Dirección: Marcelo Nacci. Dramaturgia y actuación: Paula Ransenberg. Voz de Harry: Marcelo Nacci. Producción ejecutiva: Carolina Fisscher. Diseño de escenografía y vestuario: Alejandro Mateo. Realización escenográfica: Manuel Escudero. Diseño sonoro: Emiliano Álvarez. Diseño de iluminación: Fernanda Ballces. Realización de vestuario: Lucina Tropini. Peluca: Mónica Gutierrez. Asesoramiento de magia: Daniel Garber. Fotografía: Alejandro Ojeda. Asistencia: Pablo Guises. Prensa: Marisol Cambre.
“Escapar es la suerte de los cobardes, desaparecer es la condena de los tibios”.
Es un domingo alborotado para algunos. En Buenos Aires llueve desde la mañana y no para; River y Boca juegan un Superclásico más a las 17:15; y en la sala de México 3554 (puerta imaginaria a algún pueblo o ciudad del interior de la provincia), pasaron más de diez minutos desde que Harry Vansky se sumergió adentro de un cajón lleno de agua durante uno más de trucos, y él todavía no sale. Según Trixie, una de sus asistentes, tres minutos es el tiempo máximo que un ser humano puede aguantar sin respirar.El desaparecido mago trastoca la vida de siete mujeres. Y mientras todo eso pasa, Paula Ransenberg mantiene cautiva a la audiencia.
El unipersonal que debutó en 2013 en la sala de la calle Boedo 640 volvió este año por más. Y como ya no podía pasar desapercibido, se mudó a la sala grande de Timbre 4. Es que lo que hace Rasenberg es grande. El trabajo de la protagonista es destacable porque además de ser la única intérprete frente a una multitud de personajes, es también la autora de las líneas que repite cada vez que una nueva función comienza.
En Para mí sos hermosa, las mujeres son el centro. O el mago Vansky es el centro de la vida de esas mujeres. El ilusionista de origen húngaro se prueba una vez más frente a su público conteniendo la respiración dentro de un baúl con agua hasta el tope, y que solo puede abrirse desde adentro. Pero los espectadores nunca lo ven salir. Y sus asistentes, sus artistas acompañantes, su mujer, su nieta (quienes jamás intentarán abrir esa cárcel de agua) tampoco son testigos de ningún escape. Es justo allí donde empieza su búsqueda. Búsqueda por el hombre desaparecido y por el devenir de ellas mismas.
Los cincuenta y cinco minutos son una indagación personal constante en busca de respuestas sobre una vida ajena. ¿Por qué se fue? ¿Adónde se fue? ¿Con quién se fue? Y la pregunta más importante: ¿Qué dejó? “Nada por aquí, nada por allá”.
La capacidad multifacética de la actriz se comprueba en varios extractos de la obra, cuando prueba que no necesita de un apagón para convertirse en un personaje abismalmente distinto al anterior. Logra, sin aparente dificultad, corporizar a dos hermanas de personalidades opuestas, y hasta atravesar décadas de vida para convertirse de una joven a una anciana en solo segundos. Aquí el vestuario de Alejandro Mateo facilita la tarea.
La formación actoral de la protagonista le permite hablar tres idiomas, bailar y cantar a dos tonos mientras toca un instrumento. Una maravilla que se pasea por el escenario.
En este ejercicio de montar una historia con su sola corporeidad, la dramaturga tiene experiencia. En Solo lo frágil, pieza en la que comparte autoría con Luciana Dulitzky, ya había encarnado a cinco seres con escasas compatibilidades entre sí.
Para mí sos hermosa no es una obra complicada, sino sincera y transparente, en la que los personajes comparten sus dilemas con el público. Quizá por ello vale el esfuerzo del oído poner toda la atención en un guion que puede pasar inadvertido tras la genial actuación de Rasenberg, pero que sin dudas merece su luz.
Teatro: Teatro Timbre 4 – México 3554
Funciones: Domingos – 17:00 hs
Entradas: $ 100,00 / $ 80,00
Por Carolina Potocar