Las Canciones de Amor (Les Chansons d’Amour, Francia, 2007)
Dirección y Guión: Christophe Honoré. Productor: Paulo Branco. Elenco: Louis Garrel, Ludivine Sagnier, Chiara Mastroianni, Clotilde Hesme, Grégoire Leprince-Ringuet. Duración: 100 minutos
Las influencias de la Nouvelle Vague siguen presentes en el cine contemporáneo. Aunque se trate de un musical, en apariencia convencional. Con esto no digo, que Las Canciones de Amor sea una película que esté a la altura de cualquier obra filmada por Godard, Truffaut o Rohmer. Pero si es verdad, que se respira un aire de homenaje, de traspasar la barrera de la verosimilitud, de la puesta en escena.
Preferiría decir que Phillippe Garrel, padre del protagonista de Las Canciones… tomó la posta de la generación del ’60, en temáticas elegidas y estética (Los Amantes Regulares, Inocencia Salvaje), pero es posible encontrar homenajes dentro del cine de Bernardo Bertolucci (en Los Soñadores, por ejemplo).
Desde los títulos uno puede notar cierta influencia del cine de Godard… El recuerdo de Alphaville divaga en mi mente…
Y es intencional. Durante la marcha circularán A Band Apart, Vivir su Vida, Jules et Jim (de Truffaut). Reminiscencias de los ‘60s acompañan a los protagonistas y sus canciones.
Ismael, Julie y Alice, la secretaria del primero forman un ménage a trois. Pero, a pesar de todo, la situación empieza a incomodar a Julie, quien siente que Ismael no le presta demasiada atención. Él se lleva bien con la familia de ella, pero la está dejando de lado. Cuando la relación termina de forma inesperada, Ismael deberá reconsiderar su mundo, y sus relaciones amorosas. Será en ese momento, cuando conocerá a Erwann, un joven homosexual que se enamorará de Ismael.
Conflictos románticos y dramáticos, reflexiones sobre la vida, la muerte, el duelo, la formación de una familia y como volver a empezar, tras los golpes que nos da la vida, es lo que nos presenta Honoré acompañando el relato con canciones de Alex Beaupain. El director perseguirá a los personajes por las calles de París, dando una visita guiada por los sitios más pintorescos y románticos de la ciudad luz. Apelando a superposiciones de imágenes, foto fijas en blanco y negro, una cámara en permanente movimiento y un espíritu sesentoso, Las Canciones… no se destaca por un guión tan exquisito u original como su estética. Honoré apela a golpes bajos, momentos sensibleros, pero es cierto que las pegadizas canciones aflojan los climas pomposos y propios de un culebrón. Algunas escenas humorísticas, que recuerdan a gags del cine mudo (especialmente Keaton o Chaplin), que fueron usadas como referencia en películas de Truffaut y Godard aportan un poco de ligereza para cortar con tanta solemnidad y dramatismo.
Las interpretaciones de Garrel (hijo), la siempre hermosa y sensible Ludivine Sagnier (por segunda vez en un musical tras 8 Mujeres) y la novel Clotilde Hesme le dan credibilidad al relato y los personajes, además de que cada uno de ellos, tienen una gran voz formada. No hay que dejar afuera a Chiara Mastroianni (que tiene el vivo rostro del padre Marcello), que tiene una exitosa carrera musical hace varios años.
Para los amantes de las canciones francesas, París, la nouvelle vague y los melodramas románticos. Las Canciones de Amor fue una verdadera sorpresa dentro Les Avants Premieres.
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