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CRÍTICAS - CINE

El Sorprendente Hombre Araña, Según Rodolfo Weisskirch

Tejiendo una nueva saga…

Y sí, la saga de Peter Parker que comenzó Sam Raimi estaba agotada. La telenovela romántica sobre el triángulo amoroso que formaba el protagonista con Mary Jane y el conflictuado Harry Oscorp debía llegar a su fin. No atrapaba, se había complejizado demasiado y vuelto demasiado cursi. Peter Parker necesitaba una relectura.

James Vanderbilt (guionista de Zodíaco, entre otras) hizo borrón y cuenta nueva y propuso otro comienzo para el héroe arácnido.

Esta vez, la transformación del protagonista no es tan accidental y todo lo que sucede alrededor de Peter tiene una justificación.

El film de Marc Webb (que ya se había destacado con 500 días con ella) prefiere centrarse en la búsqueda de un adolescente huérfano por saber quiénes fueron sus padres. Esto lo lleva a encontrarse con el Dr. Connors, lo que termina transformándolo en el Hombre Araña y a Connors en El Lagarto.

Si Vanderbilt trata de dar coherencia al origen del personaje, Webb y el elenco aportan la humanidad a la trama y a los personajes. El Sorprendente… se aleja de la estética cómic, al menos en la sólida primera mitad del film, en la que se presenta a los protagonistas como seres humanos con incertidumbres, deseos y sueños. También en esa parte nos muestran cuentas pendientes con el pasado, ya sea Parker y la búsqueda del trabajo de su padre, o Connors que desea encontrar la cura para su brazo.

Si bien el interés romántico con Gwen Stacy es importante, a Webb le interesa profundizar más en las relaciones padres-hijos, aun cuando se trata del vínculo entre Peter y el tío Ben, mentor del protagonista -que, además, lleva al personaje a convertirse en una suerte de vengador anónimo-. Asimismo, no es casual que sea interesante como contrapunto de la vida de Peter la armoniosa relación entre Gwen y su padre, el capitán de policía de N.Y.

La verosimilitud y empatía que generan estas relaciones son un acierto del realizador, que optó por un elenco sólido, que transmite emociones creíbles, alejándolo del frío y caricaturesco tratamiento que le dio Raimi. Seamos honestos: ni Tobey Maguire ni Kirsten Dunst lograron dar calidez a sus personajes como sí lo hacen Andrew Garfield y Emma Stone -que dejaron de ser promesas para convertirse en verdaderas joyas jóvenes de la actuación cinematográfica contemporánea-. Además, cuentan con el apoyo de Rhys Ifans -un villano humanizado, más parecido al Doctor Octopus de Alfred Molina-, el gran Martin Sheen como Ben y el regreso de Denis Leary, que le quita solemnidad al Capitán Stacy (en un tono similar al de J.K. Simmons como el Sr. Jameson de la saga de Raimi). Es una lástima que Sally Field sea la única desperdiciada del elenco, ya que la Tía May, por ahora, no tiene demasiada relevancia.

La primera mitad del film apuesta por un contenido dramático/humorístico que ayuda a construir personajes. En la segunda, se generan escenas de acción y persecuciones propias del género, donde lo que manda es más bien el efecto especial y no tanto la carga emocional.

Así es como Webb logra un film equilibrado que contiene suficiente escenas divertidas y acción para no aburrir, y atrapa desde lo dramático por la complejidad y máscaras de sus personajes. Esquiva -pero no deja afuera- la faceta romántica y cambia el punto de vista de varios aspectos de la vida de Parker (la acción no se da tanto en la Gran Manzana sino en los barrios bajos de Nueva York, no existe el diario y se le da poca importancia al hobby de Parker como fotógrafo) para que esta relectura esté lo más alejada posible de la trilogía anterior.

Pero esto es solo el comienzo de una saga que va a tener a Norman Oscorp, aparentemente, como un villano mucho más poderoso de lo que fue en la saga de Raimi. A diferencia de la anterior, ésta tiene una incógnita (quién fue Richard Parker) y un dilema -el poder científico de creerse Dios-, además de la búsqueda del héroe por conocer su identidad.

Esto permite pensar que los productores desean que este Sorprendente Hombre Araña se parezca más al Batman de Nolan que al romántico Parker de Raimi. Incluso el rol de la ciudad de N.Y. se parece al de Gótica. Ciudades que forman a sus héroes y villanos y deben decidir de qué lado están.

Por todo esto, El Sorprendente Hombre Araña es un alentador y entretenido comienzo para una nueva saga del superhéroe arácnido.

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