Entre las penas florece el flamenco
Puesta en escena y coreografía: Eleonora Pereyra, Catalina Gutiérrez. Cantan: Eugenio Romero, Montse Ruano. Percusión: Eugenio Romero. Piano: Diego Mano. Guitarra y dirección musical: Héctor Romero. Iluminación: Fernando Berreta. Intérpretes: Eleonora Pereyra, Catalina Gutiérrez, Gabriela Novak. Prensa: Simkin & Franco. Duración: 55 minutos.
Para aquellos amantes del flamenco y aquellos otros que estén dispuestos a conocer, adentrarse y disfrutar de este hermoso y apasionante género, la Sala Mediterránea ofrece un ciclo de danza y música en manos de los mejores intérpretes, bailaores y coreógrafos.
El espectáculo se puede acompañar con unas ricas tapas y un buen vino.
En cuanto a ésta compañía, se puede decir que la dirección musical, a cargo del reconocido Hector Romero, la coreografía, el baile y el cante, logran un combo flamenquísimo de muy buen nivel. Participa también un pianista, que aporta otro color y línea melódica a la tradicional guitarra y cajón. El espectador, podrá avivar a las bailaoras con un espontáneo “OLE!” e ir transitando diversos estados anímicos con gran intensidad.
Eso es lo que personalmente disfruto del flamenco. La sensación de que hay otros que sufren igual o más que uno…que padecen la soledad, el desamor, la muerte, pero también la vuelta a la luz y la esperanza. La intensidad de los sentimientos y ese modo tan visceral de manifestarlos han logrado ponerme la piel de gallina.
Los palos interpretados van desde la seguiriya, las alegrías, la soleá, rondeña, terminando con tientos y tangos flamencos. Todo con excelente nivel musical y coreográfico.
Quisiera destacar la profundidad y la emoción que transmite la voz de Montse Ruano, quien parece encarnar en carne propia los lamentos que menciona.