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38º MDQ FILM FEST | Conferencia de prensa de La sociedad de la nieve

38º MDQ FILM FEST | Conferencia de prensa de La sociedad de la nieve

Uno de los acontecimientos del 38 Festival Internacional de Cine de Mar del Plata fue la proyección de La sociedad de la nieve. La tercera versión cinematográfica de la tragedia -o milagro- de Los Andes, que tuvo lugar en 1972, contó con la dirección del español Juan Antonio Bayona. De hecho, él llegó para acompañar las exhibiciones en salas rebosantes de un público que se conmovió desde que empieza hasta que termina. Antes de la primera proyección, en la Sala Astor Piazzolla del Auditorium, recibió el Premio Astor a la Trayectoria.

J.A. -como se lo conoce ahora internacionalmente- brindó una conferencia de prensa la mañana del lunes 6 de noviembre, en el Cine Colón, junto a tres de los protagonistas (Enzo Vogrincic, Agustín Pardella y Matías Recalt) y las productoras Belén Atienza y Sandra Hermida. Todos de muy buen humor, estuvieron acompañados por Pablo Conde, director artístico del festival. 

Desde el principio se hizo hincapié en que la adaptación del libro homónimo de Pablo Vierci tomó 10 años, y Bayona habló sobre la universalidad de la premisa. “Siempre es importante que la historia sea, de alguna manera, la excusa para contar algo más. Hay que trascender la anécdota, y a veces la anécdota es una historia muy relevante. La vivencia de estas personas fue muy impresionante”. Luego añadió unas palabras acerca de su conexión personal: “También intento buscar un punto de acercamiento con los personajes para entender qué hay de mí en ellos o qué cosas tenemos en común que resolver”. Ahí reconoció su interés en Numa Turcatti, el narrador del film: “Esa idea de tener que reinventarse, de cortar con los lazos que vienen de casa para aceptar su nueva realidad. Son temas universales. Es encontrar tu propia esencia, aceptarla, aceptar tu sombra. El público se identifica con eso”. 

El director manifestó su preocupación por evitar los toques exóticos que caracterizan a las producciones latinoamericanas hechas por extranjeros. Eso lo llevó a descartar las partes del primer borrador del guión, donde se pretendía exhibir la parte más turística de Montevideo. Encontró la solución en el director de fotografía Pedro Luque: “Vi su trabajo en No respires, de Fede Álvarez; una película rodada en una sola locación, de noche… Y además, era uruguayo” (risas)

El mencionado Numa está interpretado por Vogrincic, quien habló sobre rodar en el Valle de las Lágrimas, donde cayó el avión que transportaba a los rugbiers uruguayos rumbo a Chile: “Yo estuve dos noches ahí. Fuimos a rodar algunos planos y a recorrer un poco la montaña. Es impresionante porque te parás ahí y entendés la historia. Entendés las decisiones que tomaron. Te cuesta entender lo que hacen, al mismo tiempo. Es difícil entender de dónde te agarrás de ahí para seguir con vida y con ganas de vivir. Es un lugar que se impone. Te hace entender la historia a otro nivel”.

Pardella, que compone a Nando Parrado, contó sobre el rodaje junto a Recalt en Los Maitenes, localidad cordillerana chilena donde transcurren los momentos culminantes: “Aunque íbamos con las cámaras, con un equipo, con seguridad, igual generaba una incertidumbre de lo que podía pasar. Grabar en esas condiciones es muy duro, pero también una bendición cuando tenés que actuar esas emociones y esa transición emocional”. Recalt (Roberto Canessa en la película) fue contundente: “Te sentís muy chiquito en la cordillera. No sos nada. Una caquita”.

Los actores dieron detalles de los dos meses de ensayo, y también de la convivencia durante el proceso de casting, que llevó seis meses. “Empezamos a forjar una amistad”, dijo Vogrinci. “Y es lo que necesitás, porque es una historia de amigos. Cuando llegabas al set, no estabas con actores o compañeros, sino con amigos”. 

Quien suscribe tuvo oportunidad de preguntarle a Bayona por una sorpresa en los momentos culminantes (para evitar spoilers, mejor pasé al párrafo siguiente): durante la secuencia del rescate vemos a Carlos Páez Vilaró, el célebre arquitecto y artista plástico, interpretado por su propio hijo, Carlos Páez Vilaró, uno de los sobrevivientes. ¿Cómo se dio esa participación? “Fue muy interesante, porque yo buscaba cierto parecido físico de los actores con las personas reales. A la hora de buscar la cara de Carlos Páez, una cara muy conocida, era un reto. También estaba la idea de que su padre había estado muy presente, casi que le había robado el protagonismo a Carlitos. Fue el que escribió el libro de Carlitos, fue el que atendía a la prensa… Entonces pensé: ‘Ahora llegó el momento en el que Carlitos puede robarle el protagonismo a su padre’. Se lo planteamos a Carlitos durante una cena. Le dijimos: ´¿Qué te parecía interpretar a tu padre?’, y dijo: ‘Tengo que hablar con mi psicólogo’. Al día siguiente nos llamó a las 5 de la madrugada y aceptó. Ha sido lindo crear ese momento en la película, me gusta mucho. Es interesante mezclar la realidad y la ficción”. 

Por su parte, Atienza y Hermida se explayaron acerca de los años que demoró en concretar el film, y cómo Bayona durante esos años fue creciendo como cineasta. Ninguna dejó de reconocer el tamaño y la logística del proyecto. En otro momento también se destacó la aparición de Netflix para financiar la empresa.

La sociedad de la nieve llegará a las salas argentinas el 14 de noviembre, mientras que desde el 4 de enero de 2024 estará disponible en la plataforma productora.

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