Cobertura exclusiva desde Cannes por Jose Luis De Lorenzo
Domingo 20 de Mayo
Comienzan a aparecer los pesos pesados…
Tras una primera mitad un tanto decepcionante, comenzaron a aparecer propuestas interesantes en la competencia oficial. Si bien no considero haya surgido un film que acapare elogios de crítica y público, ese tipo de film “especial” que en cada edición del festival se espera, hubo dos trabajos que en estos dos últimos días mantuvieron un nivel acorde a este certamen, fueron los de Mungiu y Haneke.
Funciones Especiales:
Mekong Hotel, de Apichatpong Weerasethakul
Surgida a partir de una ejercitación con su grupo de técnicos, Apichatpong Weerasethakul (si, el del nombre difícil), ganador de la Palma de Oro en la 63º edición del Festival con El Hombre que Recuerda sus Vidas Pasadas, arremete con este film de corta duración. Integrado por encuentros casuales, vidas paralelas que se encuentran y una cuota de misterio / fantasía que el director imprime en sus films.
El relato transcurre en un hotel de Tailandia cercano al río Mekong donde convive una madre con su hija -extrañamente consideradas vampiras-, esta ultima mantiene una relación particular, de esas donde las conversaciones costumbristas abundan, desconectadas de una linealidad sobre argumentos. Llegando al final, un plano fijo de al menos 15 minutos imprime el sello de tranquilidad, espacio y presencia de naturaleza, que Apichatpong acostumbra dejar en sus obras.
Polluting Paradise, de Fatih Akin
Tras 5 años de filmación, con formato de documental, Akin registra el colapso de un predio de contensión de residuos con geomembranas que tras poseer fisuras contaminó la napa de agua potable de una región.
El film funciona como una cruzada de la sociedad para evidenciar con el uso de grabaciones con celulares y cámaras de foto digitales las habladurías de los políticos, sus promesas y las empresas que sin permisos hacen lo que quieren en las tierras que deseen, algo muy parecido a lo documentado en Argentina gracias los films de Pino Solanas. Resultan irrisorias las contestaciones de encargados de las empresas que le tiran la pelota a otros, desconocen qué contestar para no perder sus trabajos ni quedar involucrados siendo ellos ciudadanos de la misma sociedad.
Efectivamente las quejas de los sectores más humildes se hacen sentir, con cortes de rutas, asambleas y presentaciones sin salida en la justicia, actividades que mundialmente se acrecentan ante las repetivas injusticias sociales, políticas y judiciales. Juntos construyen un muro de contención que es arrasado ante una lluvia copiosa que encima produjo el desborde del kilométrico contenedor, creando una catástrofe ambiental y edilicia.
Akin, apuesta al documental y no le sale nada mal.
En Competencia:
Amour (Love), de Michael Haneke
Lejos de su propio estilo casi en la totalidad del film, Haneke considera demostrar qué ocurre en una pareja de ancianos burgueses ante la llegada de sus últimos años de vida. Estos deben cuidarse mutuamente ya que los frutos de su matrimonio, una hija (Isabelle Huppert) no toma consciencia ni atiende el tamaño de lo que ocurre tras un ataque severo en su madre, señales de alzheimer y dificultad de movilización hasta deber permanecer postrada en una cama. Convivir con la vejez se vuelve insostenible tras el no poder contar con los sentidos funcionando correctamente, (movilización, contención, alimentación). Desde la mirada de los ancianos, llega el momento en que pasan a ser y sentirse como una carga.
Amour cuenta con dos actuaciones enormes (Jean Louis Trintignant y Emmanuelle Riva), conformando un drama del que con cada minuto que transcurre se va tornando más difícil de asimiliar., es desconcertante ver el deterioro humano y personal a esa edad en todo ser humano.
Haneke se vale de sus instrumentos (uso de una edición y diálogos tajantes) habituales para hacernos pasarla mal, demasiado mal en este caso.