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DOSSIER

Identificación y Manipulación: Algunos puntos a tener en cuenta sobre Blue Valentine.

1-Puesta en escena- Los vicios del cine americano Indie.

Derek Cianfrance uso el manual completo del cine independiente norteamericano para hacer Blue Valentine. Todos los vicios y los modismos se encuentran en la puesta en escena de esta película. Desde la arbitrariedad de filmar el tiempo presente con esos primeros planos con teleobjetivo (donde la ausencia casi completa del plano americano hace casi un manifiesto en contra del clasicismo), pasando por la música cool, canchera y melancólica pensada para jóvenes de clase media acomodada hasta el manierismo clipero fotográfico del salto del 16 mm en los flashbacks al digital en el tiempo presente. Cianfrance siempre juega con una estética al límite del pastiche dándole colores brillantes a la época dorada de la pareja y tonalidades apagadas al presente. El límite se cruza con los groseros excesos como la escena que Ryan Gosling toca la mandolina y Michelle Williams baila en 16mm, poco iluminado y degradado por el transfer a 35mm, una escena vende humo, demagógica, típica del cine Indie donde el director busca “identificación” en el espectador, una escena para adolescentes apenas iniciados.

2- 16 milímetros y Digital; lo idílico vs lo degradado.

¿Por que Cianfrance utiliza el fílmico en los flashbacks y el digital en el tiempo presente? El director ubica el 16 milímetros como un formato muerto y el digital como el cine degradado, por eso el génesis de la pareja es en fílmico y el final de la misma es en digital. A priori, la decisión no estaría mal, pero es tan obvia y manipuladora que resulta realmente molesta en el contexto de esta película. El transfer del 16 milímetros al 35 milímetros muestra una versión distorsionada de la etapa de formación de la pareja, esta distorsión esta relacionada con la sensación de generar un  recuerdo, que nunca son certeros y precisos. Cianfrance manipula al espectador de una forma descarada, lo pone de cara a recuerdos con el fílmico deformado del pasado y propone un presente frío y digital con tonalidades apagadas (la habitación “Futuro” parece una base de la Antártida) para contar la historia de la degradación.

3- Película vs No Película; El fuera de campo.

Cianfrance muestra en Blue Valentine la NO película y deja la película fuera de campo. ¿Cómo se explica esto? Asumiendo el eterno paradigma baziniano que el cine tiene la obligación de mostrar la ambigüedad del mundo, claramente en Blue Valentine no vemos ningún tipo de ambigüedad, vemos blanco y vemos negro. El gris que esta en el medio de blanco y negro queda fuera de campo, es decir, el momento entre los flashbacks de construcción y el presente de demolición es la película, y es la película que no vemos, la película que el director decide no mostrar para darle lugar a la NO película. Esta NO película no tiene espacio para el mundo dual y como dije anteriormente, actúa por “identificación” no por texturas y diferentes capas de la realidad. Cianfrance muestra lo obvio, el trazo grueso, lo que no deja lugar a segundas lecturas para que Blue Valentine sea una película que en ningún momento busque el poner a usar la cabeza del espectador para completar la obra, lo único que busca, manipulando a diestra y siniestra, es la identificación de espectadores no entrenados.

4- Pornografía de lo sentimental: En búsqueda de la identificación

La incesante búsqueda de la identificación que propone el director la realiza a partir de la peor pornografía de lo sentimental. La construcción y destrucción de lo amoroso se muestra sin matices, la manipulación llega de la mano de los tiempos narrativos: En los flashbacks referidos al nacimiento de la pareja vemos elipsis de tiempo en las cuales pasan horas, días semanas. En el presente las elipsis son muchos mas cortas y lo que parece el conflicto es a una guerra de 24 hs. Esta arbitrariedad de los tiempos narrativos no es casual, ya lo hablamos, los motivos del quiebre están fuera de campo, pero ¿Por qué mostrar el final como un shock y el inicio como semanas, meses de placer si la realidad jamás es de esta manera? Al utilizar diferentes tiempos el director esta engañando, manipulando otra vez. La no ambigüedad lleva a que lo sentimental se transforme en algo explicito, casi pornográfico y el final explosivo (con fuegos artificiales y todo) lleva a la angustia al espectador “identificado” con el relato.

5- La identificación como enemiga de la crítica: La obnubilación del relato cinematográfico.

He leído varias criticas de esta película, la mayoría a favor (de hecho, 32 de las 34 criticas que registra esta película en www.todaslascriticas.com.ar son positivas) y claramente el veneno de la identificación contaminó la posibilidad de análisis del relato cinematográfico. Es decir, todos hemos tenido fracasos amorosos, todos tuvimos/tenemos/tendremos pareja pero el fenómeno de manipulación que creó Derek Cianfrance alcanzó a la critica, a priori espectadores entrenados, y los encegueció en cuando a darle una vuelta de rosca mas al devenir cinético del film. Todos se quedaron en los vericuetos amorosos y en lo “dura que es la relación de pareja”. Queremos en estas líneas mas de esa ambigua manipulación hitchconiana (en un plano de Notorious entre Cary Grant e Ingrid Bergman sabemos mas de las relaciones entre hombres y mujeres que en toda Blue Valentine completa) y menos de esta manipulación a la que nos sometió Cianfrance, sin grises, como no es la vida.

 

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