Seesaw (Japón, 2010, 70´) de Keihiro Kanyama
Se trata de un pequeño film nipón, urbano e intimista que relata la vida de una pareja de treintañeros, quienes deben afrontar y tomar ciertas decisiones que impone la vida de adultos con grandes resabios de una adolescencia, que aparentemente se reniega a ser abandonada.
Kanyama, en su ópera prima, logra transmitir con gran intensidad la cotidianeidad de Makoto y Shinji, los cuales provocan la inmediata empatía a partir de sus personalidades. Son seres queribles, agradables, sin grandes conflictos, con las mismas dudas, miedos, diversiones y torpeza de cualquier contemporáneo. A pesar de ser una historia transcurrida en el paradigma de la tecnología, como lo es Japón, el joven cineasta (también actúa en el film), muestra con gran ductilidad de cámaras y planos, lo más íntimo de esta pareja, con situaciones que también vivimos nosotros a diario, en este lado del hemisferio. Nos identificamos con ciertas escenas como lo es la ardua labor de lavar los platos luego de una fiesta en casa u olfatear la mayonesa, para chequear su estado antes de volcarla en el plato.
Con gran riqueza narrativa, se produce un giro en la trama, que nos lleva de la risa y la complicidad amena a lo estremecedor que es el sufrimiento traumático, cuando un hecho inesperado de índole trágica nos sorprende. A partir de ahora, el recurso es el mismo, pero se refleja la intimidad del dolor cuando uno se encuentra solo ante él.
Seesaw, es una verdadera sorpresa que nos deparó este Bafici 2011, esas películas que uno elige ver intuitivamente, sin mucha data previa, pero que gracias a festivales como este, tenemos la oportunidad de disfrutarla, ya que muy difícilmente llegará a nuestra cartelera comercial.