Ricardo Becher, Recta Final (Argentina, 2010)
Dirección y Guión: Tomás Ligpot. Producción: Tomás Ligpot Edición: Juan Marino Morduchowicz y Tomás Ligpot. Música: Luciano Tomás Nieto Vilar. Cámara: Tomás Ligpot y Tomás Larrinaga. Dirección de Sonido: Hernán Severino. Sonido directo: Rufino Basabilvaso. Post producción de imagen: Esteban Perroud. Foto fija: Marina Di Raimondo. Duración: 70 minutos.
Basado en su propia experiencia como alumno y en testimonios de quienes compartieron desde diferentes lugares y en distintos momentos la carrera del cineasta Ricardo Becher, Tomás Lipgot rescata en este documental el trabajo de quien fuera su maestro.
Con casi ochenta años a cuestas, el cineasta fundador del Neo expresionismo Digital –NeD- recuerda junto a sus afectos anécdotas y trabajos cinematográficos que marcaron su camino y dejaron muchos discípulos. El film lleva el mismo nombre de la novela (una de las tantas en su haber) que Becher está a punto de terminar en la actualidad.
Con una estructura dinámica, se alternan testimonios del propio maestro, de su pareja, sus alumnos, compañeros y amigos con inserts de la propia obra de Becher (entre otros Tiro de gracia, El Gauchito Gil, la sangre inocente). Las conversaciones que el protagonista mantiene con todos los que lo rodean descubren una personalidad creativa, inquieta, inquisidora y productiva.
Recta Final es interesante por el valor que el film encierra en sí mismo como documento único que mantendrá vivos tanto el legado como el espíritu de un hombre que no solamente dedica sus días al arte, tanto desde la escritura como desde el lenguaje cinematográfico, sino que además se preocupa por transmitir sus ideas y experiencias. Como en Fortalezas, el director deja bien claro que le interesa sacar a relucir la parte más humana de los personajes que aborda.
Pero por otro lado y aunque todo esto tenga su propio peso, es cierto que la película es monótona para quienes no forman parte de esa comunidad particular que es la de directores, técnicos y guionistas. Poco uso hay en el film de recursos –más allá de los mencionados inserts- que permitan una apreciación más animada y amena; el resultado: una muy noble intención y una buena idea la de poner en valor una personalidad tan interesante como la de Beher. Sin embargo, aburre.
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