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Cine - Críticas

Las Nuevas Aventuras de Caperucita Roja (3D)

Las Nuevas Aventuras de Caperucita Roja (3D) (Hoodwinked Too! Hood Vs. Evil, Estados Unidos, 2011)

Dirección y Guión: Mike Disa. Producción: Joan Collins Carey y Maurice Kanbar. Distribuidora: Doble E. Duración: 87 minutos.

Desde que en 2001 Dreamworks rompió los esquemas de cuentos clásicos con la indispensable Shrek, hubo varios intentos de descontracturar el esqueleto narrativo de cuentos clásicos, llevando los personajes a otro plano. Digamos que la característica principal se basa en el “Y que pasaría si…” Los resultados has sido dispares y por eso me llamó la atención una segunda parte de ese plomazo que fue Las nuevas aventuras de Caperucita Roja porque ni siquiera es que le fue fenomenal en la taquilla.

En aquella oportunidad todo arrancaba por el final del cuento clásico con Caperucita, el lobo, el leñador y la abuelita en la cabaña; pero con el gancho de una redada policial en la que se acusaba a los presentes con cargos del tipo: portar hacha sin licencia, intento de devorar humanos, traspasar propiedad privada y otras tonterías. Todo llevado a un interrogatorio en el que cada personaje contaba su versión del “caso”.

Los mismos directores y guionistas (eran tres: Cory Edwards, Todd Edwards y Tony Leech) decidieron ir mucho mas allá en su propuesta agregando otro guionista mas y dándole al mismo la tarea de dirigirla solito (Mike Disa). De modo que si La verdadera historia de Caperucita Roja era difícil de llevar, esta segunda parte es directamente insoportable.

Esta vez, la abuela, Caperucita y el lobo son agentes encubiertos del escuadrón de los finales felices. Una especie de FBI para personajes de cuentos infantiles que se encarga de resolver algunos misterios rutilantes. Caperucita está entrenando Kung Fu en algún lugar místico como si fuera la hermana de Rambo. Mientras tanto, la villana de turno secuestra a Hansel y Gretel y mete en problemas a la abuelita que acá aparece vestida como Uma Thurman en Kill Bill. Caperucita deberá asociarse con el lobo para tratar de solucionar el tema y prestigiar a la agencia. Sobran las referencias cinematográficas obvias, desde Duro de Matar a Misión Imposible, pasando por Buenos Muchachos y Terminator. Referencias absolutamente innecesarias e ilógicas, salvo claro, que los guionistas piensen que los chiquitos a los que llevaríamos a ver la película ya las vieron todas, están nutridos de violencia y se saben las referencias de memoria. Pues no. A los 15 minutos aparecen los primeros bostezos de chicos y grandes porque todo parece estar centrado en la acción y no en la trama. Los personajes están lo suficientemente mal delineados y reubicados desde lo clásico a lo moderno como para lograr que a nadie le importe si los buenos ganan o no. No hay lugar para la reflexión o algún mensaje. Aunque más no fuere un mensaje de texto, mire lo que le digo.

La utilización del 3D debe ser de lo peor que ofreció Hollywood desde su existencia pues salvo una mayor recaudación en la boletería, la película no tiene una sola escena que lo justifique.

Adelantar algo más de la trama sería convertir los interminables 84 minutos en un siglo y medio. Puede ser que al final levante un poco (porque mas abajo no puede caer), pero si su hijo le pide la hora es porque tiene razón. Levántese y ande.

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