La uruguaya

MONTEVIDEO, MI AMOR

Película construida a través del crowdfunding (por eso, al final, figuran los nombres de los 1961 “productores), el segundo opus de Ana García Blaya, describe una historia de amor, o en todo caso, de atracción inmediata entre un escritor argentino que pasó los 40 y anda en crisis de pareja y una joven montevideana a la que conoce por azar y de ahí surge el flechazo. O la calentura. O el primer franeleo que quedará en eso y que, al poco tiempo, hará que Lucas Pereyra (o “Pereira” como ella le dice), interpretado por Sebastián Arzeno, retorne a Montevideo a la búsqueda de su objeto de deseo.

Ella es Guerra (Fiorella  Bottaioli), el otro protagonista central de la trama con tres personajes de peso. Sí, tres, porque el paisaje montevideano, sus calles, bares, transeúntes, personajes satelitales y esa atmósfera tan reconocible de semejante ciudad, adquiere un peso dramático acorde a la historia que viven Guerra y Pereira. 

La película está basada en una novela de Pedro Mairal, el también autor de “Una noche con Sabrina Love”, que en manos de dos guionistas convierten a la trama en una perfecta fusión de personajes y paisaje. Pero allí, claro,, está la cámara de la directora (sugiero ver su opera prima: Las buenas intenciones, de 2020, que tiene más de un contacto con La uruguaya en cuanto al rol que ocupa la masculinidad en una situación nueva, extrema y original), recorriendo ese paisaje tan sustancioso y necesario para el devenir de la trama.

La uruguaya gana puntos en esa conexión entre personajes y paisaje, en cierta sutil ironía sobre el comportamiento del argentino “vivo” en cuanto a transacciones de dinero, en el ida y vuelta que se produce entre Guerra y Pereira al referirse a la diferencia de edad, la situación matrimonial de él, la pose liberal y deconstruída de ella. Y gana aun más cuando desde el inicio se da a entender el particular punto de vista que elige, el sujeto narrador, que no es ninguno de los dos personajes principales, en una decisión estética (y de escritura de guión, ya que estamos) que se recuperará al final de la historia.

Pero, justamente, y a propósito de diálogos, y en ese punto, La uruguaya ostenta, por momentos, una sobreescritura, un exceso de textos declamados en pose que provocan el peligroso riesgo de caer en un artificio vacuo, en aquello que ocasiona demasiado “ruido” en el receptor. Es decir, la película, ya de por sí dialogada, con ese paisaje siempre protagonista, resuena declamatoria y por instantes poco auténtica en el ida y vuelta verbal de la pareja central.

En esa balanza a favor y en contra de La uruguaya, por suerte, surge Montevideo como sustento dramático de la trama, tan potente desde lo visual que hasta atenúa esos defectos que acosan a una particular historia de (des)amor.

(Argentina, Uruguay, 2022)

Dirección: Ana García Blaya. Guion: Christian Basilis y Josefina Licitra sobre la novela de Pedro Mairal.Elenco: Sebastián Arzeno, Fiorella Bottaioli, Jazmín Stuart, Gustavo Garzón. Duración: 78 minutos.