Dirección: Daniel Marcove. Dramaturgia: Mario Diament. Producción Ejecutiva: Pablo Silva. Producción: Martín García, Georgina Rey. Escenografía e Iluminación: Tito Egurza. Vestuario: Daniela Taiana. Música original y Diseño de Sonido: Sergio Vainikoff. Actúan: Alejandra Darín, Carlo Argento, Ricardo Merkin, Juan Carlos Ricci, Elena Petraglia y Miguel Jordán. Prensa: Simkin&Franco.
Son las 18:40 y en la antesala de El Tinglado ya no quedan más asientos libres. Todos son ocupados por futura audiencia teatral, más que nada adultos mayores, pero bulliciosos como adolescentes. El público joven llegará más cercanas las 19 hs, pero igual de ansioso. No es un estreno, pero Tierra del Fuego, de Mario Diament, provoca esa necesidad de atención urgente incluso antes de apagadas las luces. Los premios ACE 2013 por Mejor Obra, Mejor Actriz y Mejor Actor obtenidos tras su estreno imploraban la vuelta de este éxito.
La obra es un llamado de escucha a los protagonistas del conflicto palestino-israelí, que no son ni Netanyahu, ni Abbas, ni la ONU, sino los civiles. La obra, dirigida nuevamente por Daniel Marcove, y con el reemplazo de Carlo Argento por Pepe Monje en el escenario, exterioriza las miradas de los verdaderos involucrados en un conflicto que atraviesa a Medio Oriente desde 1920. Una madre, un padre, un esposo, un abogado, una víctima y un victimario; todos ellos con una historia en común y a la vez distinta.
La trama comienza en 1978. Yael (Alejandra Darín) es azafata en un vuelo que llega a Londres proveniente de Israel. Cuando la tripulación llega al Hotel en el que se hospedaría, dos miembros del Frente para la Liberación de Palestina abren fuego. Uno de ellos muere por la implosión temprana de una granada. La ametralladora del otro, Hassan (Carlo Argento), mata a la mejor amiga de Yael. 22 años después, ella lo irá a visitar a una cárcel en Londres para preguntarle “¿por qué?”.
El guión de Diament es sin duda el elemento central de la obra; coloquial, simple, pero expositor de realidades demasiado complejas. Por eso, el vestuario y la escenografía se difuminan detrás del diálogo entre los seis personajes que ocupan la escena. Darín y Argento se mantienen siempre en el centro del escenario, mientras que el resto de los actores espera su turno sentados a los costados.
La veta de periodista que caracteriza al autor del texto impregna la personalidad de los personajes. “¿Cómo se puede odiar lo que no se conoce?”. Ustedes y nosotros, pronombres repetidos a lo largo de los 100 minutos por ambas partes del conflicto, pero que son cuestionados cada vez más al avanzar la pieza teatral. Tierra del Fuego no trata sobre judíos ni palestinos como generalidades. Tierra del Fuego habla sobre mujeres y hombres; sobre personas.
En la actuación Alejandra Darín se luce a través de una interpretación sin descanso durante toda la función. La actriz se mueve a través de las escenas mediante giros inesperados (pero no por ellos bruscos) en mitad de sus discursos, los cuales dan pie al apagón y una cortina musical de segundos de duración.
En el espectáculo no hay diálogos livianos, ni fracciones de humor. Sin embargo, el texto de Diament logra inspirar en la audiencia eso que también buscan sus personajes: la palabra como única solución, la idea de que “la violencia no arregla nada”.
La obra refleja eso que la distancia geográfica y cultural no permite ver a quienes viven la guerra a través de diarios e informes de TV: que no hay buenos ni malos. Que Palestina e Israel son dos océanos; cada uno con sus características distintivas y esenciales, con su historia. Pero que por más incompatibles que parezcan, pueden encontrarse y abrazarse, sin que ocurra una explosión. Como en Tierra del Fuego.
Teatro: Teatro El Tinglado – Mario Bravo 948
Funciones: Sábado – 20:00 hs, Domingo – 19:00 hs
Entradas: $ 160,00