Un nuevo Bafici asomó, y con él, muchos cambios. El más notorio, desde la dirección artística del festival -a partir de ahora- a cargo del crítico Javier Porta Fouz.
El Bafici 18 ofrecerá visitas internacionales que apuntan a fortalecer un punto que en las últimas ediciones se había debilitado, y así será gracias a la presencia del director norteamericano Peter Bogdanovich y el compositor francés Michel Legrand. Incluidas retrospectivas y concierto en el Teatro Colón.
A nivel nacional, las actrices Graciela Borges y Mirtha Legrand también contarán con homenajes, proyectándose films destacados de sus respectivas carreras y una muestra en la galería Bafici. Debido a cumplirse 10 años del fallecimiento de Fabian Belinsky, se proyectarán Nueves Reinas y El Aura.
El miércoles 13 de abril se realizó la proyección del film de apertura de festival en una de las tradicionales salas de la ciudad de Buenos Aires: el Espacio INCAA Gaumont. El film elegido ha sido Le fils de Joseph, de Eugene Green, director del que se ha mostrado en otras ediciones del Bafici varias de sus obras, entre ellas La Sapienza, A Religiosa Portuguesa y Le Monde Vivant.
Finalizada la proyección, se realizó un coctel en la asociación Unione e Benevolenza, punto de encuentro para socializar entre los participantes de la industria, prensa y realización que año tras año concurren al festival.
Le fils de Joseph, de Eugene Green (Francia / Bélgica, 2016)
Le fils…es un film subdividido en cinco capítulos. El primero, inquietante e intimista, es el que deriva en un desprendimiento excéntrico y alejado de la premisa inicial (búsqueda de un padre) siempre girando en torno del personaje principal: Vincent.
Vincent es un joven adolescente de madre soltera, quien tras indagar sobre su identidad, logra que esta quiebre un silencio tardío. Un dato lo lleva a la búsqueda y eventual encuentro del personaje paterno que lo abandonó (interpretado por Mathieu Amalric), un publicista descarado y despreocupado inclusive de sus otros cinco hijos concebidos con otra mujer. No está demás decir que ni siquiera recuerda cuantos son, menos aun sus nombres.
Le fils…está repleta de simbolismos utilizados como indicios que a posteriori tendrán relación con lo que transcurrirá. Pueden ser menciones bíblicas, pictóricas, musicales y citas, en gran parte relacionadas con la religión cristiana. Uno de estos ejemplos, y quizás el más subrayado, es que el joven vive en una habitación dentro de la que contempla “El Sacrificio de Isaac”, de Caravaggio, imagen que imprime en su psiquis y será empleada en una trunca maniobra inversa sobre la figura de su padre. Otro simbolismo es relativo a los nombres de su madre y hermano de su padre, llevadas directamente al más alto grado de obviedad.
Green logra un relato que carece de naturalismo, como varias escenas que transcurren en los Jardines de Luxemburgo que simulan ser recitadas. Así, el tránsito entre historias se intercala hasta volver al mismo lugar del que se partió.
José Luis De Lorenzo
