Un Rey para la Patagonia (Argentina, 2010)
Dirección: Lucas Turturro. Guión: Christian Ferrer. Producción: Andrea Bruno. Elenco: Juan Fresán, Carlos Sorín. Duración: 83 minutos.
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La ópera prima de Lucas Turturro es una película dentro de otra película de la que ya se había hecho, además una película ficcionalizada.
Complicado. En 1871 , Oriele Antoine, un francés con aires de conquistador, llegó a la Patagonia Argentina. Se enamoró de la tierra, el paisaje y las tribus que la habitaban. Pensó que era tierra inhóspita y se autoproclamó Rey. Nadie le prestó mucha atención. En 1971, el diseñador publicitario y artista plástico, Juan Fresán investiga la historia de Antoine y decide montar con muy poca plata una empresa utópica para filmar las aventuras del personaje en la Patagonia.
Como sucediera con Orson Welles y su quijote o Howard Hughes y sus Ángeles del Infierno, Fresán sufriría los mil y un inconvenientes durante el rodaje, su material quedaría confiscado y su destino sería trágico.
En 1984, el joven camarógrafo de la película de Fresán, un tal Carlos Sorín, recrea la histora de ese rodaje en forma de ficción y de paso se mete en la piel de Oriele. El personaje de Fresán lo interpretaría otro joven actor del momento: un tal Julio Chávez. Mezcla de documental con ficción, La Película del Rey le dio nombre a Sorín y la película tuvo un relativo éxtio.
Ahora, Turturro gracias al material de archivo que se encontró del film original, con partes del de Sorín, recrea definitivamente en tono netamente documental la historia de estos dos aventureros, que se convirtieron, al menos por un tiempo en reyes de la patagonia: Antoine y Fresán. Los pone frente a frente. La historia de ambos pasa por delante de los ojos para converger en una divertida propuesta, que deja de lado la solemnidad de los documentales habituales y pone énfasis en la irónica vida paralela de ambos. Personaje y director coincidían en numerosas características y Turturro hace un interesante análisis acerca del lenguaje audiovisual y la forma en la que un artista se termina transformando en aquello que trata de representar.
Con un montaje ágil y llevadero, escenografía casi pelada, pero original a nivel estético y encuadres cuidados, Un Rey para la Patagonia es un relato atrapante con mucha ironía. Los testimonios de los que conocieron a Fresán, el material de archivo con entrevistas al director, y las breves pero certeras apariciones delante de cámara de Carlos Sorín contando su experiencia justifican que el film haya participado de la Competencia Argentina del 25º Festival Internacional de Cine de Mar del Plata.
Con el estreno de Un Rey para la Patagonia, Turturro se convierte en un personaje más de esta historia verídica y alucinante. ¿Para cuando un documental sobre el hombre que hizo un documental sobre Un Rey para la Patagonia?
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