Chacú (Argentina, 2011)
Dirección: Felipe Pigna. Guión: Felipe Pigna, Adrián Martino. Producción: Leiza Brossi, Adrián Martino. Distribuidora: Independiente. Duración: 80 minutos.
Quien quiera oír que oiga.
Chacú es un documental didáctico, dirigido por el famoso historiador Felipe Pigna y trata de reconstruir la historia de esa provincia cuna de los wichís y tobas y sede del emblemático bosque El Impenetrable.
El objetivo del largometraje es la divulgación histórica de la provincia del Chaco, a pedido del ministerio de Educación provincial. En cual no sólo se convoca al mediático historiador, sino en el mismo también participan un amplio número de investigadores respetables en donde todos apuestan a un revisionismo histórico que de lugar a nuevas voces acalladas por siglos.
Chaco es una de las provincias más pobres en cuanto al nivel adquisitivo de su población, a pesar de poseer grandes recursos económicos, pero es una de las más ricas en relación a movimientos culturales autóctonos y de las que más resistieron a preservar su identidad originaria y aborigen.
Es así como el film comienza con una teoría religiosa indígena acerca de la creación del mundo, muy interesante por cierto, la cual dice que la humanidad se creó a partir de un árbol extenso que llegó desde el cielo hacía la tierra y allí caían las almas humanas, cuando este árbol es podado por una mujer roedor, las almas se tuvieron que quedar en el planeta y solo vuelven al árbol una vez que mueren.
Esto es una apuesta para rescatar ritos y tradiciones de los pueblos originarios, que fueron explotados, esclavizados y masacrados no sólo por los colonizadores españoles, sino también por unos cuantos gobiernos nacionales de turno. Es muy impactante escuchar el relato de la mascare que se hizo en Napalpí a una población indígena que se negaba por medio de una huelga a ser explotados por los terratenientes, y esto no fue hace tanto, en 1924.
A lo largo del recorrido histórico podemos ver como la zona del Chaco, declarada provincia recién en 1951 por el peronismo, es afectada, y en la mayoría de las veces víctima, por las distintas decisiones políticas y económicas a nivel nacional. El documental atraviesa temas como la vida aborigen, las primeras poblaciones, la Guerra de la Triple Alianza, las campañas exterminadoras, la llegada de inmigrantes, el peronismo y la democracia provincial, los distintos gobiernos democráticos y militares, hasta llegar a la siniestra última dictadura y la Guerra de Malvinas.
La edición es muy simple, carece de grandes recursos cinematogáficos, sino que se vale principalmente por testimonios de distintos expertos en el tema, para los primeros años escuchamos investigaciones de Licenciados en Historia, Antropólogos Sociales, descendientes de aborígenes, periodistas y escritores, en cuanto a la época más reciente se despliegan voces de testigos directos de distintos momentos históricos como militantes sociales, víctimas de las dictadura y es muy emotivo el relato de una ex monja militante, exiliada en el último gobierno militar.
Además cuenta con archivos de imágenes históricas tanto en fotografía y vídeos y unos cuantos gráficos explicativos con fines pedagógicos. En la película también participan representantes de la cultura chaqueña, como el emblemático Luis Landriscina que nos regala un encantador relato del perro “Fernando”, distintos movimientos musicales como lo son el Coro Toba Chelala y el ascendente dúo Tonolec, que fusiona cantos tobas con música electrónica y suenan de maravillas, una oportunidad interesante para descubrirlos si todavía no lo han hecho. Para el final tenemos imágenes de pinturas autóctonas hechas por artistas locales.
Si bien es un documental que por su estética y formato, es más televiso que cinematográfico, seguramente en algún tiempo lo tendremos por Canal Encuentro, es una impecable oportunidad para oír, reflexionar y darle lugar a la historia no escrita por los que ganan.
