Como ocurre en todo festival de cine, el segundo día pasa a ser un tanto descontracturado en comparación con el caos que se genera en la primera velada. El NYFF se destaca por hacernos entrar en el ritmo festivalero con anterioridad, tanto a organizadores como a los renovados colaboradores de cada año, ya que inicia sus funciones y conferencias para la prensa una semana antes del comienzo del festival.
Algunos festivales bombardean los primeros días con trabajos de directores de renombre y dejan las sorpresas para la última semana del evento. En cambio, el NYFF presenta una programación equilibrada, ya que la selección principal está integrada sólo por 30 films, que le permiten al espectador una mayor seguridad a la hora de indagar y decidir qué obras mirar.
Un día femenino.
Hoy se proyectó el último trabajo del director David Cronenberg, cuyo estreno mundial se realizó en el Festival de Cannes. Polvo de Estrellas (Maps to the Stars) se apoya en gran parte en la interpretación de la actriz Julianne Moore, quien ganó la Palma en su categoría. Por otro lado, previa a esta gala, se proyectó el documental de animación de tan sólo 3 minutos de duración, Last Days, de la directora Kathryn Bigelow. En la interesante conferencia de prensa que se llevó a cabo, luego de la doble proyección del cortometraje documental, Bigelow moderó la charla junto a cuatro colegas que participaron en la realización del film.
En apenas 3 minutos, Bigelow se vale de instrumentos para dejar en claro su mensaje acerca de la factible extinción de elefantes debido a la obtención ilegal del marfil. Para ello, contó en su grupo con varias personalidades. Tal es el caso de una fiscal neoyorkina especializada en casos de venta de productos ilegales, encargada de la requisa de una tonelada de marfil a partir del allanamiento de un local comercial sobre pleno Broadway. Además, tenemos el aporte de un músico somalí especializado en la causa.
Una cuestión negativa sobre el documental es la notoria bajada de línea que da por cierta la teoría de que el dinero obtenido a partir de esta explotación se utiliza exclusivamente para mantener una estructura terrorista. Por otro lado, da cuenta de la necesidad imperiosa de vincular ambos temas para endurecer las penas para este delito y tomar consciencia, tanto a nivel de los ciudadanos como de los senadores.
Polvo de Estrellas, de David Cronenberg
Narcisismo a flor de piel.
Con el juego de palabras que da pie al título del film, Agatha Weiss (Mia Wasikowska) aparece en escena recorriendo la ciudad de Los Angeles junto al actor y guionista devenido en chofer de limousine Jerome Fontana (Robert Pattinson), buscando la propiedad de una celebridad con la ayuda de un “star map”. La extraña Agatha irrumpe en un mundo -Hollywood- que el guionista Bruce Wagner conoce bien e intenta retratar, en la primera comedia (visceral) de David Cronenberg y su primer trabajo en los Estados Unidos.
Un proyecto similar fue, con un humor muy negro, el regreso a Hollywood del fallecido Robert Altman, Las Reglas del Juego. La representación consciente en pantalla de personas físicas reconocidas del ambiente a través de una mirada nociva sobre el medio y de aquellos que están dentro o fuera de éste, es valedera en ambos films. Desde una perspectiva similar, caótica y desbordada, Polvo… viene a representar facetas de actores que hacen de otros actores, que han tenido altercados similares en sus carreras si se los compara con los mismos actores a quienes interpretan. Las Reglas del Juego denunciaba mientras que Polvo… apela a la comicidad.
La película está repleta de referencias a la vida de celebridades que pululan el ámbito cinematográfico actual y de ello se ríe en gran parte el personaje de Julianne Moore, una actriz neurótica, dada de baja por el star system, que quiere volver al medio como sea. Las menciones indirectas a la cientología son evidentes y se desarrollan desde el personaje de John Cusack, quien a su vez forma parte de una familia disfuncional. Su esposa es interpretada por Olivia Williams, una madre que es la manager de la carrera actoral de su hijo adolescente, adicto en recuperación. En éste recaen gran parte de los diálogos que hicieron sonreír a la platea en cada aparición, no así a este redactor. El film contiene elementos que nos podrían remitir a Les Enfants Terribles, ya que habla de las relaciones de padres cuyas obsesiones y desordenes alteran las vidas de sus hijos.
En función del narcisismo presente en cada uno de los personajes que deambulan por Polvo…, Cronenberg se cansó de pedir, en la conferencia de prensa posterior a la proyección en el Festival de New York, que no comparen esta obra con sus trabajos anteriores. Señaló que jamás pensó imponer guiños en su cine ni menciones a sus films previos, aunque como espectadores observamos que tanto el uso de la carne como la relación entre los automóviles y el sexo (desarrollados en Crash y Cosmópolis, donde también se tiene sexo dentro de una limousine) son algunos de sus elementos preferidos.
Polvo de Estrellas se convierte en el tercer film fallido de Cronenberg, al igual que sus dos anteriores. No obstante, según sus propias palabras y en tono burlón, afirmó que si a alguien no le gustara el film, el hombre a quien debería echarle la culpa es a Wagner, su endemoniado socio.
Por José Luis De Lorenzo