Una serie de cuatro documentales se distinguieron en esta fecha. Dos de ellos se destacan por tener vinculación directa con la ciudad de Nueva York; es decir, transcurren y hablan sobre personalidades que habitan en ella. Los dos restantes se focalizan en dos acontecimientos de la sociedad norteamericana: uno deportivo y otro de temática criminal (Red Army, de Gabe Polsky, y Tales of the Grim Sleeper, de Nick Broomfield).
The 50 Year Argument, de Martin Scorsese y David Tedeschi
Tras cumplirse el 50 aniversario de la creación de la publicación The New York Review of Books, David Tedeschi y Martin Scorsese lo celebraron con este trabajo centrado en la continuidad de la revista desde sus comienzos hasta la actualidad.
La longevidad de NYRB se debe en gran parte al director y al staff de redacción, quienes pudieron sortear obstáculos como la llegada de los medios digitales. Esto fue posible gracias a que conservaron el estilo punzante de escritura durante este período, el debate de temas actuales, la reseña de libros e inclusive la realización de investigaciones que otros medios terminaron desechando.
Si bien no se trata de un film en el que se distinga claramente el sello de Scorsese -como en sus documentales musicales y en A Letter to Elia o Mi Viaje por Italia (ambas con guión de Kent Jones, hoy director del NYFF)- sale airoso debido a esas personalidades que son “más grandes que la vida” y que terminan devorándose este tipo de documentales con su sola presencia, como es el caso de Robert Silvers, editor del NYRB. A su vez, se destacan escenas como aquella en la que un redactor se retracta públicamente de una crítica que realizó al comenzar a trabajar para el NYRB, por considerar que en su momento había sido mordaz e injusto.
Iris, de Albert Maysles
Viejitos hermosos.
Iris es el nuevo documental dirigido por el casi nonagenario Albert Maysles (Grey Gardens). En esta ocasión, hace foco en la vida cotidiana de una viejecita adorable (5 años más que Maysles), ícono de la moda en NY, Iris Apfel.
Iris es considerada una de las personalidades mejor vestidas de NY, status que le ha sido conferido en diversas publicaciones, hasta alcanzar su máximo reconocimiento al realizarse una muestra representativa de su arte en el MET.
Junto a su marido Carl (de 100 años), viven en NY y la demostración de afecto entre ellos traspasa la pantalla al instante. Verlos en su cotidianidad, sortear juntos las dificultades que la edad les provoca (de movilidad y enfermedades), es importante para entender la fuerza impulsora de la artista. Si bien Carl se está apagando, Iris es quien -con una vitalidad sorprendente- demuestra estar peleando por los dos. Dotada de una gran rapidez de respuesta y el respeto unánime de los diseñadores de moda actuales, Iris supo ganarse un lugar que tardíamente le ha sido reconocido.
En este caso la vejez juega un rol importante, ya que Maysles -que la está transitando- aporta otra mirada sobre la artista. A su edad, verla a Iris regatear en las tiendas de NY por baratijas, colgantes y vestimentas, parece un sketch de una sitcom televisiva. Regateadora, pero hermosa al fin.
Por José Luis De Lorenzo