Si tenemos padres e hijos, tenemos conflictos. El cine ofrece ejemplos de todos los géneros y tonos, y algunas veces mezclando esos elementos. Así se aprecia en Nuestros días más felices.
La película comienza con una madre y su hijo. Por un lado, Agatha (Lide Uranga), de 74 años, que nunca volvió a estar en pareja. Por otro lado, Leónidas (Cristián Jensen), de 36 años, quien vive con ella, trabaja en un puesto turístico y tiene una fascinación por Islandia y los recuerdos familiares, que atesora y recrea en una carpeta. Una relación posesiva, dentro de una casa que parece venirse abajo (las goteras nunca son arregladas). Para peor, ella siente dolencias, la clara evidencia en una enfermedad que podría ser grave.
Esos detalles, más una paleta de colores, una fotografía y una banda sonora solemnes, hacen pensar en un drama denso. Pero desde el vamos se asoman detalles que la vuelven una propuesta distinta y descontracturada, sin sacrificar su esencia. Para empezar, un gurú de autoayuda que Agatha sigue con fervor. Pero nada hace prever que de golpe, la propia mujer se despierte en el cuerpo de la niña de 7 años que fue alguna vez (aquí la interpreta Matilde Creimer Chiabrando). Un episodio que trastoca la relación familiar y lo que podría pensar alguien de afuera; por eso la pequeña matriarca ordena cubrir las ventanas y otros espacios que permitan ver el adentro. También llaman a Elisa (Antonella Saldicco), la hija mayor, quien hizo su vida lejos de casa y de aquel pueblo costero. A regañadientes, ella regresa, y además de empaparse de los milagros inesperados, tendrá la oportunidad de resolver cuestiones irresueltas de su vida.
La directora Sol Berruezo Pichón-Revière venía de debutar con Mamá, mamá, mamá, donde narra una pérdida desde el punto de vista de una niña que está dejando de ser tal. Aquí reincide en los vínculos familiares, aunque dentro de un esquema digno de un cuento de Julio Cortázar, o de un capítulo de La dimensión desconocida. El absurdo y el humor dan pie a momentos hilarantes, como la manera en que Agatha lleva su flamante condición -pretende seguir vistiéndose y maquillándose como señora- y cómo ahora se vincula con sus hijos. Pero la comedia convive con las complejidades y las cuestiones más profundas que explora Pichón-Revière. Principalmente, la intimidad de los protagonistas y cómo deben aprender a resolver sus diferencias para que cada uno pueda ser feliz.
Ternura y reflexión se dan cita en Nuestros días más felices, a la vez que confirma el talento y la audacia de una realizadora ascendente.
(Argentina, 2022)
Dirección: Sol Berruezo Pichón-Revière. Guión: Sol Berruezo Pichon-Riviére, Laura Mara Tablón. Elenco: Matilde Creimer Chiabrando, Lide Uranga, Antonella Saldicco, Cristián Jensen. Producción: Laura Mara Tablón. Distribuidora: Rita Cine. Duración: 100 minutos.