Hemshej, opera prima de Julieta Lande, es presentada como un testimonio personal de una joven cuyos abuelos paternos, Joel y Jana, fueron los únicos sobrevivientes de una familia numerosa de Polonia.
Lande menciona un libro que escribieron sus abuelos y otros sobrevivientes de la Shoa, redactado en idish, un idioma que ha caído en desuso y que en Israel pocos aún utilizan para comunicarse.
Pese a que se trata de una lengua con mayoría de términos tomados del alemán y del polaco, su escritura no es tan fácil de desentrañar ya que utiliza letras en hebreo. Aún para quienes dominan el idioma oficial de Israel, la comprensión de textos en idish resulta difícil, salvo que conozcan los idiomas de los que se originó.
Julieta Lande no conoció a sus abuelos, por lo que su fuente más próxima para saber más acerca de sus antepasados era naturalmente Hemshej, su padre. El curioso nombre del progenitor significa “continuidad” o también “estímulo para conseguir”, pero el mutismo del padre, algo muy común en descendientes de la shoah, fue motivo central de la realización de su film, como declara ella misma con voz en off.
Parte importante del metraje fue filmado en Polonia y en Israel. Del primero se rescata la visita que realiza al pueblo de Stok, donde nacieron sus abuelos, confesando que tenía miedo porque, como afirma su padre, “Polonia incomoda” y a tal punto que él rechazó la posibilidad cierta de adquirir el pasaporte de dicho país.
La llegada al pueblo paterno es uno de los momentos más emotivos del documental, cuando se encuentra con una mujer, cuyo padre escondió en su granero al bisabuelo de Julieta. También cuando visita la escuela donde guardan los archivos con las “notas” de sus abuelos. Al recorrer un cementerio con tumbas antiguas afirma que Polonia es en verdad un gran cementerio judío. Incluso se plantea en algún momento una disyuntiva sobre si son los alemanes o los polacos, fueron los más despreciables en relación al Holocausto. Para Julieta son los primeros al ser quienes iniciaron la Guerra, indicando además que se sintió muy cómoda durante su estadía en Polonia y recalcando que sus padres nunca más regresaron allí.
En el viaje a Israel se encuentra con primos, sorprendiéndole el escaso interés que manifiestan en hablar sobre la tragedia de la Segunda Guerra Mundial. Y cuando buscan un bosque, muchos creados con donaciones para honrar a víctimas de conflictos armados, no lo encuentran. Justamente las últimas imágenes de Hemshej muestran placas vacías en otro bosque y que, como afirma la realizadora, es probable que hoy ya contengan nombres de personas fallecidas recientemente.
La película es como confiesa Julieta una búsqueda y reflexión sobre su identidad judía. Es probable que su loable esfuerzo no haya sido suficiente para colmar plenamente las preguntas que se sigue haciendo.
(Argentina, Polonia, 2023)
Guion, dirección, producción: Julieta Lande. Duración: 71 minutos.
