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Críticas - Teatro

¡Llegó la Música!

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¡Llegó la Música!

Textos y Dirección: Alberto Ajaka. Vestuario y Escenografía: Rodrigo González Garillo. Iluminación: Adrián Grimozzi. Sonido: José Omar Ajaka. Concepto Musical: Alberto Ajaka y Martín Laurnagaray. Partitura de Ejecución: Martín Laurnagaray. Elenco: Leonel Elizondo, Sol Fernández López, Karina Frau, Luciano Kaczer, Gabriel Kogan, Julia Martínez Rubio, Andrés Rossi, Gabriela Saidón, Mariano Sayavedra, María Villar, Gabriel Zayat. Prensa: Claudia MacAuliffe.

Con la música a otra parte

En la sala Escalada se crece y se produce manteniendo la calidad de las obras a fuerza de trabajo y compromiso. Coherente con el espacio que ha creado, Alberto Ajaka, actor, director y dramaturgo, trabaja del mismo modo. Su anterior espectáculo, Cada una de las cosas iguales, es fiel ejemplo de ello.

¡Llegó la música!, su última producción, ostentar el mismo nivel de calidad. Dicha obra pertenece al tipo de espectáculo autorreferencial. Sus protagonistas son músicos y la acción se desarrolla en un antiguo teatro municipal, es decir, metateatralidad pura. El autor se ocupa de la antigua y pervertida relación entre el arte y el estado, planteando la compleja coexistencia en un mismo sujeto de dos funciones sociales, el artista y el empleado público; y en esa difícil convivencia se debaten proyectos, deseos, ideologías. ¡Llegó la música! los pone en acto a través de la caracterización de sus personajes a partir de los vínculos teñidos por diferentes características individuales.

Como en muchos espacios sociales, tanto públicos como privados se reproducen relaciones de poder, aparecen micromundos en los que se construyen roles que son fiel reflejo de una realidad mayor.

La dramaturgia de Ajaka se caracteriza por cuestionar espacios y conductas que caracterizan a la sociedad actual. Aparecen así la militancia política, la filiación sindical, las formas colectivas de trabajo y los intereses individuales. La relación entre diferentes estamentos del poder (intérpretes, director de la orquesta, director del teatro, personal de seguridad) y las internas de quienes se dicen pares aparecen en las diferentes conductas de los integrantes de la orquesta. El elenco se desempeña correctamente, de modo parejo, aunque es imposible no mencionar la sutileza de Gabriel Kogan, quien oficia de director, construyendo con precisión al funcionario que ejecuta su tarea (artística) con la calma de aquel que ya ha abandonado el juego hace rato sin que el partido haya terminado, dedicado a hacer la plancha, sin salpicar, casi sin mojarse; y junto a éste el lucimiento de Mariano Sayavedra, el cuidador cumpleañero, el vivo a corto plazo, el psicópata uniformado con humos de servicio secreto medio pelo y de responsabilidad sospechosa.

En el marco de un ensayo de la orquesta de cámara de un ignoto municipio, sus integrantes se preparan para ofrecer una función especial para programadores de un festival extranjero. En aquella futura presentación se depositarán con ingenio y originalidad los deseos de cada uno de los intérpretes, incluido el solista local que regresa envuelto en loas foráneas, fingiendo una distancia más propia de un extranjero que de quien vuelve a la tierra que lo vio nacer. En ese marco aparecen duelos internos, miserias, y el maravilloso absurdo que Alberto Ajaka ha vuelto a trabajar de manera acertada aunque sin el brillo de su apuesta anterior. En relación a esto último tal vez podríamos criticarle cierta desprolijidad en alguna escena en cuanto al picado dialógico propuesto que en el afán de conseguir una interesante dinámica verbal resulta algo desordenado impidiendo así la audición de algún texto. Pero como la propuesta va sumando una profundidad en cuanto a actuaciones y a utilización de recursos de modo original (repare el lector en la ejecución de las piezas musicales por parte de la orquesta), quien suscribe sugiere dejarse llevar hacia lo inimaginable, comulgar con el episodio narcótico, recostarse sobre la butaca y mientras aplaudimos alegremente a sala llena, decimos eesta bieeen!!!

Teatro: Sala Escalada – Remedios Escalada de San Martín 332 Capital.
Funciones: Lunes a las 21.00 hs.
Entrada: $ 35 a $ 50
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