A Sala Llena

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FESTIVALES

Críticas Días 3 y 4

Day Night Day Night 

 

Cine e Integración

 

Diversidades (Argentina, 2010) de Marcos Janna y Sabrina Aguilera.

 

Difícil es encarar una crítica cuando el producto proviene de un familiar. La historia de cómo surgió Diversidades, la sé por buena fuente. Marcos (el director audiovisual) es primo mío y tenemos una estrecha relación a pesar de que él vive en Mar del Plata y yo en Capital Federal. En primera instancia vale aclarar que dicho proyecto no tiene, en principio un fin comercial y/o cinematográfico. Tiene como objetivo llegar a Congresos, Seminarios y Escuelas de todas partes del mundo, con el propósito de informar de las nuevas normas que se debería establecer para la integración de gente discapacitada en la sociedad. En primera instancia uno pensaría que se trata de un trabajo institucional, y en cierta medida lo es. Tiene un fin didáctico que no esconde, que es completamente justificado, teniendo en cuenta que las explicaciones deben ser frontales, bien claras para que se pueda armar un debate en torno a las instituciones a las que debe ir.

Diversidades, se compone de varios capítulos en donde gente con diversas discapacidades, familiares de los mismos, especialistas, y miembros del Observatorio por los Derechos del Discapacitado, explican los retos diarios que deben afrontar los protagonistas del documental, frente a la discriminación cotidiana. Es un trabajo fundamental, que nos informa sobre un nuevo tratado concebido en la Convención de las Naciones Unidas, donde se quiere implementar como la persona discapacitada no debe ser marginada de la sociedad, ni aislada en escuelas especiales, sino que se debe poder integrar, y para eso se necesita de la colaboración de todos los miembros de la sociedad. No solamente para ayudar al discapacitado, sino para implementar las normas, para darles acceso y no discriminarlos, para que ellos mismos puedan superar las barreras. No como un acto de caridad, sino de integración. Por esto mismo es muy valorable la decisión del Marfici de crear la sección Cine e Integridad. Que la persona con discapacidad pueda acceder a cines, restaurantes, plazas gracias a rampas bien construidas (porque algunas no lo están) que pueda subir a colectivos (y los mismos que tengan dispositivos que funcionen), que puedan acceder a trabajos que no necesariamente hayan sido creados para gente discapacitada.

Tanto Marcos como Sabrina trabajan hace bastante tiempo en el programa Quiero Verte Bien! que se proyecta en un canal de cable de Mar del Plata.

A nivel audiovisual, supera cualquier trabajo institucional. Realmente hay un documental de fondo, con excelentes encuadres, y una propuesta cinematográfica. No trata de caer en el golpe bajo, pero tampoco evita la denuncia social. No apela a golpes de efecto ni momentos lacrimógenos. Tiene una mirada objetiva, pero nunca alejada de sus protagonistas. Asombra que sea la narración fluya con atrapante ritmo. Más allá de contar con animaciones narradas, que pueden resultar un poco televisivas, nadie puede negar que, cuando termina de verla, el mensaje sin tratar de ser forzado, termina impactando en el subconsciente del espectador, y sin ser demagógicos, uno toma conciencia de otro mundo alrededor suyo.

La película da pie a la discusión y la reflexión. Que puede hacer uno, desde su pequeño lugar para que este mensaje tenga difusión.

Todos somos testigos de la discriminación diaria, y como las personas discapacitadas deben sufrir el mal funcionamiento de semáforos, colectivos, por culpa de una falta de control por parte de las autoridades. El documental, con fuerte identificación marplatense, amplía su visión a diversas provincias del país y en Capital Federal.

Esta diversidad, sin embargo, no da pie a una comparación entre las regiones. Es lamentable que todo un país tenga los mismos problemas para comunicarse en un tema que nos compele a todos.

Le deseo la mejor de las suertes a Diversidades y espero que pueda cumplir los objetivos propuestos.

 


 

Retrospectiva Mike Dibb

 

What´s Cuba Playing At? (Inglaterra – Cuba, 1985) de Mike Dibb.

 

Dicha película no formaba parte de la programación del festival, pero cuando Ways of Seeing (1972), el mítico primer y más reconocido documental de Dibb junto a John Berger. Sin embargo, lamentablemente, los subtítulos de dicha película se descompensaron, y Dibb que siempre parece tener un as bajo la manga, sacó un film fuera de programa del bolsillo. Aunque tampoco tenía subtítulos, What´s Cuba Playing At? fue la elegida para suplantar a Ways of Seeing. Y la concurrencia a dicha función se dio gracias a que el propio Dibb “invitaba” al público decepcionado de no ver Ways… a ver su otro film.

Entre los “chamuyados” por Dibb se encuentra un servidor, que ya estaba planeando un paseo alternativo por la playa cuando, Mike le dijo: “tenés que ver ésta película, es como Buena Vista Social Club, pero la filmé en 1985. Al principio tiene algunas entrevistas en inglés, pero el resto son en español. Y además solo dura 75 minutos”.

Si un director septuagenario inglés, invitado de lujo, con tanto carisma y simpatía, te invita a ver su película, no podes rehusarle la propuesta.

El resultado fue muy agradable. Dibb realmente gozaba en primera fila volver a ver este documental, sencillo al ritmo de la música cubana, de la historia del mambo, que dejaba afuera casi cualquier referencia política castrense para centrarse en los orígenes de la música.

Pablo Milanés y otros referentes (hay un fragmento de Pablo junto a Silvio Rodríguez que es exquisito), componen un documental, que tiene casi 50 minutos en realidad de entrevistas en inglés, pero que se deja comprender bastante bien. Lo que importa es el viaje, la música, la belleza de las imágenes y la sencillez con que Dibb encara la puesta de cámara.

Ninguna obra maestra, pero es cierto que tiene algo de transgresor ver a un inglés en tierras cubanas, en plena era castrista, vagar con tanta libertad. Una lástima que la función tuvo que interrumpirse por deficiencias con el DVD. Pero, la verdad es que dicha situación, durante el BAFICI, siempre es mucho más embarazosa.

 


 

Danza con los Sueños: Largometrajes Nacionales

 

Nunca Más Asistas a ese Tipo de Fiesta (Argentina, 2009) de Hernán Saez, Pablo Parés y Paulo Soria.

 

Este Marfici necesitaba humor… y Farsa en esa materia nunca falla.  Obviamente, Nunca Más… es una secuela de Nunca Asistas a ese Tipo de Fiestas. Si bien no vi la precursora, una breve introducción nos hace entender de que tipo de películas se trataba. Es una slasher movie (asesino con cuchillo mata a cualquier joven que se atraviesa en su camino). La primera fue filmada en 4 días y los “farsescos” realizaron todo ellos mismos, tanto delante como detrás de cámara.

En la original, un militar típico argentino, masacraba a un grupo de jóvenes desenfrenados. Si bien la primera parte trataba el tema con “sutileza”, para la secuela los (ir)responsables dejaron todo lo políticamente correcto atrás, y se burlan de cada estereotipo de personaje provocando una narración con gags en su mayoría logrados. La historia, el hijo del militar (que murió en el atentado de las Torres Gemelas) que es bastante estúpido y torpe (obviamente interpretado por Berta Muñiz) decide seguir con el legado de su padre, ayudado por un misterioso psicoanalista (Sebastián De Caro, en un registro muy diferente al habitual). Al mismo tiempo, un grupo de jóvenes, mezcla de periodistas amateurs y anarquistas, recorren la quinta donde se sucedieron los asesinatos de la primera parte, y encontrar el cadáver de Miguel Monforte (no el director del Marfici, pero Farsa siempre mete personajes con el nombre Monforte en homenaje al primer director de un festival que les dio cabida), el líder de un grupo guerrillero.

Con mucho más humor que violencia, con menos sangre y gore de lo habitual, Farsa demuestra una evolución en su filmografía. Ya no se trata de un simple juego de adolescentes cinéfilos frenéticos, sino de un grupo de verdaderos cineastas jugando a ser adolescentes que recién empiezan a hacer cine.

Soberbia en cada aspecto técnico, imprevisible, enferma en el mejor de los sentidos. Quizás no se trata de un film que aporte demasiado a su filmografía (como si pienso que sucede con Filmatrón, Kapanga Todoterreno y apuesto, que sucederá con Plaga Zombie 3, por lo que vengo hablando con los responsables de Videoflims), pero en cambio es un placer culposo, un capricho, un juego que sale bien parado, una agradable comedia, que sus seguidores no deben dejar pasar.

 


 

Cine Inusual

 

S – 94 / The Hiding (Japón, 2008 / 2009) de Shozin Fukui.

 

El doble programa compuesto por estos dos mediometraje del mismo director japonés, son la dosis de sangre, gore y terror que los cinéfilos bizarros necesitábamos.

El primero (S – 94), es una extraña mezcla de Soy Leyenda con Resident Evil, con la saga de Exterminio o Los Muertos Vivos de George Romero… dirigida por Michel Gondry por así decirlo.

El mundo está devastado. Dos mujeres solamente son las sobrevivientes. Una es la científica guerrera (al estilo Milla Jovovich o Will Smith), la otra es una punk completamente loca. La relación entre ambas es completamente adversa. Cuando un hombre da señales de vida, empieza el caos, ya que ambas pelearán por tener sexo salvaje con él.

Lo que empieza siendo una película barata clase B, filmada como si fuera Rec, empeora con el correr de los minutos… o sea, mejora. De la solemnidad se pasa a la bizarreada absoluta, y el misterio y el suspenso, es reemplazado por el humor negro.

Amantes del género, agradecidos.

The Hiding contiene elementos de la anterior: claustrofobia, mujeres paranoicas, desenfrenado deseo sexual, ciberpunk horror, etc. Una joven terminó una relación amorosa y vive encerrada en su departamento, obsesionada, que su ex va a venir a buscarla. En un momento sale, a la desolada ciudad y es perseguida por una emuladora de Trinity de Matrix, que desea torturarla. Pero la película, no se encierra como un mero thriller psicológico, sino que deriva en tramas con fantasmas, secretos ocultos en la memoria, y un final sorpresa, al estilo Sexto Sentido, pero bizarro. Fukui se convierte en un director a seguir. Por sus altas dosis de sexo (infrecuente en el cine japonés) y la locura, hace recordar a un joven Koji Wakamatsu.

 


 

Day Night Day Night (EEUU, 2006) de Julia Loktev.

 

No sé que resulta más extraño: que esta película solo se haya visto una vez por I SAT y no haya figurado en ninguna edición del BAFICI, o ver en una sección independiente dentro de un festival independiente una película estadounidense Indie, distribuida por los hermanos Weinstein.

O quizás, descubrir la gema del Festival en la sección inusual, la noche antes de volver a Buenos Aires.

No esperaba honestamente encontrar una película de tan alto calibre cinematográfico y tanta tensión, excepcionalmente realizada.

Esta película de la prácticamente ignota Loktev es un poderoso relato que se distingue de todas las películas paranoicas sobre atentados en Estados Unidos o Europa. Lo más cercano, es Entre la Fe y la Pasión de Bruno Dumont, de inminente y postergado estreno en nuestro país. Pero, mientras Dumont apunta sus dardos a la religión, Loktev, retrata el interior de una mujer llena de temores e incertidumbres.

La protagonista es una joven voluntaria a inmolarse en medio de Times Square. La directora nos muestra las 48 horas que se desatan a partir de que la chica es buscada en el aeropuerto por la cédula “terrorista”, el proceso mediante la entrenan, le hacen sentir confianza en ella misma y le ponen la bomba hasta que nuestra antiheroína deambula por el medio de Nueva York, recorriendo bares, y puestos de comida rápida, esperando el momento preciso para explotar.

Sutil, austera, sin explicaciones redundantes, sin obviedades, ni discursos, Loktev apunta sus misiles al estómago del espectador. Tensión brutal comparable a la que nos transmitía Paul Greengrass en Vuelo 93 o Kathryn Bigelow en Vivir al Límite. Loktev no deja quieta un solo minuto la cámara delante de su personaje. La sigue a todas partes en arriesgados planos secuencia de seguimiento, en un registro seudo documental, creible, natural. La banda sonora nunca molesta, el diseño sonoro es extraordinario.

La protagonista, Luisa Williams, de rostro lacónico, nos llega a emocionar con sinceros sentimientos y verosímiles reacciones.

La directora, evade cualquier relación política y/o religiosa (excepto en dos líneas finales, que realmente estaban de más).

Atrapante y angustiante. En la misma semana que se exhibía en el Marfici, fue cancelada su exhibición por el Sundance Channel en Estados Unidos, debido a la increíble paradoja y similitud que tiene la narración con los fallidos atentados acontecidos hace 2 semanas.

Por suerte la pudimos “disfrutar” en el Marfici gracias a Silvia Romero y Fabián Sancho.

No se trata de una película más sobre terrorismo. Si El Paraíso Ahora, les impactó, Day Night Day Night, los hará sufrir más. Se los garantizo.

 


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