A Sala Llena

0
0
Subtotal: $0,00
No products in the cart.

CRÍTICAS - CINE

Una Cita, una Fiesta y un Gato Negro

alt

Una Cita, una Fiesta y un Gato Negro (Argentina, 2012)

Dirección: Ana Halabe. Guión: Alejandro De Pasquale, Ana Halabe y Horacio Maldonado. Producción: Horacio Maldonado Elenco: Julieta Cardinali, Leonora Balcarce, Rita Cortese, Fernán Mirás, Nicolás Pauls. Distribuidora: Primer Plano Film Group. Duración: 90 minutos

Una Cita, una Fiesta y un Gato Negro tiene exactamente eso: un plano de una cita, una escena en una fiesta y un plano con un gato negro. ¿Qué es lo que une cada cosa? La historia de dos amigas que, luego de quince años de estar distanciadas, son reunidas por la vida. Hablamos del personaje encarnado por Julieta Cardinali -Gabriela-, cuya vida adulta pareciera estar resuelta y en perfecto funcionamiento hasta que reaparece Felisa -Balcarce-, alguien que parece ser -por decirlo rápidamente- yeta.

La narración de la historia es bastante simple y se constituye por hechos desafortunados que se suceden alrededor de la protagonista siempre que Felisa está cerca. Su matrimonio entra en crisis y su trabajo empieza a tambalear; además, la presencia irritante de su amiga-a-la-fuerza hace que Gabriela pierda la compostura en más de una oportunidad, haciendo que su integridad mental quede en duda frente a su entorno social.

Con un intento de estar más cerca de la comedia norteamericana que de la comedia tradicional argentina, y con un tono de cine familiar que roza lo infantil, estamos ante la ópera prima de Ana Halabe, que cuenta con un elenco fácilmente reconocible. De hecho, además de las protagonistas, aparecen en personajes más pequeños actores como Fernán Mirás, Rita Cortese, Nicolás Pauls, Roberto Carnaghi, entre otros. Sin embargo, este cúmulo de figuras no le quita cierto aire principiante a la película; incluso las interpretaciones de muchos profesionales se ven, por momentos, algo amateur.

Además, la película adolece de un guión previsible, planos que acentúan o subrayan innecesariamente ideas, un uso de la música y sonido que pre avisa todo el tiempo lo que va a suceder, y varios momentos excesivamente naif. De todos modos, como evidentemente el film no pretende ser más que un medio de entretenimiento “para todo público”, puede decirse a su favor que es mucho más decente que otras producciones nacionales que contaron con difusión masiva, como, por ejemplo, Brigada Explosiva.

Con garantía de final feliz, Una Cita… termina construyéndose como una suerte de fábula acerca de una chica que aprende a hacerse responsable de sus actos sin transferirle culpas a los demás. Sin muchas vueltas, sin muchas complicaciones, sin muchas ideas.

alt

Dejá un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

También te puede interesar...

Recibe las últimas novedades

Suscríbete a nuestro Newsletter