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BAFICI 2014 – Día 5

BAFICI 2014 – Día 5

Lunes 7 de abril.

Empieza una nueva semana, vuelve la rutina diaria… pero el BAFICI continúa, imperturbable, imparable.

Luego de horas de tormenta, el clima dio una tregua, lo que le facilitó las cosas al público, que corre de acá para allá, para ver la mayor cantidad de films posibles. El público no sólo incluye a jóvenes que estudian cine o carreras parecidas sino a personas de distintas edades, dispuestas a dejarse sorprender por películas que, en muchos casos, nunca volverán a ser proyectadas en salas de este país.

Una de las visitas más interesantes llegó al país: Frank Henenlotter. El responsable de Basket Case se encargará, de ahora en más, de presentar sus películas, lo que ya entusiasma a los fanáticos.

En tanto, las secciones competitivas están que arden.

 

 Ciencias Naturales, de Matías Lucchesi (Argentina, 2014, Competencia Argentina), por Emiliano Román.

Ciencias Naturales es uno de los mejores ejemplos de la interesante movida que está produciendo el cine cordobés. Galardonada en los Festivales de Berlín y Guadalajara, esta ópera prima de Matías Luchess, da cuenta de cómo una historia que aparenta ser sencilla puede ser magistralmente contada, gracias al pulso narrativo de su realizador, dotándola de una profundidad dramática que la convierte en una gran película.

Un film que relata la importancia de la búsqueda de los orígenes, a pesar de lo imposible que parezca. Lila (Paula Hertzog), es una preadolescente que asiste a una escuela rural en medio de las sierras cordobesas, la niña no está interesada en las clases y quiere escaparse toda costa. El motivo es la necesidad de conocer al padre, de quien ni siquiera sabe el nombre. Lo que aparenta ser un capricho, por lo díscola que es su conducta, en realidad no sólo es un deseo, sino también un derecho. La madre se opone a esto y reprocha a su hija que con ella y su abuela no le alcance; la directora de la escuela sanciona su comportamiento transgresor. La única que puede escuchar algo del deseo subjetivo de la niña es su maestra (Paola Barrientos), quien pone en riesgo su trabajo para acompañar a la alumna en su travesía, sin contar con demasiadas pistas.

Presenciamos una especie de road movie, con maravillosas imágenes de los invernales paisajes cordobeses. La historia contiene más de una vuelta de tuerca que la hace absolutamente atrapante. El deseo de la niña insiste, pero las cosas se hacen cada vez más difíciles, la maestra tiene que lidiar entre sostener a la niña y regresar a la escuela. Así vamos recorriendo pueblos, nos encontramos con personajes bastante peculiares, donde la ilusión y decepción forman un engranaje narrativo que iluminan el relato.

Con una dupla actoral sólida y notable, ambas mujeres interpretan papeles dotados de fina sensibilidad, sin caer en estereotipos ni exacerbados melodramas. El nombre del padre se hace necesario ante un escenario dominado por mujeres que reniegan de la figura masculina. El nombre del padre viene en forma de veleta, necesario para que cualquier niño se oriente en la vida y de eso va la película, de respetar los derechos del otro, más allá que nos parezcan un capricho o una locura.

calificacion_5

 

 

 

iNumber Number, de Donovan Marsh (Sudáfrica, 2013, Vanguardia y Género), por Elena Marina D’Aquila

Cuando empieza la película, Chili y Shoes –su compañero- logran salir con vida de una casa donde Chili había sido descubierto y tomado como rehén mientras trabajaba como policía encubierto, por la banda Radebe. Shoes llega a su rescate, guiándolo desde afuera de la casa, en una secuencia inicial con un efecto de propulsor que elevará la adrenalina de cualquiera a niveles impensados.  Se trata de una de las mejores escenas de acción y tensión jamás filmadas.

Chili, cansado de ser el policía bueno y luego de haber sido traicionado por su superior, decide formar parte del robo a un camión blindado que planea la pintoresca pandilla liderada por un mafioso local, en la que él trabaja de encubierto. Y para salir vivo de eso, necesitará la ayuda de su compañero, que primero se muestra reacio a ayudarlo pero finalmente accede. Por supuesto, nada saldrá como fue planeado en esta historia de gángsters, policías corruptos, traición y persecuciones, en la que la amistad, la vida y el honor son puestos en juego.

Marsh no da tregua. La forma en la que filma, -los encuadres, el tamaño de plano, las angulaciones, el montaje paralelo en la escena de reconocimiento de la pandilla-, la paleta de colores tonales, la banda sonora y el montaje hacen de la tensión, la paranoia y la locura, un estilo de vida.

Si bien es una producción independiente, iNumber Number se siente como una de acción al mejor estilo Hollywood. Un enorme exponente del cine sudafricano contemporáneo, que rescata el espíritu de las mejores buddy-cop ochentosas. Oscura, enérgica, poderosa e imperdible.

calificacion_5

 

 

 

Ahora es Nunca, de Pablo Acosta Larroca y Nicolás Aponte A. Gutter (Argentina, 2014 – Competencia de Cortos), por Matías Orta

Los trenes nunca dejan de funcionar como vehículos narrativos  ni como metáforas. Tal es el caso de este cortometraje.

Todos los días, rumbo al trabajo, un joven dibujante de storyboards (Ignacio Rogers) viaja con una bonita muchacha (Guadalupe Docampo). La mira, la desea, pero nunca se atreve ni siquiera a hablarle. Pero pronto será hora de dar un paso más.

Una sencilla historia de no-amor, donde priman los desencuentros, las oportunidades perdidas, los sentimientos ocultos. Los directores saben armar climas, generar expectativas y plasmar las vivencias que más de uno experimento alguna vez en su vida como viajante.

Ignacio Rogers está exacto como ese dibujante reservado, que ama en secreto, y Guadalupe Docampo vuelve a demostrar que su mezcla de talento y belleza y presencia suma en cualquier producción. También forman parte de elenco, con pequeñas pero no menos interesantes apariciones, Ezequiel Tronconi y Paula Carruega.

Ahora es Nunca nos deja pensando en esos potenciales romances de viaje, y en cómo hay que arriesgarse para no quedarse con el “¿Qué hubiera pasado si…?”.

calificacion_3

 

 

 

Una Canción Coreana, de Gustavo Tarrío, Yael Tujsnaider (Argentina, 2014, Competencia Argentina), por E.R.

Atractivo y peculiar documental, no sólo por la simpática personalidad del personaje retratado, sino por la modalidad cinematográfica en la que está relatado. Vemos un film que muestra también cómo se fue haciendo el mismo, gracias a un trabajo de montaje que sabe captar la mejor forma de transmitir la construcción de la película.

Anna Chung, vino a la Argentina en el año 1983, cinco años después sus padres se van a Los Ángeles, pero ella decide quedarse en Buenos Aires porque se puso de novio. Con una sonrisa encantadora, un amplio registro vocal, cristiana devota, no sabe bien cuál es su edad (en Corea se cuenta un año a partir del momento de nacimiento), se pone un restaurante coreano. El documental va reflejando la vida de esta mujer, a partir de captar imágenes de la vida cotidiana, entrevistas libres, fotografías, recortes de periódicos, y registros de cómo se va filmando el largometraje, y un intercambio con ensayos y una obra de teatro que se va presentando con motivos de la realización de film.

Anna a pesar de llevar más de tres décadas en Argentina, sostiene sus raíces, desde el arte y el amor. Una interesante oportunidad, para conocer esos personajes ricos, que habitan la ciudad, que los vemos por la calle, pero que son anónimos aunque tengan mucha vida para contarnos.

calificacion_3

 

 

 

El Escarabajo de Oro, de Alejo Moguillansky y Fia-Stine Sandlund (Argentina, 2014 – Competencia Argentina), por M.O

La nueva película de Alejo Moguillansky, y producida por El Pampero Films, se titula igual que el cuento de Edgar Allan Poe, y está basado en ese texto (y en otros más, como indican los créditos del comienzo, como La Isla del Tesoro… desde el punto de vista de los piratas). Pero, sobre todo, es una historia de cine dentro del cine… dentro de la misma película.

Rafael Spregelburd (haciendo de sí mismo) se acerca al rodaje del nuevo largometraje de Alejo: el biopic de una escritora feminista sueca del siglo XIX, con capitales alemanes y franceses. Aunque el rodaje debe llevarse a cabo en Buenos Aires, el actor convence a todos de mudar la producción a Leandro N. Além, un pueblito de Misiones, aunque eso implique filmar otra clase de historia, ya que en esa provincia se encuentra un legendario tesoro que podría volverlos ricos. El resultado: el equipo técnico parte para allá, con la excusa de filmar, de manera repentina, una biografía de Além. Todo será un combo de engaños, ambiciones, conspiraciones y, de paso, cine.

Moguillansky (ganador en el Bafici 2009 con Castro), junto a la cineasta sueca Fia-Stine Sandlund , fabrica una divertida broma que, aunque funcione para entendidos -por lo general, los consumidores y realizadores de las películas de El Pampero-, no deja de perder su gracia. La realidad y la fantasía más delirante se combinan en esta historia en la que los personajes serán arrastrados por sus propias miserias y sueños materialistas.

calificacion_4

 

 

 

We are the Best!, de Lukas Moodysson (Suecia, 2013, Panorama), por José Tripodero

El efecto electrizante que deja esta joyita de Lukas Moodysson, que regresa al tono de su opera prima (Fucking Amal) tiene su justificación en la actitud. Esa palabra define toda la efervescencia de un dúo de preadolescentes que deciden formar una banda punk, a pesar de que estén en 1982, en la gélida Estocolmo y todos les digan que ese estilo musical ya murió. No sólo ignoran la afirmación sino que se lanzan a tratar de hacer música sin saber tocar instrumentos, mucho menos afinar y con poco miedo para enfrentarse a una banda de heavy metal por un espacio en una sala de ensayo. Bobo (Mira Barkhammar) y Klara (Mira Grosin) necesitan a una tercera integrante, alguien que al menos sepa lo que es un acorde, y por eso se enganchan a Hedvig (Liv LeMoyne), una joven ligeramente mayor que ellas, bien cristiana y conservadora. Hedvig no tardará en parecerse a sus nuevas amigas, adoptará el pelo, el gusto por la misma música pero sobre todo la actitud. We are the Best! está recargada de ternura (las risitas infantiles, los abrazos espontáneos, las caras de sorpresa cuando Hedvig pela de la nada, con su guitarra criolla, el hit Sex Noll Två de KSMB) pero también hay espacio para las peleas por algún chico (punk claro) y especialmente para la comedia estilo coming of ages. Por eso no hay que sonrojarse al conectar nostálgicamente con algunas de las comedias ochentosas de John Hughes pero también con el cine de más acá, por ejemplo Ghost World, esa pintura de la abulia del fin de la adolescencia que hizo Terry Zwigoff sobre la historieta de Daniel Clowes. Moodysson también tomó como fuente la historieta para We are the Best!, que escribió su hermana Coco. Para el último tramo del relato sólo queda el espacio para que este trío se enfrente al mundo hostil que se esconde en los estereotipos, en el machismo y en la mirada sesgada y pre cocida, por eso no importa que las chicas sólo tengan una canción para tocar sino una tonelada de actitud como repertorio para patear cabezas.

calificacion_5

 

 

 

La Confrérie des Larmes, de Jean-Baptiste Andrea (Francia, 2013, Sección Panorama), por E.R.

Una primera escena donde vemos al conocido actor belga, Jérémie Renier, en una sala de juego clandestino y de entrada intuimos que se encuentra en un callejón sin salida. Y sí, efectivamente, Gabriel está desesperado, ex policía en desgracia, viudo, con una hija adolescente, lleno de deudas y sin un billete. Pero alguien que le hizo un favor, le ofrece, casi obligadamente, un trabajo que parece ser una gran oportunidad para salir de las malas, el tema es que tiene que trasladar valijas, de las cuales ni él, ni nosotros, podemos saber que contienen adentro.

Bajo un acertado nivel narrativo, se va desarrollando la historia, que a medida que avanzan los minutos, la intriga se va incrementando aún más. Gabriel es presa de una nueva modalidad de esclavitud, los depredadores son organizaciones de poder que captan a sujetos víctimas de su desesperación, cuando las cosas se comienzan a complicar, y el malestar sea más fuerte que el placer del ingreso económico, renunciar no será tarea sencilla. Con gran despliegue técnico y visual, y un guión muy preciso que va abriendo nuevos abanicos, donde el peligro es inminente ante unos señores muy poderosos, pero que no sabemos a qué se dedican, intuimos que algo no muy legal debe ser.

Recurre a resoluciones cliché de los policiales de intriga y cuenta con más de un personaje estereotipado, que le resta espontaneidad y ubica el film como un thriller más, no va a faltar la historia de amor que no aporta mucho al relato, aunque muy bien narrado y con correctas actuaciones, sobre todo la de su protagonista, Jérémie Renier, es una buena opción con ribetes clásicos, que se puede disfrutar casi en su totalidad.

calificacion_3

 

 

 

Escape from Tomorrow, de Randy Moore (EE.UU., 2013 – Nocturna), por J.T.

Idea que funciona perfecta como anzuelo, la de filmar de contrabando una película en Disney y que esta sea una de terror psicológico, más bien claustrofóbico. Una familia tipo (papá, mamá, hermano y hermana) pasa su último día de vacaciones en el lugar más feliz de la Tierra (según el catálogo del festival) y que no comienza bien para el jefe de familia porque se entera que ha sido despedido de su empleo, noticia que ocultará a su esposa. Si bien el blanco y negro de la fotografía funciona para esbozar climáticamente, desde el inicio, una atmósfera de ensueño algo pesadillezco, Moore no puede torcer el rumbo del aburrimiento que genera el acompañamiento de esta familia por los diferentes juegos y atracciones del lugar. La única idea bien ejecutada es la de un dúo de teens francesas que seducen como ninfas, casi siempre, a una distancia moderada a papá y, que luego de una separación de mamá para acaparar más juegos con sus hijos, se convertirá en un juego de persecución que se estira y se rompe como chicle, pero que es anudada varias veces para llegar a un desenlace tan pirotécnico como un chasqui boom, el hará decir a más de uno: “ajá”. Moore desperdicia la idea guerrillera de meter una cámara a escondidas en un lugar como Disney para revelar tal osadía convertida en una idiotez que sólo tiene una broma acorde a esa idea (el plano final – final). El viejo Walt sonríe diabólicamente desde el más allá.

calificacion_1

 

 

 

This is England, de Shane Meadows (Inglaterra, 2006 – WARP), por Martín Chiavarino

Los conflictos bélicos lastiman a la sociedad, dejándole cicatrices que siempre le recuerdan que alguna vez hubo una guerra, un símbolo que se alzó ganador y otro perdedor en una contienda en la que son los hombres en medio de la batalla los que siempre pierden.

Terminada la guerra de Malvinas, el hijo de un soldado inglés muerto en combate, Shaun (Thomas Turgoose), un joven irritable y lleno de rabia, conoce a la banda de Woody (Joseph Gilgun), un skinhead que lo acoge entre sus filas ofreciéndole un grupo de amigos en contraposición al aislamiento en que está sumido debido al rechazo social y su condición de paria.

Tras un breve interludio de fraternidad inofensiva, la unidad del grupo es destruida cuando Combo (Stephen Graham) sale de la cárcel después de haber estado tres años y medio encerrado debido a un crimen que él y Woody cometieron.

Combo es un skinhead propenso al racismo y a la violencia que propone recuperar el liderazgo del grupo y comenzar una lucha en las calles por la recuperación de la identidad inglesa contra los inmigrantes paquistaníes. El grupo se deshace en medio de la toma de posición en una época convulsionada y sin perspectivas y Shaun decide permanecer en el grupo de Combo para honrar a su padre, convencido por las ideas y el discurso de Combo.

This is England es una narración brillante sobre la etapa de consolidación de la ideología del movimiento skinhead a principios de los ochenta en el Reino Unido. La unificación de un discurso nacionalista teñido de odio y racismo y claramente apuntando hacía acciones violentas es el hilo conductor de esta obra que analiza los efectos de la guerra de Malvinas sobre el subconsciente colectivo de una nación que ve a sus colonias rebelarse y a sus antiguos súbditos en una mejor posición económica y social mientras los efectos de la especulación del capitalismo financiero y la desinversión industrial causaban una recesión que dejó más de tres millones de trabajadores desempleados.

El realismo inglés y su crítica social ofrecen una obra de diálogos extraordinarios con posiciones políticas irreconciliables que se abren camino en un guión que devela la formación de estructuras de pensamiento que confluyen en actos extremos. Las cicatrices de la desintegración del Imperio británico todavía son visibles en el cuerpo  de la isla del Rey Jorge.

calificacion_5

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