No hay lugar cómodo para el espectador convencional en Essential Killing. De hecho no hay lugar cómodo en absoluto. Paisajes áridos, secos, fríos, sirven de contexto para la fuga de un hombre sin nombre, interpretado por Vincent Gallo (una cara poco cómoda de ver), que en un comienzo, híbrido entre película bélica, drama carcelario y thriller de fuga, parece estar huyendo de la ley para terminar revelando un camino por el laberinto interno de este hombre que, como todo personaje, es la síntesis de una idea.
Éste es quizás el Hombre ante toda ley natural, religiosa y espiritual. Discusiones con Dios, el retorno al origen, la madre como símbolo de redención (en quizás la escena más incómoda de todo el film), la convierten en una película de tono mítico, y a un fugitivo Afgano en una mártir.
Prácticamente sin diálogos, a excepción de conversaciones casuales que pueden o no involucrar al protagonista, la ausencia de voz y lenguaje en el personaje de Gallo le da cierta primitividad; hombre natural en un entorno natural, actuando de forma instintiva, vuelve a la muerte o asesinato un acto igualmente natural, inherente al hombre como animal.
Largos planos panorámicos de desiertos, bosques infinitamente nevados, y la abundancia de primeros planos del protagonista, buscando alguna señal con su mirada, nos hace preguntar si acaso hay un destino cierto. Las irrupciones de flashbacks que también revelan algunos flashforwards, pueden brindarnos pistas sobre su vida pasada (y tal vez fin) pero tampoco lo suficiente como para que podamos armar un retrato concreto de nuestro héroe anónimo.
Finalmente sobre los últimos minutos de la película, una mujer, interpretada por Emmanuelle Seigner (sin maquillaje y con un rostros endurecido por la luz, los años y sus propias facciones) causalmente muda, es quien pareciera terminar de sanarlo y guiarlo en un final de tono alegórico.
La música, compuesta por Pawel Mykietyn, suma a la poética del film y a la subjetividad propuesta por la cámara, siendo únicamente violenta y diegética (justificada como la música proveniente de una camioneta) en la que podría considerarse la única muerte innecesaria o cruel de la película, acentuado por la forma en que ocurre y las circunstancias en que muere la víctima.
Para quien busca ver cine por su contenido antes que por su forma, quizás no es la película ideal, reitero, ciertamente incómoda. Para quien no busca convenciones, es una película para transitar por sus imágenes y sensaciones, bellamente incómodas.