EN EL TRANSCURSO DEL DUELO
Con muy pocos elementos, una precisa puesta en escena, sin necesidad de subrayar el conflicto y valiéndose de una cámara al servicio de la historia y sin regodeos esteticistas y vacuos puede concebirse una buena película.
Es lo que sucede en la hora y poco más de Lo que queda, opera prima de Mariel Escobar, que se sumerge en un relato de bajo perfil con resultados más que interesantes.
La propuesta es directa y marca el retorno de Ana (Malena Filmus) con su pareja J. B., ambos procedentes de Canadá, debido a un accidente automovilístico de Julián, ex novio de la protagonista, quien ahora se encuentra en estado de coma.
Desde ese paisaje de tristeza, espera e infinita melancolía, donde se invocan el recuerdo y un presente que no podrá modificarse, la joven directora escarba en el inminente dolor de la pérdida, en el tránsito hasta la concreción del duelo y en el nuevo estado de las cosas que vivirá Ana, junto a su pareja foránea, al reencontrarse con los familiares de su ex. Allí la película solo necesita, y por suerte se elige ese camino, bucear en el interior de los personajes, sin declamaciones ni exageraciones, dando a conocer esas pequeñas huellas que pertenecen al pasado que parecía borrado y que ahora se insertan en un presente borrascoso.
En ese sentido se está ante una pequeña pero contundente historia de emociones contenidas donde Ana con-vivirá en el departamento que compartía con el ahora ausente Julián.
En esa sutil secuencia Ana descubrirá un futuro que nunca llegará, se contactará con objetos del pasado que recobran protagonismo y con una voz que se está acallando para siempre.
Esos momentos de tensa tensión y emoción a flor de piel están representados por un tono sin subrayados narrativos, a pura imagen, con silencios en lugar de textos redundantes, concisos y planificados con el máximo rigor desde la escritura del guion al servicio de la puesta en escena.
Sí, se está frente a una película argentina que puede confundirse con otras tantas alternativas de tono minimalista y poco empáticas a un hipotético espectador. Pero en el caso de Lo que queda, más que acertado título, con una narración que fluye sin inconvenientes, la sutileza y el tono menor triunfan para transmitir una valiosa emoción que va más allá de sentencias y lugares comunes.
Como esas cenizas que se desparraman, y también fluyen, cerca del final de la historia.
Dirección: Mariel Escobar. Guion: Mariel Escobar, Malena Zanazzi Izumi. Elenco: Malena Filmus, Lautaro Bettoni, James Wright, Mauricio Minetti, Guadalupe Docampo. Producción: Florencia Paz Domínguez. Duración: 64 minutos.
