hay asimetrías entre los personajes atrapados, mientras Juan desconoce el paradero de su hija y de su ex mujer, Favalli tiene a su esposa junto a él y con un control sobre los demás porque es el dueño del “refugio”, además de ser ingeniero electrónico y un entusiasta de la ciencia, es en definitiva un personaje que tiene todas las características de aquel que estuvo preparado siempre para un momento de esta magnitud. La aventura urbana se teje sobre la marcha, hay idas y venidas, puntos geográficos bien identificables para los que viven o conocen la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense, siempre dentro de una naturalidad narrativa, escapándole a la idea del “no lugar”, pretendida en muchas oportunidades por la plataforma Netflix. Si la obra original de Oesterheld poseía una fuerza avasallante sobre la contemporaneidad a través de los grafitis y marcas de la actualidad de la época que se publicaron los fascículos de “El eternauta”, en la serie Stagnaro repite esa lógica de sentido al ubicar la ciudad como un epicentro de la Argentina de 2025, desde cortes de calles por parte de vecinos a los que les cortaron el suministro eléctrico hasta carteles perfectamente reconocibles como paisajes de un momento. 

La decisión de ubicar a los personajes y a sus devenires en una escala humana es el gran éxito de la empresa armada por Stagnaro y Staltari, lo cual no significa que se descuide el territorio de la ciencia ficción. Hay invasores, los efectos remiten a ese logro irrepetible de los efectos visuales en los bichos de Invasión (Starship Troopers, 1998) de Paul Verhoeven. Sin embargo, en consonancia con los deseos y miedos de los personajes, las escenas de acción con mayor destreza visual están en el capítulo 5, cuyo punto destacado es la maravillosa secuencia del tren porque en ella hay una esencia de western; un regreso al uso de esa maquinaria, que representó mucho más que un simple medio de transporte. Es el verdadero cambio, es la tecnología suprema que regresa en forma de salvación, en este caso para una resistencia armada de valor frente a lo siniestro. También hay lugar para el thriller de encierro, como sucede en el capítulo del edificio -quizás el mejor junto al anteúltimo- donde de forma más transparente figuran las miserias humanas con un instinto de supervivencia egoísta ante una debacle.

Los riesgos asumidos de construir el perfil de Juan Salvo con un pasado como veterano de la Guerra de Malvinas encuentran un sentido en la atmósfera pesadillesca, acentuado aún más cuando se exhibe una dimensión más difusa sobre lo que es real y lo que es una construcción mental. Es un regreso al infierno para un hombre maduro, nuevamente convocado contra su voluntad para poner el cuerpo frente a una guerra. Frente al cambio de edad del personaje con respecto al cómic se presentaron algunas dudas, bajo la misma estrategia de los demás cambios significativos, la idea está muy alejada a la superficialidad de simplemente acomodar a una estrella como Ricardo Darín en un papel que por edad no le calza. La idea del grupo de amigos, todos de una edad similar, presenta un sentido en la propuesta heroica de cómo estos señores de sesenta pueden ser la punta de lanza en esta improbable lucha por la supervivencia.  

Quienes puedan escindir la obra original de esta transposición para sumergirse en una historia de aventuras estarán más abiertos a los cambios, a la incorporación de ideas audiovisuales y a las propuestas estéticas propias pensadas a partir de una urbanidad contemporánea. La fidelidad transpositiva es un concepto tan errado como el de la objetividad para pensar una película, una serie o cualquier obra artística, es por ello que El eternauta de Stagnaro alcanza una emancipación a riendas de una libertad de ideas sobre la base de un amor por el material previo, en la articulación de ambos mundos está el poder de esta primera temporada.

Dirección: Bruno Stagnaro. Guion: Bruno Stagnaro, Ariel Staltari. Elenco: Ricardo Darín, Cesar Troncoso, Carla Peterson, Marcelo Subiotto, Andrea Pietra, Ariel Staltari, Claudio Martínez Bel, Orianna Cardenas, Moria Fisz, Jorge Sesán. Producción: Hugo Sigman, Matías Mosteirin, Leticia Cristi, Diego Copello. 

8 comentarios en “El eternauta”

  1. Graciela Melgarejo

    Me parece sumamente acertada esta crítica. Es cierto, la transposición de una forma de contar a otra totalmente diferente tiene sus riesgos, pero también sus enormes éxitos

  2. En el inicio de la serie dice claramente que “la serie está basada en la historieta de HERNÁN. OESTERHELD” lo que hace ridícula la exigencia que sea un fiel retrato del original escrito en 1957 porque la serie se desarrolla en la Buenos Aires actual, posterior a la pandemia
    La acción comienza cuando cae una fuerte nevada en Buenos Aires en pleno verano, provocando gran cantidad de muertes, previa a una invasión alienígena que lleva todo a una situación límite. En ese marco el protagonista JUAN SALVO con un grupo de amigos y familiares intentará sobrevivir en un universo distópico.
    El primer acierto de la serie es mantener como idea principal que ante las peores crisis y catástrofes no existe la salvación individual sino se reivindica el accionar colectivo.
    El segundo acierto es que al presentar, al protagonista JUAN SALVO como un ex combatiente de la guerra de MALVINAS, el espectador tiene a un protagonista que sufre por tener que vivir un horror superior al que vivió, algo propio de la Argentina.
    El tercer acierto está en la realización sustentada en la solidez de los rubros técnicos y en el alto desempeño de todo el elenco donde se lucen RICARDO DARÍN y CÉSAR TRONCOSO.
    También es cierto que hay un guion irregular donde no todos los personajes que se incorporan lucen de la misma manera y que el último episodio es flojo, pero eso no impide que el resultado final sea una interesante serie que merece ser vista. (7/10)

  3. otro panfleto berreta de la prod audiovisual argenta… faltó la remera de lo 30.000 y que uno de los amigos diga “lavatela con champú” .. ni hablar del coguionista que se inventa un personaje para él, que és un pesimo actor, y que no aporta absolutamente nada a la historia …. muteas la tele y parece que están hablando del prox finde largo, no tiene emocion ni susupenso….. en fin patetica ….

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