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CRÍTICAS

XX Festival Santiago a Mil de Chile: La Ópera de Beijing

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La Ópera de Beijing (China)

Texto y dirección: Li Xiaoning, Zhang Jianqiang y Cai Jiwei. Compañía y producción: Grupo de la Opera de Beijing de Nanjing. Vestuario: Fan Lexin. Escenografía: Fan Lexin. Música: Guo Hejun. Elenco: Fan Lexin, Guo Hejun, Zhou Jian, Zhang Shaoliang Lugar: GAM.

A modo de introducción: La Ópera de Beijing es un sistema artístico formado sobre la base de diversas óperas regionales, que asimiló lo mejor de cada una de ellas y que combina de forma armoniosa el canto, la danza, la declamación, la mímica, la acrobacia y las artes marciales. Para el acompañamiento se emplean instrumentos musicales tradicionales de cuerda, viento y percusión y la música tiene un fuerte sentido rítmico. En la representación, La Ópera de Beijing se vale de los movimientos convencionales que ponen en pleno juego la mímica, los pasos, la postura y otras técnicas que imitan por ejemplo, montar a caballo, viajar en barco, abrir la puerta, subir las escaleras, escalar un monte, caminar de prisa, etc., de modo que la actuación es muy estética.

Nuestro espectáculo da inicio con un letrero descriptivo de lo que veremos, que explica que el show posee todos los elementos de la clásica y reconocida ópera de Beiging. Además de lo descrito al principio, uno de los elementos que más la caracterizan son los vestuarios tan fabulosamente lujosos y trabajados, con telas pesadas y llenos de bordados; coloridos y agiornados hasta con largas plumas. A tal punto estos son importantes que por eso es característica la casi completa falta de escenografía. Sólo veremos un telón de fondo pintado con el dibujo de una casa tipica china y su techo triangular, unos cuantos árboles a un costado y quizás un río hacia atrás. Pero todo este telón está cubierto por un velo o tul por delante de modo de aplacar los colores. Sin dudas con el objetivo de que los importantes vestuarios resalten aún más. Salvo una pequeña mesita cubierta por un mantel chino, que entra pocas veces para salir la mayoría, no habrá nada más en escena hasta el fin del espectáculo.

La poca útilería que se utiliza son básicamente armas de batalla, como espadas; escudos y otros elementos chinos (como los formados por palos en cuyas puntas hay especies de octógonos que al apoyar en el piso permiten al actor llevar el movimiento con todo el cuerpo hacia otro de los lados). Esto se debe a la característica marcial de muchos de los movimientos de la danza de esta ópera, así como su contenido también relacionado a las historias de batalla chinas. Por último al tratarse de una ópera por supuesto habrá una orquesta. Esta no se encuentra en el foso de orquesta (el teatro de todas maneras no contaba con uno) ni visible sino en patas de escenario (oculta tras bastidores). Esto último resultaba una pena, ya que la música en vivo siempre es un show en sí mismo y un valuarte muy disfrutable por el público.

Respecto del argumento, sobre la ópera de Beijing en general, los estudiosos explican que siempre es un viaje a través de la historia de las dinastías chinas y sus héroes. La mujer más famosa en la memoria colectiva china, acerca de las victorias de sus batallas y la lealtad a la patria es Mu Guiying, una humilde decendiente del linaje de los Yang, experta en artes marciales. La historia relata que el reinado de Liao decide invadir Hongzhou, el hogar de Yang Zong Bao, el marido de Mu Guiying, quien estaba embarazada. Cuando ella se entera va rápidamente por ayuda, pero debido a la arrogancia de Zong Bao se encuentra de pronto rodeada por la fiereza de los soldados enemigos. Cuando las tropas de Liao atacan, Mu Guiying pelea contra el enemigo y salva Hongzhou. La historia de la familia Yang se conoció duante la Dynastía Song, cautivando a las masas que la elevó a leyenda y así se convirtió en la base de grandes trabajos operísticos como “La batalla de Mu Guiying en Hongzhou”. Este espectáculo está compuesto por cinco actos que pertenecen a la ópera del mismo nombre.

La Presentacion explicativa ya mencionada, también introduce a todos los integrantes del elenco (sin sus nombres aún) quienes transitarán por la escena en un moviemiento oblicuo de izquierda a derecha, recorriendo todo el espacio escénico en sus poses típicas.

Luego de ésta continuarán los actos propiamente dichos. Estos serán presentados en el cartel de subtitulado en español. Ej. “Canción número 1: La concubina borracha”. Esta escena resultó muy dulce, tierna y graciosa. Muy aplaudida por el público, fue traducida en su totalidad y así la historia pudo comprenderse, disfrutándose con profundidad a través de todos los elementos que la componían. Pero a partir de ella hubo lo que parecía un problema en los dispositivos de subtitulado, que se apagaron y dejaron de traducir mientras las escenas eran cantadas y hasta habladas con gran energía, entusiasmo y precisión, pero que lamentablemente sin que la mayoría de la audiencia supiera chino, no pudieron apreciarse más que en la belleza visual de movimientos y sonoridad. Este problema, no menor, se repetiría en casi todos los actos restantes, en los que sólo por momentos volvía a haber algunas líneas de subtitulado.

Le seguiría una escena característica por la danza y el canto protagonizada por una actriz que debe mover por los aires 16 metros de tela colorida. Con su complejo traje dotado de una corona o peineta alta, el público sufrió más de una vez cuando a ésta se le enredó un poco la tela en dicha peineta, en el medio del fragor tan majestuoso de su baile. La letra de la canción mencionaba elementos de la naturaleza como el agua, el viento, las flores, etc., en un claro romanticismo chino, que siempre suele alabar el medioambiente natural que rodea al ser humano.

El acto siguiente está compuesto por más de una escena y ya describiría la historia de Muy Guiying. Cuando posteriormente, ya en el triunfo y los laureles ella decide castigar a su marido por la traición cometida, suceden momentos de humor muy hilarantes. Por ejemplo cuando ella le dice “te castigué por amor, porque no esta bien que seas traidor” y el le contesta con tono tembloroso “sin dudas eres una esposa muy cariñosa”. Pero de nuevo fue una pena que faltara tanta traducción antes y después de la escena mencionada. Frases y más frases habladas sin traducir por las que se perdía gran parte de la historia y así del contenido del espectáculo, que sin su texto, terminaba sólo en una muestra visual de La Opera de Beijing, que con esa producción en sus vestuarios, por momentos nos recordaba al teatro de revista o a ciertos musicales, es decir al teatro comercial pasatista, al que si bien es posible que La Opera de Beijing se le asemeje más que una obra de vanguardia, todos teníamos la sensación de que había algo más de profundo en él, acerca de la famosa cultura milenaria, que lo que como público llegabamos a comprender sin contar con la traducción adecuada.

Pero con todo, el trabajo de la compañía Nanjing, es por supuesto un espectáculo destacable que de no contar con los problemas técnicos del día, se mostró como una acabada muestra de lo que es La Opera de Beijing y que en Latinoamérica no siempre tendremos la oportunidad de ver.

Los belleza de los vestuarios, la precisión y destreza de los movimientos de los actores orientales, el ritmo y sofisticación de su música, si bien no nos sumergían en un espectáculo profundo, sí nos permitían conocer un quehacer artístico típico de un lugar algo más remoto y una cultura milenaria quizá algo más dificil de comprender que haciendonos fan del té verde y la meditación.

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