Sergio Pángaro | Voz y Piano.
Nina Simona, Adry Vazquez | Coros.
Sebastian Ricciardi | Batería.
Pablo Nardo | Bajo.
Leo Minig | Guitarra Eléctrica.
Fernando Carlini | Saxo.
Foto | Andrea Ongay
¡Oh, qué noche la del sábado 30 de Agosto! Después de haber visto a Pedrito Aznar en el Luna Park, fui hasta el Bebop Club (que queda a unas siete cuadras) con el objetivo de conseguir entradas para ver el último show que iban a dar Sergio Pángaro y Baccarat en el año. Pedro me había dejado manija, pero necesitaba más… ¡más!
Llegué y había una cola que emergía desde el subsuelo en donde está ubicado el Bebop Club hasta la calle, donde estaba Javier Malosetti sacándose fotos con todos. Pregunté si había entradas y un muchacho de traje con moñito me dijo: “No, se agotaron… ¡no, mentira! Todavía hay”. Un gracioso total. Saqué una y me dispuse a cerrar la noche a pleno, bailando al ritmo de Baccarat… esa elegante banda de salón, clásica y moderna a la vez, que es capaz de sacudir al más duro de los concurrentes.
El recital arrancó meloso y baladístico, con “Dos Corazones” y “Si Yo Fuera Tú”, donde Pángaro sacó a relucir su voz de crooner, bien acompañado por las chicas del coro. Continuaron con la temática romántica al cantar “Tocas mi Alma” del disco Por el mundo, de 1999, para luego pasar a un plano más movido con la celebrada “Hippie en Constitución” y la divertida “Pol”, que cuenta las desventuras del Beatle en la ciudad de Buenos Aires.
El jolgorio dio paso a una secuencia más bien emo como definió el propio Pángaro, al sonar “Mal Mortal”, de los San Martin Vampire, banda de la que fuera cantante hace un tiempo. Muy buena canción, por cierto. Luego llegó el turno de “Come Prima”, una excelente balada italiana en la que se lució el guitarrista Leo Minig con su guitarra cargada de tremolo, y que fue intervenida por el saxofonista Fernando Carlini, que en medio de todo el candor y el romanticismo se mandó solo con la melodía principal de “Careless Whisper” de Wham! alterando nuestros sentidos.
No fue la única canción en italiano que sonó en la noche. Luego de “Persiana Baja”, “Como Tomar”, “Estatua de Nylon” y la genial “Torero” fue el turno de “Tu Vuó Fá L´Americano”, esa canzonetta que le cantaban a los tanos que se hacían los yankees en vaya a saber uno qué época.
Todos nos levantamos de las mesas cuando sonaron “Hound Dog”, “Lluvia Dorada” (que incluyó un pedacito de La Bamba en el diome) y “Canten!”, en la cual Pángaro se desató y realizó un cómico paso de baile con una silla en la cabeza, luego de “bucear” sobre el escenario y saltar desde un parlante que había en el costado.
Mientras sonaba la última canción, “La Final del Mundial”, el mojito que me pedí para estar en sintonía con la onda lounge general ya era más hielo y hierba buena que otra cosa… todo tiene su final, cantaba Hector Lavoe y la noche del sábado también. No duden de ver a Baccarat cuando vuelvan a tocar, no se van a arrepentir. Y acompañen el recital con un buen trago en la mano.