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CRÍTICAS - CINE

Eliminar Amigo (Unfriended)

(Estados Unidos/ Rusia/ Polonia/ Alemania/ Puerto Rico, 2014)

Dirección: Levan Gabriadze. Guión: Nelson Greaves. Elenco: Shelley Hennig, Moses Storm, Renee Olstead, Will Peltz, Jacob Wysocki, Courtney Halverson, Heather Sossaman, Matthew Bohrer, Cal Barnes, Christa Hartsock. Producción: Nelson Greaves y Timur Bekmambetov. Distribuidora: UIP. Duración: 83 minutos.

El fantasma en la máquina.

El cine de terror reúne dos características que lo hacen único a ojos de los espectadores, ya sea que sopesemos el mainstream o el sustrato independiente. La primera y más evidente pasa por el hecho irrefutable de que no necesita una estructura apuntalada en enfoques ampulosos ni presupuestos gigantescos ni estrellas, ya que con una atmósfera y/ o una eficacia narrativa estándar el éxito suele estar garantizado. El segundo rasgo, mucho menos obvio, se resume en la certeza de que hablamos del género más dinámico del séptimo arte, circunstancia que plantea una potencialidad que puede ser tanto positiva (fácil apropiación de alusiones diversas) como negativa (alta permeabilidad a las modas a nivel tecnológico).

Precisamente, una de las constantes del horror industrial de nuestros días es el fetiche para con el “found footage”, una suerte de aggiornamiento de la dimensión expositiva que pretende funcionar en esencia como un correlato de la miniaturización generalizada de las cámaras digitales. Recién durante los últimos años Hollywood ha tomado conciencia de la saturación del recurso, lo que a su vez derivó en un repliegue paulatino hacia los engranajes formales tradicionales y una resignificación del mockumentary -que se resiste a morir- ahora bajo el tamiz de las redes sociales o la amalgama con otros géneros. La mediocre Eliminar Amigo (Unfriended, 2014) trae a colación los rasgos de este período de transición.

La segunda obra de Levan Gabriadze, a partir de un guión del debutante Nelson Greaves, sigue el andamiaje prototípico de esta clase de propuestas, deudor del slasher ochentoso: un grupito de adolescentes de pocas luces termina mermado significativamente a manos de un espectro vengador, que se siente impelido a hacer justicia por cuenta propia. Aquí la trama se inspira en la reciente Open Windows (2014), la última locura del impredecible Nacho Vigalondo, adoptando como estandarte narrativo un plano fijo del escritorio de la computadora de una de las protagonistas, Blaire Lily (Shelley Hennig), sede central de una especie de cyberbullying metafísico que analiza la estupidez y el sadismo contemporáneos.

Incorporando la dialéctica web de una manera un tanto rudimentaria (desde la utilización -reiterada aunque banal- por parte de los personajes de Skype, Facebook, Spotify, Google Chrome, YouTube, Instagram, Gmail, etc.), el film aburre en su primera mitad y cae en todos los estereotipos posibles del rubro, no obstante por lo menos constituye una denuncia cabal de la problemática del acoso y sus ramificaciones en la vida cotidiana de las víctimas. Lejos de los delirios revitalizantes de Vigalondo, siempre bordeando la comedia negra y la ciencia ficción más desatada, Gabriadze y compañía apenas si entregan un producto tan prolijo como anodino sobre la responsabilidad individual y los límites del campo privado…

calificacion_2

Por Emiliano Fernández

 

Efectismo en la era digital.

El público adolescente marca los grandes números de taquilla en el mundo. Eliminar Amigo (2014) es una película hecha netamente para ese nicho de espectadores, una película clase B, de bajísimo presupuesto (inferior al millón de dólares) y que dio grandes réditos a los productores en las boleterías (30 millones en Estados Unidos, 32 millones en resto del mundo). Ahora bien, es importante analizar cómo logró el director Levan Gabriadze para que una película de un único plano fijo, como utiliza James Benning en algunas de sus películas, sea del interés de esta masa de gente ávida de los nuevos procedimientos cinematográficos sustentados en planos cortos y un montaje veloz.

Gabriadze no utiliza ni siquiera montaje dentro del único plano (como sí hace Benning en sus documentales), ya que el único plano fijo de la película filma durante 83 minutos un monitor. El plano que decide utilizar el director también funciona como una subjetiva de Blaire, es decir, la cámara registra de manera fija lo que ven sus ojos. Blaire es una estudiante secundaria que, junto a un grupo de amigos, tuvieron algo que ver en el suicidio de Laura, una compañera de colegio. En una charla de Skype entre Blaire y sus amigos, aparece una conexión desconocida, que inmediatamente se revelará como la difunta Laura, y así comenzará una pesadilla para ellos.

A partir de ese momento cualquier premisa interesante se viene a pique. El plano fijo subjetivo sostenido hasta el infinito, la fuerte acción de las redes sociales en los adolescentes y la posible reflexión sobre el remplazo de la conectividad en la nube por encima de las relaciones cara a cara sucumben ante los más rancios efectismos de las peores películas de terror de los últimos años. Toda la posible densidad cinética se desarma y vemos antojadizas resoluciones de cada personaje de manera arbitraria e inexplicable. Eliminar Amigo se convierte en una película sin carnadura y espesor y termina siendo un gran experimento fallido que solo será recordado por el bolsillo de los inversionistas.

calificacion_2

Por Carlos Rey

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