(Estados Unidos, 2015)
Dirección y Guión: Nancy Meyers. Elenco: Robert De Niro, Anne Hathaway, Rene Russo, Anders Holm, Andrew Rannells, Adam DeVine, Zack Pearlman, Jason Orley, Christina Scherer. Producción: Nancy Meyers y Suzanne McNeill Farwell. Distribuidora: Warner Bros. Duración: 121 minutos.
Empleado del mes.
Nada detiene al progreso. El mundo laboral actual es una topadora tecnológica que se lleva todo puesto sin el más mínimo ápice de piedad sobre aquellos que no hablan el idioma. Esta es la premisa inicial de Pasante de Moda (The Intern, 2015) la última obra de Nancy Meyers (Enamorándome de mi Ex, 2009; El Descanso, 2006; Alguien Tiene que Ceder, 2003). Claro que esa aproximación inicial irá mutando conforme el relato se desarrolla, y tanto el juicio de los personajes como el de los espectadores cambiarán, en un ya clásico movimiento meyersesco.
Ben (Robert De Niro) es un hombre viudo y jubilado que ha aprendido a disfrutar todo lo que la vida tiene para ofrecerle desde su retiro del mundo laboral: viajar, ejercitarse, cocinar, leer, conocer gente nueva, etc. Su afán por probar nuevas experiencias lo lleva a responder al anuncio de una compañía web que inició un nuevo programa que busca internos de la tercera edad. Y es así cómo Ben entra a trabajar en About the Fit, un sitio web para comprar ropa y accesorios. Tal será su suerte que su primera tarea dentro de la compañía será asistir a Jules (Anne Hathaway), la fundadora y CEO de la empresa, que convirtió su micro emprendimiento en un boom de la noche a la mañana, y que se ve constantemente abrumada por los viajes, los deadlines y las obligaciones.
El guión -también obra de Meyers- plantea la típica historia de la “pareja-despareja” que se ve forzada a trabajar en equipo, y la vuelta de tuerca reside justamente en hacer que la persona con mayor edad es la que se encuentra por debajo de la más joven. Haciendo un poco de intertextualidad entre films y universos ficcionales, podríamos decir que esto es una suerte de revancha para Hathaway, quien en El Diablo Viste a la Moda (The Devil Wears Prada, 2006) interpretaba a un personaje que tuvo que soportar los caprichos de una jefa excéntrica.
Sin dudas De Niro y Hathaway, ambos ganadores del Oscar como Mejor Actor y Actriz, elevan el nivel de una historia que no reboza de originalidad, pero de todas formas se las ingenia para exponer algunas de las ideas de la directora, como por ejemplo el rol de la mujer en el mundo de los negocios y la nueva dinámica familiar, con padres que cuidan a los hijos y madres exitosas en el ámbito laboral. A pesar de un final que termina percibiéndose bastante conservador en relación a todo lo que se expone en 121 minutos de película, Pasante de Moda es una obra que seguramente dejará satisfechos a los amantes de la comedia, al mismo tiempo que permite reflexionar sobre la voluntad del espíritu y su reticencia a ser encasillado en un grupo etario predeterminado.
Por Alejandro Turdó
El talentoso Robert De Niro encarna a Ben Whittaker, un viudo que luego de jubilarse no sabe qué hacer con su vida. Necesita tener una razón para levantarse cada mañana y vivir en el ocio no es la respuesta. Hasta que se cruza con un aviso de una pasantía, para personas mayores de sesenta y cinco años, en una empresa que vende ropa online. Ben toma la oportunidad y se convierte en el pasante personal de la CEO, Jules Ostin, interpretada por Anne Hathaway.
Pasante de Moda es el último filme de Nancy Meyers, quien anteriormente dirigió varias comedias románticas como El Descanso, con Cameron Díaz y Jude Law, y Alguien Tiene que Ceder, con Diane Keaton y Jack Nicholson. Meyers tiene experiencia en manejar situaciones cómicas y hacer reír a su público, lo que logra en esta entrega. Aprovechando la diferencia de edad entre Ben y sus colegas y el uso de la tecnología versus el modus operandi de antaño, son muchos los momentos que sacan sonrisas y carcajadas.
Pero el tema central es la relación entre Ben y Jules. Al principio, su posición será antagónica. De un lado está la CEO que no puede dejar que nadie se acerque demasiado y es condescendiente con aquel viejito. Del otro está el hombre que necesita sentirse útil de nuevo y admira la determinación de su jefa. A lo largo del filme, inevitablemente, ambos se irán acercando hasta convertirse en buenos amigos.
Si la trama no se desviase a mitad de camino, Pasante de Moda sería una muy buena comedia. Lamentablemente, no es el caso. Meyers presenta a Jules como una mujer determinada, apasionada por su trabajo y excelente en lo que hace. Lo tiene todo. La familia y el trabajo soñado. Es un personaje femenino fuerte y admirable. Observar cómo crece su relación con Ben resulta entretenido y se disfruta. Pero a mitad de camino Meyers cambia el foco y se centra en problemas personales de Jules. Esos mismos clichés innecesarios de siempre llevan a un final conservador y bizarro que parece sacado de una película totalmente distinta. A pesar de esto, las situaciones en las que aparece el personaje de De Niro hacen que valga la pena verla. Pero eso sí, solo una vez.
Por Eliana Giménez