¿Para qué negarlo?, después de un día de semejante calor, la idea de meterme en un cine ya tenía otra razón adicional a la de esta pasión por el séptimo arte, se llama aire acondicionado y viniendo de mí, créame que no envidio a nadie que haya estado fuera del complejo.
Cuarta jornada del 4° Festival de Cine de Brasil. Ya estaban instaladas las dos mujeres de voz portuguesa y estridente comentando todavía la grata sorpresa de haber podido preguntarle cosas a Daniel de Oliviera, el actor protagonista de Boca do Lixo presente en la proyección del viernes. Imagino que el hombre despierta en las mujeres ese cantito especial del acento portugués que se adivina elogioso. Me siento en la fila F de la sala 5 que ya está en un 60% de su capacidad dispuesto a ver las cuatro obras de hoy.
Broder, de Jeferson De
Un montaje paralelo de tres hombres. Uno despierta una mañana y sale por el barrio (saluda a todos) para llegar a la casa de su madre. Otro se despide en la oscuridad de su casa y se sube al transporte público, mientras que el tercero se encuentra yendo a algún lado en su camioneta 4×4. Luego veremos que estos tres se conocen y son amigos desde la infancia: Macu, Jaiminho y Pibe, se están reencontrando para festejar el cumpleaños del primero luego de bastante tiempo sin verse. Sucede que este reencuentro los tiene con la circunstancia cambiada. Macu sigue viviendo en la favela y se fue metiendo de a poco con gente pesada, Jaiminho volvió de Europa con dinero y una futura convocatoria al seleccionado de fútbol y Pibe en realidad se fue de la favela para alejarse de ese mundo pero está pagando demasiado caro el esfuerzo por progresar y no le alcanza para vivir. La película tiene un ritmo vertiginoso merced a un buen montaje y a la decisión del director de tener la cámara en mano todo el tiempo. El relato transcurre durante 24 horas en las que los tres amigos intentan reconocerce mientras van conociendo la actualidad de cada uno. Serán un par de delincuentes y la familia de Macu los entornos de donde se desprenden las subtramas que apoyan y aportan muy bien a la historia. Aplauso para quién eligió el elenco porque es en las actuaciones de Caio Blat, Johnatan Haagensen y Silvio Guindane donde Broder encuentra la credibilidad necesaria para consrtuir este drama. Es asombroso cómo en la performance se logran los vínculos que dejan al espectador comprometido con el guión escrito por el mismo director.
Cortina de Humo de Rodrigo Mac Niven
Cuando un documental está tan bien hecho como este, uno empieza a pensar un poco mas allá del festival y se pregunta qué hay que hacer para que este material llegue a todos, empezando por los ojos de los distribuidores. En épocas en las que el tema de la despenalización de las drogas está a flor de piel para ponerlo sobre el tapete, el sugestivo título de Cortina de Humo plantea como mínimo un desafío. Rodrigo Mac Niven no anda con sutilezas. Comienza su película con algunas preguntas retóricas sobre las drogas tendientes a disparar su interrogante principal “¿Por qué sé tan poco sobre este tema? Quería avanzar pero tenía muy poco… muy poco”
Inmediatamente después, hay un montaje vertiginoso que nos muestra a todas las personas que van a dar su testimonio. Una suerte de resumen que apunta a dar un pantallazo (nunca mejor aplicado el término) de los temas que se van a abordar. El director presiente que la relación hecha en los medios entre la droga y la marginalidad tiene algo extraño. Algo que no cierra lo cual provoca en el espectador una inconsciente teoría conspirativa. Claro, para demostrar el punto, primero hay que probar el daño verdadero que drogas como cocaína, lsd, extasis y marihuana causan en el ser humano. Cortina de Humo entonces arranca por dotar al espectador de la mayor cantidad de información posible sobre este tema. Estadísticas, efectos, comparaciones con otras adicciones como el tabaco y el alcohol, etc. Los testimonios de expertos en distintas áreas como Antonio Escohoiado; Amanda Felding y el farmacólogo David Nutt, van poniendo luz sobre lo que se sabe poco y se informa peor. Justamente este último hombre tiene la particular historia de ser un farmacólogo que fue despedido de su puesto en el gobierno británico cuando declaró que las drogas mencionadas son menos peligrosas que el cigarrillo y la bebida. En este punto es donde el director comienza a justificar el título de la película. Viaja buscando las respuestas que no encuentra en Brasil. Londres, California, Suiza, Alemania son algunos de los lugares que visita en pos de palabras autorizadas. Todo lo que se ve y escucha a partir de ese momento es sencillamente revelador. Mac Niven no ataca a ningún gobierno ni a ningún medio de periodístico, pero se da el lugar para cuestionarlos duramente. Incluso viaja al pasado con algunas imágenes de archivo con Nixon usando por primera vez (y para siempre) el término “guerra contra las drogas”
La dirección de arte, la fotografía en exteriores tanto en Europa como en Río de Janeiro y la banda de sonido superlativa de Dan Eisemberg, Solarium Prisma Dubfamily y Analog Drink son puntos muy altos en una obra cuyo contenido y forma de tratarlo supera las expectativas. Sobre todo de aquellos que creen haberlo visto todo sobre el tema. Nadie que tenga una opinión formada sobre la legalización de las drogas puede dejar de verla. Y los que no la tienen, ni hablar.
Cada película fue precedida por un cortometraje. En este caso fue Ferocidad entre la Urbe y la Flora de Marcio Venturi sobre un hombre que debe rescatar a su mujer de un secuestro adentrándose en el bosque. Evidentemente mas allá de la historia el hallazgo es la utilización de una sola toma secuencia en la que se desarrolla la historia. El otro corto interesante fue Distancias en donde dos buenos trabajos de José Rodrigues y Alvaro Franco sirven para darle vida a la historia de dos hermanos que vuelven a verse un par de años después de la muerte de su madre y cómo la reavivación de ese recuerdo sirve como catalizador para que ambos resuelvan sus cosas pendientes en la relación de hermanos. Un relato bien llevado de manera bastante convencional pero sin dudas correcta.
Lo que viene, lo que viene…
Lunes 28/11
19:30hrs – 3×4 (6min.) (cortometraje). A su término, Vips (96min.) de Toniko Melo.
21:30hrs – El Pastel (15min.) (cortometraje). A su término, Cualquier Gato Callejero (98min.) de Tomás Portella.
Martes 29/11
19:30hrs – El Guardado (13min.). (cortometraje). A su término, Como Olvidar (100min.) de Malu de Martino.
21:30hrs – Así como Ella (15min.) (cortometraje). A su término, Por el Camino (130min.) de Charly Braun.
Miércoles 30/11
19:30hrs – La Verdadera Historia de la Bailarina de Rojo (17min.) (cortometraje). A su término, 180 (85min.) de Eduardo Vaisman
21:30hrs – Patas para Arriba (97min.) de Roberto Santucci.