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FESTIVALES

16º Festival de Cine Alemán: Pecado (Verfehlung)

(Alemania, 2015)

Atención: contiene spoilers

Los soldados de Cristo

El realizador alemán Gerd Schneider no tuvo ningún tipo de prurito a la hora de elegir un tema complejo y provocador, relacionado con sus estudios de teología, para su ópera prima, Pecado (Verfelung, 2015). El film narra los vaivenes dentro de un grupo eclesiástico a partir de la denuncia de abuso sexual por parte de un adolescente de la congregación bajo el liderazgo y la égida del nefasto Joseph Ratzinger.

En una unida cofradía católica, uno de los curas, Dominik (Kai Schumann), es acusado de abusar de un joven menor de edad. Sus compañeros y amigos Oliver (Jan Messutat) y Jakob (Sebastian Blomberg) tomarán posturas muy diferentes sobre el asunto. Mientras que Jakob intenta descubrir si la acusación tiene fundamentos, Oliver busca enterrar el asunto y que Dominik salga libre lo más pronto posible, sin importar si es un pederasta o no.

La trama sigue a Jakob, un párroco que ayuda a los acusados por pederastia en la cárcel, en su confrontación con sus mejores amigos y con su fe en las decisiones de la Iglesia para lidiar con el asunto. En medio de este ambiente, el cura, acostumbrado a la violencia y a lo peor de la sociedad alemana, no logra concebir cómo a nadie en la Iglesia le interesa saber la verdad.

Sebastian Blomberg se luce en su papel de un sacerdote en una encrucijada con la verdad, su fe y sus creencias. El personaje conlleva todas las contradicciones de la iglesia, intentando discutir con la visión de Oliver sobre la necesidad de buscar la verdad con integridad y decencia en lugar de ocultarla y proteger al violador para no perder feligreses.

Cuando Jakob descubre que la denuncia no es un asunto aislado y que otro monaguillo ha sido abusado, la presión para denunciar a Dominik se acrecienta, pero no consigue ningún aval dentro de su congregación y tampoco logra decidirse a romper con la Iglesia. A pesar de las exageraciones y de un contexto demasiado tolerable y respetuoso del primer mundo, el film logra imponer un ritmo agitado y hasta impulsivo gracias a la gran actuación de Blomberg.

Pecado trabaja de forma extraordinaria las relaciones entre los presos pederastas, la psicología, el perfil de los curas proclives a los abusos, la figura del cura pervertido que busca a sus víctimas dentro de las poblaciones en situación de riesgo -versión primer mundo (padres divorciados, inmigrantes)-, buscando una dialéctica que le permita a Jakob encontrarle un sentido a tanta depravación.

La resolución es brillante, exponiendo a todas las partes involucradas, siguiendo el ejemplo de la premiada Spotlight (2015) para dejar en claro la posición de Schneider ante una Iglesia que no encuentra el rumbo en un mundo que cada vez le da más la espalda debido a su miopía y degeneración.

calificacion_4

 

 

Martín Chiavarino

Cobertura completa del festival.

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