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30º Festival Internacional de Cine de Mar del Plata: Día 2

30º Festival Internacional de Cine de Mar del Plata: Día 2

Sábado 31 de octubre.

En el segundo día del festival, comenzaron las competencias internacional, argentina y latinoamericana. También fue el punto de partida de las actividades especiales, con sedes en Salas 1 y 2 del Paseo Aldrey Cultural y Comercial, Espacio “Un Puente” y Sala Nachman del Teatro Auditorium. Se destacaron la presentación del nuevo número de la revista Cinéfilos y la mesa Series: del fenómeno mundial a la producción local. Moderados por el periodista Javier Diz, tuvieron la palabra los directores Fernando Spiner, Lucía Puenzo, Sergio Bizzio, Ana Piterbarg y Gabriel Medina, todos con trayectoria en las pantallas grande y chica.

El festival apenas comenzó, y con artillería pesada.

 

Eva no Duerme, de Pablo Agüero (Argentina, 2015 – Competencia Internacional), por Tomás M. Luzzani

El film toma como eje narrativo el cuerpo de Evita para abordar cuatro etapas distintas de la Argentina: el primer gobierno de Perón, el golpe de Aramburu, la vuelta del General y el golpe subsiguiente. Los restos físicos de Eva no sólo son un símbolo sino que la película narra, también, desde la ausencia. Más allá de la proeza técnica de algunas secuencias (entiéndase que la técnica va mucho más allá de movimientos de cámara, como una conjunción de todos los elementos cinematográficos), a la película le pesa el mito y lo pesado de la historia, invocar el saber popular y su “el que mucho abarca, poco aprieta” resultado atinado, principalmente cuando se tiene en cuenta que, al retratar un período caracterizado por extremismos, la construcción de personajes es mucho más compleja y difícil. La tensión que se construye entre el material de archivo y el ficcional, entre la memoria popular y la narración, a priori es interesante, pero el resultado final es dispar; hay segmentos sólidos, otros que dejan gusto a poco.
calificacion_2

 

 

El Arrullo de la Araña, de Jose Celestino Campusano (Argentina, 2015 – Competencia Argentina), por Carlos Federico Rey

El cine de Campusano, una especie de rara avis que monta con los dientes y filma con los pies, pero tiene un nivel de fluidez narrativa que entiende los parámetros más estrictos del código del clasicismo, se nutre de historias del conurbano bonaerense como corazón de su maquinaria cinética. Esta vez lejos de la violencia crepuscular de El Perro Molina, el quilmeño decide mostrar una dosis de violencia laboral por parte de un ferretero a sus cuatro empleados. Utilizando como locación solamente la ferretería, Campusano elige mostrar planos a través de las rejas del mostrador, y repetidamente encuadra un reloj detenido, casi haciendo un paralelismo entre la ferretería y una institución carcelaria. Ahora bien, todo lo positivo de la idea de puesta en escena se diluye en los monólogos remarcados hasta lo imposible de algunos de los empleados de la ferretería, contrastando la situación en Europa con lo que sucede en Latinoamérica y otras tantas líneas de dialogo que lastiman el devenir narrativo. Toda la frescura y la velocidad del cine de Campusano mueren ante estos edictos fríos y lúgubres y convierten a El Arrullo de la Araña quizás en su película más prescindible.

calificacion_2

 

 

 

Rastreador de Estatuas, de Jerónimo Rodríguez (Chile, 2015 – Competencia Latinoamericana), por Enrique D. Fernández

Tomando el formato documental como medio de investigación, se comienzan a suceder -en constante rotación- un encadenado de planos fijos, diapositivas y videos online, para ordenar una búsqueda exhaustiva respecto a ciertos personajes emblemáticos de la cultura chilena. Un estudiante de cine despierta su interés por estatuas, bustos y placas, tomando como motivo de partida una visita guiada del protagonista y su padre a una estatua en particular, varios años antes de que comience este periplo en solitario. Lo que se intenta determinar es la metodología de antaño a la hora de inspeccionar entramados culturales y cómo la avanzada tecnológica puede complementarse para rastrear datos, antes que imponerse como una herramienta determinante. Los recorridos de Rastreador de Estatuas ponen el ojo en hechos, costumbres y anécdotas que se van recopilando en una aventura por diferentes puntos geográficos de Chile. La representación de estas imágenes son, en su mayoría, plazas vacías que capturan el sonido ambiente y son interpretadas por una voz instructiva que nos relata lo que fue, y en otros casos lo que pudo haber sido, de políticos, artistas, deportistas y hombres de la medicina.

calificacion_2

 

 

 

As Mil e Uma Noites; Volume 1,0 Inquieto, de Miguel Gomes, 2015 (Portugal, 2015 – Autores), por C.F.R.

Miguel Gomes y su proyecto de más de seis horas divididos en tres películas que adaptan libremente el libro Las Mil y una Noches encuentran la magnanimidad narrativa en este primer episodio para contar la crisis económica que está sumergida Europa, haciendo hincapié en los problemas de su país Portugal. Una misión de banqueros que representa los intereses de la comunidad europea negocia con autoridades portuguesas sobre la deuda que tiene que pagar Portugal a Europa. Gomes decide mostrar la negociación donde los funcionarios comienzan a utilizar un spray para tener erecciones. Más allá de la referencia obvia que los banqueros se preparan para violar al pueblo, el director portugués nos dice que no encuentra otra manera de hablar de los sucesos que ocurren en la economía europea si no es a través del absurdo. El Volume 1,0 Inquieto es una suerte de bestia narrativa con la maquina a todo vapor que hurga en la crisis portuguesa que todavía no finaliza. Gomes usa todo su arsenal cinematográfico, planos secuencia, grandes planos generales, estéticos travellings y una vez más nos hace saber que es el mejor lugar para escuchar música es el cine.

calificacion_4

 

 

 

As Mil e uma Noites: Volume 2,0 Desolado, de Miguel Gomes (Portugal, 2015 – Autores), por C.F.R.

Segunda parte de la épica narrativa de Miguel Gomes en esta adaptación libre de Las Mil y una Noches. Esta vez alejándose un poco de la reflexión política de la primera parte y metiéndose en la historia de gente común, Gomes cuenta el cuento de un hombre que mató a su familia y se convierte en héroe de un pueblo, pasando por un juicio popular en clave de comedia negra con una jueza inquietantemente hilarante, hasta la historia de un perro que cambia de dueños por un pacto suicida. Gomes se preocupa por una sola cosa: narrar. Lo hace a toda velocidad y de manera crepuscular, saltando de una historia a otra, como Mariano Llinás en Historias Extraordinarias, musicalizando y usando toda su sabiduría de puesta en escena al servicio de la fluidez narrativa y, como única obsesión, contar.

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La Maldad, de Joshua Gil (México, 2015 – Competencia Latinoamericana), por E.D.F.

Un retrato desolador sobre el abandono social, que comienza como un muestrario de la decadencia económica que azota en regiones casi abandonadas de México, pero que en su segunda parte acompaña el destino crepuscular de sus protagonistas, con la revuelta política del país como fondo. Su director Joshua Gil pone en escena a dos hombres que fueron abandonados y traicionados, viviendo en una miseria despojada de afecto. El divague de estas victimas nos transporta hacia un paisaje oscuro, marcado por el remordimiento, la venganza y una muerte inminente. Uno de ellos se dio por vencido y planea su propio funeral, mientras que el otro pone en marcha un viaje hasta el D.F., donde piensa exigir una suma millonaria para llevar a cabo un film sobre su historia de vida, y que estaría integrada por doce canciones de su misma autoría. La Maldad consigue un golpe efectivo sobre su desenlace tan evidente y contestatario sobre las elecciones del 2012, aunque antes de ponerse tan ruidosa se dedica a preparar un terreno grisáceo respecto al destino que le aguarda a esta pareja de ancianos.

calificacion_3

 

 

 

High Rise, de Ben Weathley (Inglaterra, 2015 – Autores), por Ernesto Gerez

High Rise, basada en la novela homónima de J. G. Ballard, es la última película del ascendente Ben Weathley, quien abandonó sus trabajos televisivos para dedicarse de lleno al cine. Si en Sightseers -su gran opus de 2012- había un humor ácido pero cercano, cómplice con el espectador, en High Rise la pretensión aleja a la trama del público y empasta al humor. Weathley se mueve desde algunos lindos y cancheros pero vacíos planos publicitarios, hasta un extremismo alegórico que por un lado coquetea bien con la poesía y por otro roza las aburridas obviedades (los poderosos en la parte alta del edificio, el resto abajo, por citar un ejemplo de varios). Este sueño finalmente cumplido del productor Jeremy Thomas transcurre en un country vertical, donde un grupo vive aislado del mundo; profecía cumplida de Ballard sobre un futuro distópico en el que un capitalismo tan salvaje como ridículo nos termina de arrasar. La película descansa en las espaldas de Jeremy Irons y de un Fassbenderizado (por desgracia no Fassbinderizado) Tom Hiddleston. Los primeros minutos y el desenlace desbordan potencia, no así la mayor parte de un relato tan abúlico y gris como el exterior de sus torres.

calificacion_2

 

 

 

Drunk Stoned Brillant Dead; The Story of the National Lampoon, de Douglas Tirola (Estados Unidos, 2015 – Hora Cero), por C.F.R.

Documental al estilo de Note Quite Hollywood, plagado de entrevistas, donde Tirola nos muestra cómo fue la génesis de la revista National Lampoon y que impacto tuvo en la sociedad norteamericana a principios de la década del setenta, con la guerra de Vietnam aún vigente. El título de la película se debe -más allá de que era el estilo de vida de todos sus redactores- al cerebro y alma de la revista, Douglas Kenney, una suerte de torbellino de ideas sobre la incorrección política de la época (incluyendo a Hitler tomando sol desnudo en una playa del Caribe) y que tuvo una vida agitada por el mal uso de drogas y una muerte confusa, mezcla de suicido tonto y de accidente épico cuyo suceso dio por cerrado la época de oro de la publicación. James Belushi, Kevin Bacon, Chavy Chase, John Landis, John Hugues son algunos de los nombres que trabajaron en la multiplataforma de National Lampoon, ya sea en radio, cine o presentaciones en vivo, y que constituyeron una nueva manera de ver, sentir e interpretar la comedia americana.

calificacion_3

 

 

 

Foto: prensa del festival.

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