Viernes 25 de mayo.
Una multitud de personas comienza a invadir la avenida Costanera apareciendo hasta incluso debajo de las piedras. Grandes y chicos infundados en su cosplay o con la remera de su serie favorita se disponen a asistir a la convención argentina que más fanáticos reúne.
¿Qué hacer?
La Comic Con tiene varias propuestas para pasar la tarde. Apenas se entra al pabellón, stands de canales e industrias cinematográficas ofrecen la oportunidad de adentrarse a un escenario de Westworld, de protagonizar una escena de Los Increíbles o de convertirse en el mismísimo Venom.
En el escenario, es posible escuchar a los invitados internacionales. Este año inauguran la comitiva el popular Danny Trejo y el astro brasileño Rodrigo Santoro. También serán de la partida Nathalie Emmanuelle y la revelación Jaeden Lieberher, quien alcanzó su popularidad por la gran nueva versión de It, dirigida por el argentino Andy Muschetti.
Párrafo aparte merecen los ilustradores y artistas internacionales del campo del cómic. Muchas veces, se olvida el verdadero valor de estos titanes de la industria gráfica y lo significativa que resulta su presencia. Este año, los invitados serán figuras como Howard Chaykin, Luke Ross, Whilce Portacio, Mike Mckone y Matthew Clark. Por ello, si pasan por la convención no se puede dejar de escuchar y pasar a ver su trabajo en el Artist Valley. Allí también, se pueden conocer los grandes créditos locales cuyo talento será rápidamente apreciable.
Los cosplayers representan otro punto esencial de la convención. Año a año pueden verse niños, jóvenes y adultos interpretando a sus personajes favoritos, haciendo shows o sacándose interminables fotos con el público.
Finalmente, hay distintos tipos de material que puede adquirirse en la feria: desde miniaturas, juguetes y remeras hasta dibujos e ilustraciones realizada por los artistas.
Panel de Rodrigo Santoro
“¿Cuańtos de ustedes ven Westworld? “, grita Alexis Puig, periodista y aquí moderador de charlas, ante la gran cantidad de público que se agolpaba, ayer viernes, primer día de la convención.
Y la pregunta era pertinente ya que gran parte del reportaje, previsiblemente, giró en torno a esta gran serie realizada por HBO.
Rodrigo Santoro explicó que, previo a su papel, ya conocía la película de Westworld (1973). “Yul Brynner era un actor magnético y la película me provocaba una sensación de miedo y una atmósfera intrigante. Me pareció genial sacar este concepto para la serie”, sentenció en un perfecto castellano (como ya nos tenía acostumbrados a oír en su filmografía hispanoamericana). Posteriormente, siguió ampliando ese concepto: ” Westworld es una exploración de la inteligencia humana, de la mente. Por eso hay mucha oscuridad, la serie explota ese costado perturbador”.
Avanzada la entrevista, el actor se explayó en lo que respecta a la interpretación de su rol y a su método actoral: “Héctor, mi personaje, cambia mucho esta temporada. Hay un proceso de humanización. En la primera temporada, sus emociones provenían de un programa, ahora no. Él era un chip. Mi interpretación intenta dar al espectador esa diferencia. Por eso para la segunda temporada hice un ejercicio sobre los detalles. Esto es, cómo reaccionamos frente a las cosas. Héctor vive una crisis existencial. Nosotros sentimos todo el tiempo un montón de sensaciones pero no siempre estamos en contacto con ella. Yo tuve que prestar atención al más mínimo detalle, al gesto pequeño. Eso es Héctor, un despertar”. Sin duda, esta fue la parte más interesante de la charla ya que, más allá, de su trabajo en la serie, demuestra que Santoro es un actor de oficio. Fue un placer escuchar su descripción a la hora de interpretar un personaje. Esto derivó en una pregunta que lo relacionaba a Xerxes, la interpretación del mítico líder persa encarnado por Santoro en 300 (2007), de Zack Snyder.
A razón de la publicación de Xerxes (2018), novela gráfica de Frank Miller, Santoro explicó que esa interpretación le ha costado mucho sacrificio. Sin duda, fue un papel importantísimo y “me abrió muchísimas puertas, pero no sé si volvería hacerlo. Tuve que seguir una dieta muy estricta, tuve que pensar cómo darle un carácter diferente al personaje. Cuando mi agente me comentó que había audiciones para 300, yo inicialmente, me imaginé como un espartano. No podía creer que me ofrecieran ser Xerxes. Le dediqué mucho tiempo, por eso ahora que estoy Argentina pienso comer mucho dulce de leche por las dudas…”. Su respuesta fue un guiño a que, si bien, el personaje le demandó ciertas exigencias, probablemente lo volvería a hacer.
Santoro habló también de su última película, Un traductor (2018). En ella, él interpreta a un profesor de literatura rusa en La Habana, Cuba. Tras el desastre de Chernobyl, muchos niños rusos enfermos de leucemia, acuden a Cuba por su tratamiento de avanzada. Obviamente, el lenguaje es un obstáculo y este catedrático resultará ser el intérprete entre estos niños, su familia y los médicos. Santoro describió esta experiencia como “muy difícil, es muy emocionante. Por otro lado, tuve que someterme a cursos intensivos de fonética porque obviamente no sé hablar ruso pero la película es realmente muy movilizante”.
Por último, después de mostrar un costado muy comprometido, con su trabajo, Santoro despidió al auditorio con una sonrisa. La impresión que dejó, más allá de la humildad, es la de un actor muy versátil que inició su carrera como galán de telenovelas, protagonizó películas muy conocidas y trabajó en series muy populares.
A propósito, A Sala Llena, le preguntó sobre su paso por la mítica Lost.
Vos sos un actor versátil, has trabajado en varias series. Tu primer serie fue Lost en Estados Unidos y ahora estás en Westworld.¿Qué cambio desde Lost a Westworld en cuanto a técnica, trabajo, desarrollo…?
Uff, ha cambiado todo un montón. La inclusión de la tecnología en especial que es de lo que habla Westworld justamente. Imaginate que Lost se ha hecho en el 2006, creo. Todo ha cambiado muchísimo… Yo he cambiado, especialmente yo.
Panel Jaeden Lieberher
Jaeden Lieberher fue el segundo de los panelistas internacionales invitados. El joven actor de tan solo quince años hizo un derroche de cordialidad y cortesía durante el diálogo con la prensa y la interacción con el público. Con grandes muestras de afecto por parte de la tribuna, especialmente femenina, Jaeden subió al escenario al calor de gritos y aplausos.
La charla estuvo centrada en su trabajo en It y arrancó con una proyección de la escena inicial de la película, que compartió con su hermano en la pantalla, Georgie (Jackson Robert Scott). Jaeden destacó que fue una de las escenas que más miedo le dio porque le pareció perturbadora. En ese sentido, Jaeden explicó “que nunca leyó el libro de King y que pasó un mes de rodaje aproximadamente y recién allí, Andy (Muschietti, el director) incluyó a Pennywise en las escenas. La primera reacción fue de miedo. El payaso era muy atemorizante, sus dientes… Andy hizo todo lo posible para que no parezca humano”. Jaeden destacó justamente el trabajo con el director argentino: “Es uno de los tipos más talentosos que he conocido. Nos trató a todos como una familia donde nadie es excluido”. Posteriormente, reflexionó sobre su papel y el grupo de los Losers: “Fueron cinco audiciones, un proceso muy duro. Yo quería el papel de Eddie… Jeremy es mi favorito, me encanta, es muy dulce. Cada uno del grupo es un genio, son actores muy talentosos.” En ese contexto no podía escapar la pregunta por Sophie Lillis, actriz que protagonizó a Beverly Marsh en It junto a Jaeden y que iniciaron una relación durante el rodaje: “Sophia Lillis es muy talentosa y dulce pero también es muy humilde y eso es maravilloso para mí”, dijo Jaeden visiblemente colorado. Las fans desde la platea lo ovacionaron.
Finalmente, se le preguntó cuántas veces había visto la película. Jaeden contestó respondió que fueron dos veces “porque aun le da miedo”. Lo curioso es que A Sala Llena le preguntó algo similar y tal parece que Jaeden no es muy fanático del género del terror…
¿Podés describir cuáles fueron los cambios más importantes en tu vida, en tu carrera, antes y después de It?
Bueno, la oportunidad de una audiencia mayor, de poder llegar más pero también considero importante todos los amigos que hice en ese tiempo. Creo que crecí solo por estar en It. Maduré como actor de la misma manera que lo hago en todos los proyectos en los que participo. Trabajar con estos grandes actores me ha hecho una mejor persona.
Jaeden, ¿Leíste literatura de terror o viste más películas (del género)?
No, realmente no puedo ver películas de terror (risas).
© Paola Menéndez, 2018
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