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CRÍTICAS - CINE

Cuando Despierta la Bestia (Når Dyrene Drømmer)

(Dinamarca/ Francia, 2014)

Dirección: Jonas Alexander Arnby. Guión: Rasmus Birch. Elenco: Sonia Suhl, Lars Mikkelsen, Sonja Richter, Jakob Oftebro, Stig Hoffmeyer, Mads Riisom, Esben Andersen, Gustav Dyekjær Giese, Benjamin Rasmussen, Tina Gylling Mortensen. Producción: Ditte Milsted y Caroline Schlüter. Distribuidora: CDI Films. Duración: 84 minutos.

Comunidad y metamorfosis.

El cine europeo de género juega de manera consciente desde un rol opositor para con lo que suele ser la producción del mainstream norteamericano de nuestros días, flexibilizando la distancia a conveniencia según los intereses del realizador de turno. Así las cosas, podemos encontrarnos con diferentes disyuntivas formales en una rivalidad que nunca llega al terreno del fundamentalismo, ya que funciona como una mixtura siempre abierta al diálogo: está la estrategia centrada en extremar el discurso (volcando el relato hacia la severidad), la opción satírica implícita (que gusta de señalar los puntos ridículos de Hollywood) y finalmente la maniobra del contraste (el combinar géneros a pura anarquía).

Indudablemente Cuando Despierta la Bestia (Når Dyrene Drømmer, 2014) opta por la primera alternativa y construye una relectura eficaz de varias temáticas en torno a los licántropos, esa eterna metáfora acerca de la animalización del ser humano y la intolerancia del entramado social en lo referido a la aceptación del diferente, el pánico más irreflexivo y el afán “civilizador” a cualquier costo. Con ecos lejanos de la excelente Criatura de la Noche (Låt den Rätte Komma in, 2008), la ópera prima de Jonas Alexander Arnby -un asistente de utilería de Lars von Trier reconvertido en director- logra unificar sutilmente los pormenores comunales y la metamorfosis hacia la piel de la bestia, hoy el engranaje bicéfalo del horror.

De hecho, la propuesta edifica un puente entre ambas comarcas mediante la “exclusión” de la protagonista, un rescate conceptual que se agradece en un contexto dominado por Estados Unidos y tendiente a la homogeneización infantiloide y la pobreza de recursos. Aquí el guión de Rasmus Birch retrata el entorno familiar/ laboral de Marie (Sonia Suhl), una joven que vive en un pueblito perdido de Dinamarca junto a su madre comatosa y su padre, quien abraza a la docilidad bienintencionada como principio rector de su existencia. La aparición de un sarpullido en su pecho y el trato violento por parte de sus compañeros de trabajo serán los primeros síntomas de que la colectividad le reserva una cacería salvaje.

Atravesando con solvencia tópicos candentes e históricos como la inevitabilidad del linaje, el odio consensuado y el anhelo desesperado en pos de sobrevivir, el convite presenta un desarrollo dinámico que escapa a los moldes vetustos del cine arty y a esa parsimonia de cotillón de índole festivalera. Si bien por momentos Arnby peca de falta de ideas novedosas a nivel visual, por suerte luego lo compensa dosificando el suspenso y entregando una buena dirección de actores, con la propia Suhl a la cabeza (en especial llama la atención la fortaleza lacónica de su interpretación). La película en general reclamaba un desenlace más intenso, no obstante la masacre de ocasión cumple dignamente con el criterio de justicia…

calificacion_3

Por Emiliano Fernández

 

Angustia y licantropía adolescente.

¿Cuándo es más efectivo el terror, cuando nos sumerge en relatos fantásticos de enorme despliegue visual y efectos prostéticos o cuando se presenta como una historia conformada dentro de elementos más simples y mundanos que infieren otro tipo de realismo? Gracias a lo segundo el debutante Jonas Alexander Arnby sorprendió a todos en el Festival de Cannes del año 2014 con su opera prima Cuando Despierta la Bestia (Når Dyrene Drømmer, 2014).

En un pequeño pueblito pesquero danés vive Marie, una adolescente que comparte su hogar junto a padre y su madre, quien sufre una extraña enfermedad a raíz de la cual vive postrada en una silla de ruedas, prácticamente catatónica. Marie empieza a notar cambios en su ser, cambios por fuera de lo estrictamente adolescente. Algo raro sucede, algo que parece haber heredado de su madre, que es conocido por su padre y temido por todo el pueblo: es una mujer lobo.

Con un tono melancólico similar al de Criatura de la Noche (Låt den Rätte Komma in, 2008), lo que se presenta es una historia que no habla tanto sobre la transformación monstruosa del mito licántropo, sino de otro tipo de transformación: de la juventud hacia la adultez. El estilo visual de Arnby pone en imagen a ese pequeño pueblo a orillas del mar, con planos generales que evidencian esa naturaleza agreste que funciona como telón de fondo del relato. La lenta cadencia del film refuerza ese espíritu desolador que envuelve a personajes con un enorme secreto, que progresivamente se torna imposible de ocultar.

Se utilizan de forma interesante los elementos constitutivos del mito del hombre lobo para combinarlo con la angustia femenina adolescente -de forma similar a lo hecho por Ginger Snaps (2000), pero sin el costado gore- y dándole un matiz dramático cuya lectura va más allá de lo estrictamente fantástico. Aquello que le ocurre a Marie es lo mismo que podría ocurrirle a cualquier “extranjero” en un ámbito donde se encuentra fuera de su elemento, y donde todos se esfuerzan en hacérselo saber.

Con una tensión dramática en constante in crescendo que se abre paso a través del pulso letárgico de la historia, Cuando Despierta la Bestia seguramente será del agrado de aquellos entendidos del género con ánimo de ver un approach distinto de una temática tantas veces transitada en la pantalla grande.

calificacion_3

Por Alejandro Turdó

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