And it’s a sad, sad world
When a girl will break a boy
just because she can.
FIN DE SEMANA PERDIDO
El barco de The Idol atracó en la pantalla de HBO bajo un cielo poco auspicioso: fricciones entre la visión de la showrunner Amy Seimetz y la de sus colegas, Sam Levinson y The Weeknd, que habían precipitado su desvinculación del proyecto; la presunta explicitud de sus escenas sexuales, que anticipaban un escándalo por su carácter explotativo; por último, las tempranas críticas negativas que la exhibición de sus dos primeros episodios había suscitado en Cannes. Por supuesto que la mala prensa resulta, al fin y al cabo, prensa. Resulta cierto también, que la curiosidad por descubrir si realmente se trataba de un producto tan malo como se anticipaba le bastó a The Idol para sostener el interés durante cinco episodios, un engagement que -ahora lo sabemos- jamás hubiera podido generar por sus méritos artísticos.
Es que The Idol es un esperpento: uno que parece diseñado con plena conciencia del efecto que pretende generar en el espectador y que, a la vez, carece de las más elementales nociones de cómo contar una historia de manera audiovisual. Por un lado, pretende canalizar el espíritu de los thrillers eróticos de los 90′ y enlazarlo con la parodia sobre las miserias del showbizz, a la manera de esa grandísima película de Paul Verhoeven, Showgirls; por el otro, se constituye en vidriera del inmenso talento musical de su elenco, como si fuera Glee filmada por Harmony Korine. Cada arista de The Idol pelea por su espacio en un escenario desprovisto de tensión y, más llamativamente, de erotismo: nada en el vínculo que se gesta entre Jocelyn, una errática estrella juvenil (Lily-Rose Depp), y Tedros (The Weeknd), hombre de misterioso pasado que se convierte en su mentor artístico, responde al vínculo apasionado, intempestuoso y explosivamente creativo que la serie necesita para que algo de lo que ocurre nos importe. En lugar de eso, tenemos una serie de viñetas inconexas en las cuales Sam Levinson avanza a los tumbos, incapaz de generar tejido conectivo que pemita construir una progresión. Si alguien sale indemne de este entuerto, se trata de Arseni Khachaturan y Marcell Rév, con un trabajo vibrante en la dirección de fotografía que vuelven soportable a este lujoso ejercicio de cinismo, que se alimenta de las mismas miserias que presume criticar.
(Estados Unidos, 2023)
Dirección: Sam Levinson. Guion: Sam Levinson, The Weeknd, Reza Fahim. Elenco: Lily-Rose Depp, The Weeknd, Suzanna Son, Troye Sivan, Jane Adams, Jennie Ruby Jane, Rachel Sennot, Hari Nef, Moses Sumney, Da’Vine Joy Randolph, Eli Roth, Ramsey, Hank Azaria. Producción: Harrison Kreiss, Amy Schmidt.
