Voi Siete Qui (Italia, 2011)
Dirección: Francesco Matera. Guión: Alessandro Boschi, Alessandro Crespi. Elenco: Angelina Chavez, Alberto Crespi, Furio Scarpelli, Peppino Rotunno, Giuliano Montaldo, Luciano Vincenzoni, Maurizio Ponzi, Ettore Scola, Vito Annichiarico, Carlo Lizzani, Mario Monicelli, Gianni Amelio, Vincenzo Cerami, Nanni Moretti, Paolo Ferrari, Paolo Virzì, Sabrina Ferilli, Carlo Verdone, Ferzan Ozpetek, Marco Bellocchio, Gigi Proietti, Claudio Mancini, Armando Trovajoli. Duración: 85 minutos.
Documental que constituye un gran repaso geográfico de Roma pero con la particularidad de que lo realiza a través del cine filmado en Roma a lo largo del siglo pasado, sobre todo de los años 50 en adelante. La revisión geográfica que propone el film entonces es doble: por un lado recorre lugares históricos de la ciudad de Roma, pero manteniendo una frescura particular que lo aleja considerablemente de un recorrido turístico típico; y a su vez una reconstrucción histórica de la evolución cinematográfica italiana, de los comienzos de la Cinecittá, de los distintos técnicos, actores y directores que realizaron sus obras en aquella ciudad.
Valiéndose de un montaje ágil, donde combina planos de películas como Ladrones de Bicicletas con otros del presente, donde vemos a la fotógrafa que acompaña al documentalista a lo largo de su recorrido, retratando con su cámara todas aquellas imágenes icónicas del cine en Roma y, por ende, su evolución a través del tiempo.
Se ve, se disfruta, se pasea por Roma y se puede estar un rato con algunas de las viejas estrellas del viejo cine italiano.
Algo muy interesante es, justamente, el testimonio de todas estas personas que trabajaron en el cine italiano de épocas anteriores y el relato que ellas hacen acerca de cómo es Roma para ellos y que representa el italiano. Para algunos es una galería del edificio, donde se jugaba a la pelota; para otros son unas notas musicales tocadas muy agudas en piano (“esto es Roma” afirma el compositor); para otros es un edificio donde filmó Mastroinanni, durante el cual todos los habitantes lo invitaban a tomar un café. Así, la película junta distintas y variadas piezas fragmentarias que revelan miradas a través de Roma a lo largo del tiempo. Se pone en evidencia, al contrastar los planos de las películas con esos paisajes en su estado presente, que el cine es una huella espacio-temporal, dentro de la cual queda anclada la memoria; y con lo cual es algo de inestimable valor para la reconstrucción histórica, social y geográfica.