(Estados Unidos, 2014)
Dirección: Rob Minkoff. Guión: Craig Wright. Elenco: Ty Burrell, Max Charles, Ariel Winter, Allison Janney, Stephen Colbert, Leslie Mann. Producción: Denise Nolan Cascino, Alex Schwartz. Distribuidora: Fox. Duración: 92 minutos.
La historia como entretenimiento.
La fantasía de los viajes en el tiempo ha nutrido gran parte de la historia de la ciencia ficción. El desarrollo de las ciencias, especialmente de la física cuántica y las teorías sobre los agujeros de gusanos, han otorgado a los escritores herramientas (y viceversa) para narrar complejas historias para volver al pasado, viajar al futuro y poder ser partícipe de los hechos sobre los que los historiadores realizan sus trabajos académicos y los periodistas su oficio.
Las Aventuras de Peabody y Sherman (Mr. Peabody & Sherman, 2014) reelabora un segmento de un programa de dibujos animados de fines de los años cincuenta y principios de los sesenta que emitía la televisión norteamericana, intitulado Peabody’s Improbable History. Hoy Dreamworks decidió retomar los personajes y su temática para contar una nueva historia que comienza narrativamente con la explosión social que condujo al proceso político de la Revolución Francesa y más tarde en el presente con el primer día escolar de Sherman.
Peabody es un orgulloso perro de raza beagle con una inteligencia humana que se ha adaptado a la sociedad destacándose como un miembro prominente a través del deporte, los negocios, la ciencia y la política desde una posición ética aparentemente desinteresada. Al encontrar a un bebé abandonado en la calle, Peabody decide adoptarlo y para educarlo crea una máquina del tiempo con vistas a ayudarlo a comprender los hechos históricos más relevantes de la historia siguiendo las teorías de los puntos de ruptura paradigmáticos. De paso, Peabody aprovecha para intervenir en todos los acontecimientos históricos relevantes de la cultura occidental.
La película se basa principalmente en los pequeños toques de humor y gags satíricos respecto de la historia y de conocidos personajes de la Revolución Francesa como María Antonieta o Robespierre. Aunque entretenida y graciosa, los estereotipos históricos conservadores son muy fuertes en la construcción conceptual de la película con un marcado ángulo respecto de la competitividad, la pertenencia a una clase social, y un marcado desdén general para con las culturas antiguas y sus creencias, consideradas obsoletas y vetustas.
El concepto moderno de historia es mucho más que un conjunto de momentos, teorías e inventos desarrollados por personajes geniales. La historia es el proceso de construcción social de un relato que nos interpela como comunidad y nos permite comprender los acontecimientos que marcan nuestras tradiciones y costumbres. La historia como entretenimiento es un concepto peligroso incluso cuando el convite está dirigido a un público de niños pequeños.
Por Martín Chiavarino
