Martes 19 de Agosto
La noche de hoy en el Festival de Cine Leonardo Favio fue más que especial. Y no era para menos. Fue la primera vez que en el Cine Avenida, recientemente recuperado después de muchísimos años de estar prácticamente en ruinas, se proyectó un largometraje realizado enteramente por gente de Bolívar.
Carlitos Casanova es el segundo largometraje del bolivarense Miguel Ángel Francisco, y el primero en proyectarse en el marco de un festival, y nada menos que jugando de local.
La sala repleta de gente. Gente amiga, gente conocida, gente querida. Se respira fiesta en el aire. De un lado y del otro de la pantalla la gente se conoce entre sí.
El sueño de un zapatero de convertirse en cineasta es transmitido por Francisco con tanta magia como a la que hizo alusión en su discurso de presentación, e interpretado tanto por actores como por no actores, algo que le da un tinte personal a la película y no deja de recordarnos a Leonardo Favio, ese gran director que se le animaba a la dirección de no actores y cuyo nombre lleva, justamente, este Festival de Bolívar.
El protagonista, personaje que da nombre a la película, es encarnado por Marcelo “Chamaco” Valdez, un actor de Bolívar con una gran trayectoria teatral, y un gran maestro de actores que lleva años dedicándole amor y mucho trabajo a su profesión.
Mención aparte merece la música original de Raúl Chillón, también oriundo de Bolívar, que, dentro y fuera de la trama, cuenta el cuento tanto como el guión.
Es muy interesante que en medio de un Festival Nacional pueda verse algo así. La gente del lugar celebrando el cine junto a los que no, a los que vienen de otro lado, los invitados que disfrutan de la película sin saber los nombres de nadie. Pero todos ahí, en esa misma sala a oscuras, viendo Carlitos Casanova, una película llena tanto de guiños para el espectador cinéfilo como para el vecino de Bolívar.
