Piazza Garibaldi (Italia, 2011)
Dirección: Davide Ferrario. Guión: Davide Ferrario, Giorgio Mastrorocco. Elenco: Marco Paolini, Luciana Littizzetto, Filippo Timi, Salvatore Cantalupo. Duración: 106 minutos.
A muy grandes rasgos, este documental con estilo de road-movie pretende hablar de los italianos en cuanto a su identidad como tales, esbozando por momentos una crítica bastante fuerte, pero no por ello demasiado profunda.
Basándose principalmente en la figura de Giuseppe Garibaldi, y en sus relatos escritos de las luchas por la liberación de Italia y con esto generar una suerte de contraste con la Italia actual, con sus costumbres y con el absoluto desinterés identitario de la sociedad italiana del presente que el documental intenta poner en evidencia. Sin duda su principal herramienta narrativa consiste en la narración de las distintas batallas y experiencias vividas por Garibaldi a la par que se muestra distintos paisajes del presente, urbanos y rurales; llegando justamente a un punto de choque entre el pasado y el presente, generando así una reflexión en el espectador, sobre todo en el Italiano, acerca de dónde quedaron las raíces, los héroes, como Garibaldi, que lucharon en el pasado por la Patria y cómo se conservan en la memoria.
El problema principal que posee es que no está anclado en ninguna parte. Se me podrá reprochar con absoluta tranquilidad acerca de mi desconocimiento respecto a la historia italiana de la época garibaldina, o de la cultura italiana en general, tanto del pasado como del presente. Pero sin embargo, tomando el documental como un hecho cinematográfico, existe una rotunda ausencia de montaje. Por un lado la figura de Garibaldi, por otro un retrato bastante vago de la cultura del presente, por otro algunos fragmentos escenificados de actores que enuncian distintos monólogos a cámara; todo esto con un encadenamiento perezoso, comentarios aislados de los realizadores, voces en off que simplemente “cantan” algunas verdades o relatan fragmentos de los escritos de Garibaldi; conduciendo finalmente a la inevitable pregunta interna que aparece una vez finalizado el metraje: ¿y de qué se trataba?
De a momentos, como por ejemplo en la entrevista al sacerdote activista, parece llegar finalmente al punto que se quiere tratar: las empresas y las corporaciones que destrozan parte del patrimonio natural y ponen fábricas contaminantes, los oídos sordos de la sociedad frente a esto; o como cuando postula que Italia está desapareciendo, en términos demográficos, . Luego volvemos otra vez a un relato que hace de la ambigüedad su fuerte y se aferra a él de principio a fin.
