(Francia, 2012)
Dirección: Carine Tardieu. Guión: Raphaele Moussafir y Carine Tardieu. Elenco: Isabella Rossellini, Isabelle Carré, Agnès Jaoui, Denis Podalydès, Juliette Gombert, Anna Lemarchand. Producción: Fabrice Goldstein y Antoine Rein. Distribuidora: CDI Films. Duración: 89 Minutos.
De pequeñas historias que conmueven.
¿Quién no tuvo alguna vez un amiguito intrépido cuya presencia molestaba a nuestra madre? ¿Cómo no recordar a esa maestra de escuela que siempre nos castigaba? ¿Y los primeros amores? ¿Con cuántos problemas puede enfrentarse una niña de nueve años?
Pequeñas Diferencias es una película basada en la novela de Raphaele Moussafir, Du Vent Dans Mes Mollets, que nos acerca una reflexión sobre el mundo de los adultos, con sus sacrificios diarios, sus heridas, responsabilidades, complicaciones e incluso la muerte; con la particularidad de estar narrada siempre desde la inocente -pero no por eso poco incisiva- mirada de Rachel Goldstein y su amiga Valérie.
Rachel tiene 9 años y es hija única. Inteligente, observadora e introvertida, es una niña especial, extrañamente estresada para su corta edad. A Rachel le cuesta un poco tener amigos por la poca libertad que le brindan sus dos peculiares padres: su ansiosa y activa madre Colette (Agnès Jaoui), y su no tan dulce padre Michel (Denis Podalydès), un sobreviviente de los campos de concentración nazis. La visita de su abuela, quien compartirá con ella habitación, acarreará para la pequeña Rachel un acercamiento ulterior a ese mundo adulto del que ya estaba formando parte. Pero su ansiedad y su suerte cambiarán cuando conozca en el colegio a Valérie, una intrépida y extrovertida amiguita con quien comenzará a experimentar nuevas experiencias y a darle un tono pícaro a sus preocupaciones de todos los días.
La película es una comedia agridulce, de cuidadas imágenes y buena musicalización, con muy buenas actuaciones de las niñas y de los padres, y un divino toque surrealista por parte de la interpretación de la psiquiatra de la niña. El film nos habla también del talento de Carine Tardieu, quien parece haber incluido imágenes de su propia infancia, por la precisión y originalidad con las que están construidos los personajes.
Sin perder en ningún momento la inocencia, la propuesta nos traslada hacia nuestra propia infancia, conmueve y sabe provocar carcajadas certeras, constituyendo éste su principal mérito. Promueve una mirada lúcida sobre las problemáticas cotidianas y las incertidumbres que nos envuelven como seres de sentimiento.
Por Sofía Lara Gómez Pisa
