Dirección: Rhea Volij. Concepto, coreografía e interpretación: Eliana Bonard, Virginia Ravenna.Música: Apropp. Concepto de iluminación y vestuario: Eliana Bonard. Fotografía y realización de vestuario: Isabel Olascuaga. Diseño de iluminación: Miguel Solowej. Asistencia técnica: Eleanor Porter, Yasmina Cura. Diseño gráfico: Bernabea Méndez.
La memoria en la piel, lo indescifrable, lo ancestral que anida en los cuerpos…devenir elefante, la vida en los pliegues…
Un lazo que sostiene, da tierra a sus pies, eleva sus cabezas desde el cielo… inmóviles…una fuerza que asciende, busca explorar, que despierta… un sueño profundo, recuerdos de lo eterno, del comienzo, de los ciclos sin fin.
Formas primitivas, lo elemental, un otro, ver al otro, verse en el otro, sostenerse mutuamente, enlazarse, enredarse, aclararse. Formas extrañas, criaturas indómitas, génesis y memoria, el cuerpo recorriendo el tiempo, desplegando su historia, desenrollando los fuelles, surcos que transforman en lo estético la imagen, seres mutables, animaloides que cargan en sí el origen y la historia, sonidos que acompasan el movimiento, el agua, la lluvia, gotas y silencios. Las luces, abrazan y recortan cada escena, delineando contornos, pedazos de existencia, de vidas y evoluciones, siendo también protagonistas de lo que se quiere mostrar, donde lo visual forma parte fundamental en esta comunión de artes, creando, en juegos de luz y sombras imágenes de ensueño, que se perpetuan en cada escena.
Elefantes es una obra de danza. Quien habla en todo momento es el cuerpo, con sus movimientos, sus emociones y sonoridades. Los elementos que la componen son surrealistas, nos adentran en un universo onírico, donde el significado está ahí para contemplarlo pero también para que cada uno interprete las formas que percibe a su manera. Las protagonistas cuelgan gran parte del tiempo de una soga que se liga a sus cabellos, y desde allí se desplazan, se enganchan, trepan, y se dejan caer. La vida en los pliegues hace alusión a la obra del artista belga, Henri Michaux. La dirección está a cargo de Rhea Volij, reconocida por su trayectoria en la Danza Butoh, que busca romper con los moldes establecidos y posee como filosofía la esencia del ser humano y su necesidad de expresión. La música formó parte del proceso creativo de la obra, donde convive con sus silencios y sonidos de la naturaleza.
La segunda temporada finalizó en el espacio “Pata de Ganso”, pero volverá este año.
Teatro: Espacio Cultural Pata de Ganso – Zelaya 3122
