Simon Boccanegra
Dirección musical: Stefano Ranzani / Carlos Vieu. Dirección de escena: José María Condemi. Música: Giuseppe Verdi. Libreto: Francesco Maria Piave y Giuseppe Montanelli, revisado por Arrigo Boito (basado en la pieza teatral homónima de Antonio García Gutiérrez). Diseño de Escenografía: Cameron Anderson. Vestuario: Producción Teatro Colón – Reposición: Eduardo Caldirola. Diseño de Iluminación: Roberto Traferri. Reparto (1º elenco): Roberto Frontali; Angela Marambio; Konstantin Gorny; Gustavo López Manzitti*; Fabián Veloz; Mario De Salvo; Fernando Chalabe; Cintia Velázquez. Orquesta y Coro Estables del Teatro Colón. Prensa: Teatro Colón.
Intrigas políticas, familiares y amorosas, el paso del tiempo, destinos esquivos, y el siempre presente mar son las boyas que recorre Simon Boccanegra.
La puesta ofrece sólo un cambio de escenografía que se corresponde con muchos y muy significativos cambios: los veinticinco años que transcurren entre el prólogo y el primer acto, la deliciosa trasmutación de María niña en Amalia mujer (con un recurso similar al bello flashback de la escena del reconocimiento entre Simon y María), el golpe de timón en la vida de Boccanegra: de corsario a Dogo de Génova, un fulgurante barco desafiando al embravecido mar que pasa a encallar en una tierra firme no menos embravecida. Los tres actos se dan sobre un fondo casi idéntico; sin embargo los múltiples puntos escénicos conseguidos por variados planos tanto en altura como en profundidad, y los cuantiosos puntos de ingreso y egreso de los intérpretes, ocasionan una buena dinámica. El diseño de iluminación de Roberto Traferri fue crucial y exquisito, tal vez, el recurso que mayor expresividad aportó a la puesta. A su vez, el acervo del Teatro Colón se hace manifiesto en un esmerado vestuario.
No fue el fuerte de la función la labor actoral; sin embargo, las voces han mostrado una gran solidez, con Roberto Frontali en el papel de Simon y la María de Ángela Marambio a la cabeza, los sonoros bajos de Konstantin Gorny encarnando a Fiesco, el buen trabajo de Fabián Veloz como Paolo y el exitosamente afrontado desafío de Gustavo López Manzitti, al reemplazar a Andrew Richards en el rol de Gabriele Adorno (dicho reemplazo se repetirá en todas las funciones), son los factores que se destacan en la puesta.
La excelencia de la orquesta y el coro merecen un párrafo aparte. Este último fue muy bien utilizado para generar las sensaciones de lejanía de las diferentes manifestaciones populares. Pero al margen de los pormenores de la puesta, ambas formaciones estables del Teatro Colón demuestran su valía frente a la desidia y las tramas de poder.
Tramas tan sutiles teje Verdi con un noble resultado; noble, como noble fue el corsario que devino cabeza del pueblo y de la nobleza. El sabor que deja Simon Boccanegra es agridulce. El destino que constantemente se tuerce en favor de cierta justicia poética es de todos modos un destino de muerte. Aún ungido de los más altos honores, Simon, ante su inevitable fin, siguió añorando el mar. Y si bien mar está siempre presente, de todos modos, esta versión de la obra de Verdi nos deja añorando algo.
Teatro: Colón – Cerrito 628
Funciones: martes 19, viernes 22, miércoles 27 y viernes 29* de julio a las 20.30 hs. y domingos 24 y 31* de julio, 17 hs. (* Función Extraordinaria).
Entrada: desde $120. (Cazuela y Tertulia de pie $40, Paraíso de pie y Galería 2º lateral 3ª fila $30).