DEMASIADOS CLIMAS PARA UN SOLO PAISAJE
Los personajes centrales son Leandro (Luppi) y Eugenia (Salas), pareja joven con parto cercano, reunión familiar a propósito de un cumpleaños y la geografía cordillerana de fondo, con Mendoza como centro pero lejos de la ciudad, es decir, espacios abiertos e interminables, montañas, largas carreteras y rutas, inclemencias y variables del tiempo acordes a esos lugares.
En primera instancia, una encuentro familiar, acaso la zona que terminará resultando la más destacable del film de Matías Rojo. Padre temible desde la mirada (Brieva en su salsa aun cuando repite algunos tips de su papel en El ciudadano ilustre) y su pareja (la siempre funcional María Ucedo), en especial para el hijo mayor que espera a la criatura, a través de algún diálogo ríspido pero más que nada desde silencios concluyentes que se rematan con la palabra concreta del progenitor y el temor que le impone al vástago.
Justamente, vaya curiosidad, en esa zona del relato el paisaje está en off ya que la trama se limita a un áspero conflicto familiar que podría estallar en mil pedazos y de manera catártica.
La segunda parte de Paisaje, ahora sí, abarca a esa geografía protagónica junto a la pareja central, perdida en medio de la nada, con percance de auto de por medio en la ruta, sin ayuda cercana, a la espera de un milagro, es decir, de alguien que ande por ahí y les ofrezca una mano. Son los momentos en que la narración modifica su rumbo, adentrándose en diálogos banales entre Leandro y Eugenia, ella ya con molestias preparturientas y él en plan de salvataje frente a ese paisaje que ya acosa e intimida.
El tránsito de la pareja será a pie y presentará la última parte de una historia que declinará definitivamente el interés, ya de por sí y a esta altura, bastante endeble. El paisaje vuelve a cobrar una importancia menor frente al encierro de la pareja convirtiendo a la trama en una historia sobre la supervivencia. Sin embargo, Leandro saldrá a la búsqueda de ayuda y se topará con una pareja de lugareños dignos de temer y fanáticos de ciertos rituales y de supercherías varias que parecen salidas de una mala película de terror.
En fin, demasiados climas y atmósferas para un paisaje único. Demasiados cambios de tono junto a diálogos rutinarios para explicar, o por lo menos intentar, la crisis de una joven pareja a punto de convertirse en padres.
En tanto, el personaje de Dady Brieva reaparecerá cerca del final pero ya demasiado tarde para cambiar el rumbo de la película.
(Argentina, 2023)
Dirección: Matías Rojo. Guion: Pablo Longo. Elenco: Ailín Salas, Dady Brieva, María Ucedo, Juan Luppi. Duración: 93 minutos.