A Sala Llena

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CRÍTICAS

El Mundo ¿En manos de quién?

Hoy en día uno se ve incapaz de poder prender la radio sin poder escuchar algún tema de reggaeton o algún pop “catchy” termina a uno por crisparle los nervios. Lamentablemente estamos tan al alcance de las grandes compañías discográficas, que se nos es difícil escoger por Motus propio un estilo de música o una banda que nos guste. Estamos sujetos  a escuchar lo que ellos quieren difundir, y lo que  ellos deciden que esta bueno Pero de esta forma, a como esta la música hoy en día  se nos hace imposible tener un amplio género de donde elegir.  Esta situación, se sostiene desde hace ya muchos años, y somos todos concientes que desde el boom del pop a fines de los ochenta, principios de los noventa, las princesitas del pop han infestado el mercado musical.

Es muy fácil hoy en día encontrarnos en los primeros puestos del Billboard a una rubia sin mucho que decir con alguna melodía pegajosa, y los que realmente hacen música, quedan discriminados en los últimos puestos o son inexistentes para la gente. Pero como sostengo, esto no es culpa de las masas que consumen, sino de los grandes monstruos de la industria que deciden que es lo que se va a comercializar, y siendo honestos, ya no quedan muchos productores que apunten al talento y no solo a lo que vende, por ahí como para que descubran talentos como los de Mariah. Hoy en día las cabezas de las discografías tienen en mente tres cosas: rubia, pegajosa y sexo. ¿Porque? Una muy fácil respuesta, público adolescente masculino a punto caramelo y adolescentes femeninas en busca desesperada de un modelo a seguir que no sean sus padres. Y a donde recurren, obviamente a la música, lugar de escape para muchos, con un muy fácil acceso y permite “liberar” tus emociones, si se quiere. Obviamente que si yo escucho treinta veces en un día que la fiesta no para hasta que yo llego o que las chicas de California son lo mejor, no voy a parar hasta convertirme en un party monster, o hasta broncearme hasta quedar de color negro y vestirme con pequeños shorts y remeras apretadas que me marquen absolutamente todo( y eso que soy hombre).

Pero la invasión de este estilo es tan grande que es casi imposible escaparnos de ella. Tomemos como ejemplo a Lady Gaga, quien ha hecho su carrera en base a la controversia, sin contar que la historia me suena conocida, ejem ejem, Madonna, es una mujer que muchas adolescentes sin personalidad imitan porque quedo atrapada en un romance que termino mal, o un tipo que se llama Alejandro no quiere que la llame más.Si bien esta música es divertida, porque no lo niego, me pregunto donde quedaron los grandes hits como Rapsodia Bohemia o Don’t Stop de Queen, donde uno a parte de escuchar tonadas pegajosas, sentía el sentimiento del músico, la pasión de la voz y la sangre que corría por las venas de los intérpretes.

Pero repito si nos inundan los medios con nuevas barbies plásticas, si no los puedes vencer, úneteles.

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